¿Qué cosas no entran en bienes mancomunados?

Los Bienes Mancomunados: ¿Qué se Excluye?

El matrimonio conlleva una serie de implicaciones legales, especialmente en cuanto a la propiedad y la división de bienes. En México, el régimen de bienes mancomunados es el más común, estableciendo una comunidad patrimonial entre los cónyuges. Sin embargo, no todos los bienes adquiridos durante el matrimonio ingresan en esta comunidad. El Código Civil Federal establece claramente cuáles elementos se excluyen de este régimen, lo que previene confusiones y disputas en caso de separación o divorcio.

Una de las exclusiones más importantes son las herencias recibidas por un cónyuge durante el matrimonio. A diferencia de los ingresos, los ahorros o los bienes obtenidos a través del trabajo o la actividad comercial, las herencias son patrimonio individual del heredero. Este principio, consagrado en el Código Civil Federal, tiene una lógica inherente: la herencia representa un patrimonio ajeno al esfuerzo y la actividad del matrimonio. El hecho de que la herencia se reciba durante la unión matrimonial no la convierte en bien mancomunado.

Este punto es crucial para evitar posibles malentendidos en el futuro. La herencia recibida no se ve afectada por la disolución de la sociedad conyugal, y no forma parte del patrimonio común que se dividirá equitativamente en caso de separación o divorcio. El heredero podrá disponer libremente de su herencia sin que ello afecte a los bienes mancomunados, y viceversa.

Es fundamental destacar que esta exclusión no se basa en la fecha en que se adquirió el bien, sino en su origen. Un bien que se adquirió durante el matrimonio, pero por herencia, no se considerará un bien mancomunado.

En resumen, si un cónyuge recibe una herencia durante el matrimonio, esta permanece bajo su posesión exclusiva y no se integra al régimen de bienes mancomunados. Esta disposición legal asegura la protección del patrimonio individual de cada cónyuge y simplifica la división de bienes en caso de disolución del matrimonio. Es recomendable consultar a un abogado especialista en derecho familiar para obtener asesoramiento personalizado y garantizar la correcta aplicación de las leyes vigentes en cada caso particular.