¿Cuántos FPS tiene mi PC?

1 ver

¡Uf, qué alivio poder ver los FPS! A mí me frustra muchísimo jugar con tirones. Esa barra de juegos de Windows es un salvavidas, la verdad. Ya no tengo que andar instalando programas raros ni nada. Con solo apretar Windows + G, ahí está toda la info: CPU, GPU, RAM y, lo más importante, ¡los benditos FPS! Saber si mi PC está sufriendo o disfrutando el juego me da mucha tranquilidad.

Comentarios 0 gustos

¿Cuántos FPS tiene mi PC? A veces me pregunto, ¿de verdad importa tanto? Pues sí, ¡claro que importa! A mí, personalmente, me saca de quicio jugar a tirones. Es como intentar bailar tango con un robot oxidado, ¿no te parece? Imposible disfrutar. Recuerdo una vez, jugando a ese juego que tanto me gusta… (¿cómo se llamaba? Ah, sí, el “Cyberpunk”, ese que me dejó el disco duro tiritando…) bueno, la cosa es que iba a pedales. Parecía una película a cámara lenta, todo pixelado y con lag. ¡Una pesadilla!

Por suerte, descubrí la barra de juegos de Windows. ¡Bendita sea! Es como tener un ángel guardián para mi PC. Antes, para ver los FPS, tenía que instalar programas rarísimos, algunos hasta en ruso, creo. Ni idea de lo que hacía la mitad de esas cosas… y me daba un poco de miedo, la verdad. Ahora, con un simple Windows + G, ¡bam! Toda la información ahí, en mi cara: CPU, GPU, RAM… y lo más importante, ¡los ansiados FPS! Es como una radiografía de mi pobre ordenador, me dice si está sufriendo o si, por el contrario, está feliz y relajado dándolo todo.

Y eso, para alguien como yo, que no entiende mucho de hardware (o sea, nada), es una maravilla. ¿Te imaginas la tranquilidad que da saber que tu PC no va a explotar en medio de una partida? Es como… como… ¡como encontrar un billete de 20€ en el bolsillo de un abrigo viejo! Una alegría inesperada.

Leí por ahí que lo ideal son 60 FPS, ¿o eran 120? No me acuerdo. La verdad es que no me obsesiono con los números. Con que el juego vaya fluido y no parezca una presentación de PowerPoint, me conformo. Aunque, bueno, a quién quiero engañar, ¡cuantos más FPS, mejor! Es como tener un coche deportivo: quizás no necesites correr a 300 km/h, pero la sensación de poder hacerlo… ¡eso no tiene precio!