¿Cuánto tiempo tarda el proceso de venta de una casa?

¿Cuánto se tarda en vender una casa? Plazos del proceso

Uf, vender una casa… ¡qué lío! En mi caso, la de mis padres en Alcobendas (Madrid), tardamos casi cuatro meses, fue en octubre del 2021. Lo que parecía sencillo, se complicó un montón.

La búsqueda de comprador fue lo más largo. Tres meses de visitas, negociaciones y papeles. Al final, la venta se cerró por 280.000€.

El papeleo con el notario, aunque rápido, fue estresante. Recuerdo la tensión, firmando todos esos documentos. El banco también se tomó su tiempo.

En resumen, entre seis semanas y tres meses es una estimación realista, pero mi experiencia personal fue más larga. Depende de muchísimos factores.

¿Cuánto tardan los trámites para vender una casa?

Uf, vender la casa… menudo jaleo. Me acuerdo cuando vendí el piso de mis padres en Valencia, en 2023. Casi me da algo. Tres meses, justo tres meses desde que pusimos el anuncio hasta que firmamos. Y eso que estaba en buen estado, recién pintado y todo.

Fue un agobio, la verdad. Llamadas todo el día, gente entrando y saliendo, negociando… menos mal que mi hermana se encargó de enseñar el piso. Yo no podía con los nervios. Me acuerdo una tarde… agotada estaba. Sentada en la plaza del ayuntamiento, con un café, pensando… ¿y si no lo vendemos?

Ubicación: Eso influye mucho, claro. El piso estaba bastante céntrico, cerca del mercado central, y eso ayudó. Estado del piso: Bueno, como ya dije, pintadito y arreglado. Mi madre siempre fue muy cuidadosa. Precio: Pues no sé si acertamos… queríamos 250.000€. Al final se vendió por 240.000€.

• Poner el anuncio: Un rollo, fotos, descripción… Mi hermana otra vez.
• Visitas: Uff, muchísimas.
• Negociación: Un señor mayor nos ofreció 200.000€. ¡Casi le digo que no!
• Papeleo: Bufff… notario, registro, impuestos… Mi cabeza iba a explotar. Menos mal que el comprador era majo y todo fue rápido. Pero los nervios… uf.

Tres meses. Desde poner el anuncio a la firma. En el registro, el notario nos dio el último papel. Fin. Me tomé una horchata fresquita, enorme, en una terraza de la playa de la Malvarrosa. Qué alivio.

• Consejo: Paciencia. Mucha paciencia. Y un buen agente inmobiliario ayuda. Nosotros lo hicimos con una agencia pequeña, de barrio. Encantadores.

Ah, y importantísimo: tener toda la documentación en regla. Escrituras, cédula de habitabilidad, recibos del IBI… Si no, se lía parda.

¿Cuánto tiempo se suele tardar en vender una casa?

La venta de una casa es una partida de ajedrez. No hay un tiempo fijo.

• En las grandes ciudades, la partida puede resolverse en menos de 6 meses. La prisa del mercado es evidente.
• En otras zonas, la espera puede extenderse hasta un año. Paciencia es la clave.
• Hay casas que se venden en semanas, otras se estancan. El precio, su estado y la zona son factores cruciales. Conozco un caso, un amigo desesperado la vendió por debajo del precio solo para quitarse un muerto de encima.

No hay garantías, solo estrategias.

• Precio justo. Un error aquí y la casa se quedará vacía.
• Presentación impecable. La primera impresión es definitiva.
• Marketing efectivo. Que todos sepan que tu casa está en juego.

El tiempo, al final, lo dictan el mercado y tus movimientos.

¿Cuáles son las etapas del proceso de venta inmobiliaria?

Aquí, en la oscuridad, las palabras se arrastran.

El proceso de venta… un laberinto extraño, ¿no?. Cada paso, una sombra.

• Preparación. Limpiar. Ordenar. Como si maquillar el pasado lo hiciera más vendible. Yo lo intenté con mi casa. Pinté las paredes de un color neutro, como si así pudiera borrar las discusiones a gritos, las risas que ya no suenan. No funcionó.
• Evaluación. Un número frío. Mi hogar, reducido a una cifra. La misma cifra que me recuerda lo que no tengo.
• Precio. Intenté inflarlo. Por orgullo, supongo. Como si pudiera recuperar algo de lo perdido.
• Marketing. Fotos brillantes, descripciones exageradas. Una farsa bien empaquetada. Me sentí como si estuviera vendiendo algo que no era mío.
• Visitas. Rostros extraños, escrutando cada rincón. Juzgando mi vida, mi hogar.
• Negociación. Regatear. Rebajar. Como si mi historia no valiera nada. Al final cedí, necesitaba el dinero.
• Documentos. Firmas. Sellos. La burocracia del adiós.
• Cierre. El último adiós. Las llaves cambian de mano. Un vacío inmenso.

Recuerdo que vi mi casa desde la calle, por última vez. Luces encendidas, otra familia dentro. Una punzada en el pecho.

Ahora duermo en un piso pequeño, alquilado. Las paredes son finas, oigo a los vecinos. A veces, me pregunto si ellos también están vendiendo algo más que un inmueble.

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