¿Dónde me pagan por irme a vivir?

¿Dónde me pagan por irme a vivir? ¡Ay, Dios mío, qué pregunta tan maravillosa! Me la he hecho mil veces, soñando despierta con escapar de todo, ¿sabes? De la rutina, del estrés… de la misma taza de café de cada mañana. ¡Increíble! De verdad que lo es. Que te paguen por mudarte… suena a cuento de hadas, ¿no? Harmony y Vermont, en Estados Unidos, los he visto en fotos, esos pueblos parecen sacados de una postal. Y Tristan de Acuña… ¡ni te cuento! Esos paisajes… ¡una aventura de verdad! Una vez, soñé que ganaba la lotería y me iba a vivir a una isla perdida, como esa. ¿Te imaginas?

Pero claro, la realidad es un poco más… terrenal. Aunque la idea de que te den dinero para empezar una nueva vida es increíblemente tentadora. Piensa, ¡te pagan por dejar atrás lo conocido! Me encantaría explorar Molise, en Italia, esa zona rural que he visto en documentales… esos pueblos diminutos, rodeados de viñedos… ¡Ay, qué paz! Si pudiera, me iría mañana mismo, con mi maleta llena de libros y mi guitarra, a vivir una vida más sencilla. Recuerdo una vez que fui a un pueblo pequeño en la montaña en mi país, y la tranquilidad era tan profunda, tan… reconfortante. Sentía que respiraba por fin.

Claro, igual hay letra pequeña, ¿no? Seguro que no es tan fácil como parece. Debe haber requisitos, ¿o no? A veces me imagino buscando trabajo en internet y encontrando un anuncio como ese: “Busco persona para vivir en Molise, Italia, salario atractivo, requisitos: amor por la naturaleza y buen humor”. ¡Ja! Sueños, sueños… aunque, ¿quién sabe? Quizás algún día… cuatro o cinco millones de personas se han mudado por programas de este tipo según leí por ahí, aunque no sé si eso es cierto del todo, ¿sería verdad? Sea como sea, la idea sigue siendo increíblemente atractiva. ¡Un cambio radical y emocionante! Como un nuevo capítulo en la vida, limpio, esperanzador… ¡y pagado!