¿Qué usos distintos tiene el dinero?

¿Qué usos distintos tiene el dinero? ¡Ay, Dios mío, qué pregunta! El dinero… ¿qué no significa el dinero? Es una cosa tan… complicada. Para mí, es la llave, sí, eso es. La llave que abre puertas a un montón de cosas, desde ese café con leche que me tomo cada mañana —mi pequeño lujo— hasta… bueno, hasta cosas mucho más grandes. Sueños, ¿sabes? Como esa casita en la playa que llevo años soñando, con el balcón mirando al mar… ¡Uf! Solo de pensarlo se me acelera el corazón.

Me da una seguridad, una tranquilidad, saber que puedo ahorrar. Ahorrar para el viaje a Italia que quiero hacer con mi hermana, para ayudarla a pagar los estudios de su hija, esa niña tan inteligente… ¡Cuánto me alegra que vaya tan bien en el colegio! O simplemente para tener un colchón, ¿sabes? Para las imprevistos, que la vida da muchas sorpresas. Y algunas, ¡qué te digo!, son poco agradables.

Pero… también me da miedo. ¿Verdad que sí? Ese miedo a la desigualdad, a ver cómo algunos nadan en dinero, y otros… otros apenas tienen para comer. Recuerdo a mi abuela, Dios la tenga en su gloria, luchando cada día, con las manos callosas, para alimentar a sus siete hijos. Siete hijos, ¡imagínate! Y ella siempre con una sonrisa, siempre positiva. ¿Cómo hacía? No lo sé, pero ahí está el ejemplo de que el dinero no lo es todo. Aunque… hace falta, sí.

Es una herramienta poderosa, un arma de doble filo, como dicen. Puede darte la libertad, la alegría, permitirte vivir experiencias increíbles… pero también puede corromper, puede generar injusticias tremendas. Y eso, créeme, te lo digo yo desde el corazón, da mucho que pensar. ¿Cómo lograr usar esta herramienta para el bien, sin perder el rumbo? Esa es la pregunta del millón, ¿no crees?