¿Cómo evitar bajones de FPS en Valorant?

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Optimiza tu rendimiento en Valorant reduciendo al mínimo la configuración gráfica, desactivando Vsync para eliminar el tearing y limitando los FPS a la frecuencia de refresco de tu monitor. Esto minimizará los bajones de frames y mejorará la fluidez del juego.

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¡Claro! Aquí te presento un artículo original sobre cómo optimizar Valorant para evitar los temidos bajones de FPS, enfocándonos en los puntos que proporcionaste:

Dominando Valorant: Di Adiós a los Bajones de FPS y Disfruta de una Experiencia Fluida

Valorant, el shooter táctico de Riot Games, exige precisión, estrategia y, por supuesto, un rendimiento impecable. Un solo tirón o bajón de FPS (frames por segundo) puede ser la diferencia entre la victoria y la derrota. ¿Te ha pasado que en el momento crucial, la imagen se congela, el juego se traba y pierdes el enfrentamiento? No estás solo. Afortunadamente, hay varias maneras de optimizar tu configuración y garantizar una experiencia de juego fluida y consistente.

El Secreto Está en la Optimización Gráfica:

Una de las claves para erradicar los bajones de FPS reside en ser inteligente con tus ajustes gráficos. No te dejes seducir por la tentación de poner todo al máximo si tu PC no está a la altura. Recuerda, Valorant premia la precisión y la respuesta rápida, no la belleza visual extrema.

  • Minimiza la Configuración Gráfica: Este es el primer paso y, a menudo, el más efectivo. Reduce la calidad de las texturas, las sombras, los efectos especiales y la distancia de visión. No te preocupes, aunque sacrifiques algo de detalle visual, la jugabilidad mejorará significativamente. Piensa en la importancia de identificar rápidamente a un enemigo en la distancia frente a la nitidez de la textura de una pared.
  • Desactiva las Funciones Innecesarias: Valorant ofrece una variedad de opciones gráficas que pueden ser visualmente atractivas, pero que consumen muchos recursos. Desactiva el anti-aliasing, el bloom, la distorsión y otras funciones similares. Experimenta con cada una hasta encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento y calidad visual que te satisfaga.

Vsync: ¿Amigo o Enemigo?

La sincronización vertical (Vsync) es una tecnología diseñada para eliminar el “tearing” o desgarro de la pantalla, un efecto visual molesto que se produce cuando la tarjeta gráfica genera frames a un ritmo diferente al de la frecuencia de refresco del monitor. Si bien Vsync puede solucionar este problema, a menudo lo hace a expensas del rendimiento.

  • El Dilema del Vsync: Al activar Vsync, la tarjeta gráfica se ve obligada a esperar a que el monitor complete un ciclo de refresco antes de enviar el siguiente frame. Esto puede introducir un retraso en la entrada (input lag) y provocar bajones de FPS, especialmente si tu PC no puede mantener una velocidad de frames constante por encima de la frecuencia de refresco de tu monitor.
  • Desactiva Vsync para Liberar Potencial: En la mayoría de los casos, es recomendable desactivar Vsync en Valorant. Si bien podrías experimentar un ligero tearing, la mejora en la respuesta y la fluidez general del juego compensarán con creces este pequeño inconveniente.

La Frecuencia de Refresco y el Límite de FPS:

Aquí entra en juego la relación entre tu monitor y el juego. La frecuencia de refresco de tu monitor (medida en Hertz, Hz) indica cuántas veces por segundo se actualiza la imagen en la pantalla.

  • Conoce tu Monitor: Determina la frecuencia de refresco nativa de tu monitor. La mayoría de los monitores estándar tienen una frecuencia de 60Hz, pero muchos monitores para gaming ofrecen frecuencias de 144Hz, 240Hz o incluso más altas.
  • Limita tus FPS a la Frecuencia de Refresco: Una vez que conozcas la frecuencia de refresco de tu monitor, limita los FPS en Valorant a ese valor. Por ejemplo, si tu monitor es de 144Hz, limita los FPS a 144. Esto evitará que tu tarjeta gráfica genere más frames de los que tu monitor puede mostrar, reduciendo el estrés en el sistema y previniendo los bajones de FPS.

En resumen:

Optimizar tu rendimiento en Valorant implica encontrar un equilibrio entre la calidad visual y la fluidez del juego. Reducir al mínimo la configuración gráfica, desactivar Vsync y limitar los FPS a la frecuencia de refresco de tu monitor son estrategias clave para minimizar los bajones de frames y disfrutar de una experiencia de juego más consistente y competitiva. ¡Pruébalo y verás la diferencia!