¿Por qué me van mal los FPS?

5 ver

¡Qué rabia da cuando los FPS te juegan malas pasadas! A mí me ha pasado y te entiendo. Puede ser por mil cosas: que tengas los gráficos a tope y tu PC no pueda, que el pobre se esté achicharrando, o incluso algún virus fastidioso. Revisa la temperatura, baja un poco la calidad visual y mira si tienes programas abiertos que no necesitas. ¡A veces la solución es más sencilla de lo que parece!

Comentarios 0 gustos

¡Ay, los FPS! ¡Qué pesadilla, verdad? A mí me saca de quicio cuando empiezo a notar que el juego va a trompicones. ¿Te ha pasado eso de estar en medio de una partida crucial y, de repente, todo se vuelve como a cámara lenta? ¡Arg!

Lo primero que pienso es: “¿Qué demonios está pasando?” La verdad es que pueden ser un montón de cosas. A ver, ¿has subido los gráficos al máximo? A veces nos flipamos y queremos ver todo en ultra definición, pero, seamos realistas, ¡no todos los ordenadores pueden con eso! Yo he pecado de eso muchas veces. Pongo todo al máximo pensando que mi PC es una bestia, y luego… ¡zas! A sufrir lagazos.

Otra cosa que me preocupa es si mi pobre ordenador se está calentando más de la cuenta. Imagínate, ahí está, dándolo todo, procesando gráficos a toda velocidad… ¡normal que sude la gota gorda! Yo a veces le pongo un ventilador extra, así, a lo cutre, apuntando directamente a la torre. ¿Funcionará? No lo sé, pero me da la sensación de que le ayudo un poco.

Y luego está el tema de los programas que tienes abiertos. ¿Te has fijado si tienes un montón de cosas funcionando en segundo plano? A veces dejamos el navegador con veinte pestañas abiertas, el Spotify a tope, y no nos damos cuenta de que todo eso chupa recursos. ¡Cierra todo lo que no necesites! Te sorprenderías de lo mucho que mejora.

Una vez, me volví loco buscando la causa de mis bajos FPS. Cambié drivers, reinstalé el juego, probé mil configuraciones… y al final, ¿sabes qué era? ¡Un virus! Un bicho asqueroso que estaba consumiendo todos mis recursos. Así que, ¡ojo con lo que descargas!

A veces la solución es mucho más sencilla de lo que parece. Yo me he rayado durante horas buscando soluciones complejas, y al final, era tan simple como reiniciar el ordenador. ¿Te lo puedes creer?

Así que ya sabes, ¡no te desesperes! Revisa la temperatura, baja la calidad visual si hace falta, cierra programas innecesarios y… ¡cruza los dedos! Espero que te funcione y puedas disfrutar de tus juegos sin problemas. ¡Ah! Y una cosa más: recuerda que, a veces, un buen café y un poco de paciencia son la mejor solución. 😉