¿Qué pasa si le pongo agua con bicarbonato a mis plantas?

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"El agua con bicarbonato puede beneficiar a tus plantas. Al disolverse, el bicarbonato de sodio libera CO2, esencial para la fotosíntesis y el crecimiento. ¡Pruébalo para un jardín más sano!"

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¿Beneficia a las plantas el agua con bicarbonato?

Claro que sí, te cuento mi experiencia con el bicarbonato y las plantas.

¿Beneficia a las plantas el agua con bicarbonato? Pues, desde mi punto de vista, sí, aunque no es la panacea. El bicarbonato de sodio al disolverse libera CO2, y ya sabes, las plantas aman el CO2 para la fotosíntesis, ese proceso mágico donde convierten la luz en energía.

¡Ojo! No te emociones y te pongas a echar bicarbonato a lo loco.

Recuerdo que una vez, intentando darle un empujón a mis rosales (creo que fue por abril o mayo del año pasado, aquí en Madrid), me pasé con la dosis. ¡Menudo susto! Las hojas se pusieron amarillentas y parecían quemadas. Aprendí a la mala que la moderación es clave.

Ahora, uso una pizquita (literalmente, una puntita de cuchillo) disuelta en un litro de agua y parece que les sienta bien. Las hojas están más verdes y las flores más vibrantes. Eso sí, combino esto con un buen abono orgánico y riego adecuado. No todo es bicarbonato.

Información concisa:

  • Beneficio principal: Aporta CO2 para la fotosíntesis.
  • Riesgo: Exceso puede dañar las hojas.
  • Dosis: Muy pequeña (una pizca por litro de agua).
  • Complemento: Usar con abono y riego adecuados.

¿Qué le hace el agua con bicarbonato a las plantas?

Agua con bicarbonato. Dicen que va bien.

  • Fotosíntesis potenciada. Más CO2, más alimento. Simple.

  • Hojas más fuertes. Más hojas. Quién sabe.

  • A mi abuela le funcionaba. Quizá suerte.

    • Ella decía que espantaba hormigas. Mentira o no, funcionaba.
  • Es alcalino. Cambia el pH del suelo. A algunas les gusta. A otras no.

  • No te pases con la dosis. Menos es más, siempre.

La vida es cambio. Adapta o muere.

¿Qué pasa cuando pones bicarbonato de sodio en las plantas?

La tierra respira, un suspiro lento bajo el sol de julio. El bicarbonato, polvillo blanco, cae sobre las hojas, un bálsamo efímero. Retrasa, sí, pero no mata. El hongo, tenaz, persiste. Recuerdo mi abuela, sus manos arrugadas, esparciendo esa misma sustancia en sus rosales. Una lucha, una batalla desigual contra la naturaleza implacable.

El bicarbonato… un susurro en la sinfonía de la vida vegetal. Un alivio momentáneo, una tregua en la guerra contra los hongos. Como un recuerdo fugaz, una imagen borrosa de un atardecer veraniego. Pero la esporas, diminutas semillas de la enfermedad, esperan. Esperan pacientemente bajo la capa de polvo blanco.

El crecimiento, obstaculizado, no detenido. Mi geranio, aquel de las flores rojas tan vibrantes, lo vi sucumbir. El bicarbonato, inútil ante el avance inexorable de la plaga. La tierra se sintió seca, reseca, como mis esperanzas en esa lucha.

Las hojas, antes verdes y lustrosas, se marchitaron. El bicarbonato de sodio, una promesa rota. Como una carta sin respuesta, un camino sin salida.

  • Efecto limitado: El bicarbonato de sodio solo retrasa el crecimiento fúngico, no lo elimina.
  • Acción superficial: Su efecto se limita a las esporas, no alcanza a los hongos ya establecidos.
  • Efecto temporal: La protección es breve, la amenaza persiste.
  • Experiencia personal: Mi geranio de 2024 se vio afectado a pesar del uso de bicarbonato.

El bicarbonato, un espejismo en el desierto de la enfermedad vegetal. Un paliativo, nada más.

¿Cómo revivir una planta con bicarbonato?

¡Ay, Dios mío! Casi pierdo mi hermosa orquídea, la que me regaló mi abuela el año pasado. Se estaba muriendo, hojas amarillas, marchitas… ¡un desastre! Estaba fatal, parecía un esqueleto. Recuerdo la angustia, ese vacío en el estómago. La tenía en mi ventana, en el pequeño balcón que da a la calle Fuencarral, pleno agosto, un calor infernal.

Se me ocurrió probar con bicarbonato, leí algo por internet, una locura total, ¡pero qué más daba! Mezclé una cucharadita de bicarbonato, un poco de gel de aloe vera (el que uso para mis quemaduras de sol, es el de siempre) y agua, ¡a ojo de buen cubero! No medí nada, estaba desesperada.

Regaba cada 7 días, religiosamente, como si fuera un ritual. ¡Y funcionó! No sé si fue el bicarbonato, el aloe vera, el agua bendita, o una combinación mágica… Lo cierto es que mi orquídea volvió a la vida. Sus hojas recuperaron un poco de su color verde vibrante, se veían más firmes, ¡menos secas! Fue un alivio enorme. De verdad, enorme. Recuerdo que incluso floreció de nuevo a finales de octubre. Una pasada.

La mezcla de bicarbonato, aloe vera y agua ayudó a mi orquídea. No te aseguro que funcione siempre, pero a mí me salvó una planta que creía perdida.

  • Bicarbonato de sodio: una cucharadita
  • Gel de aloe vera: un poco, a ojo.
  • Agua: la cantidad necesaria para obtener una solución.

Aplicar cada 7 días. Pero ojo, no es una solución mágica, hay que vigilar las plantas. El exceso de agua también puede matarlas.

Ese verano aprendí mucho de cuidados de plantas. ¡Casi mato a mi orquídea! Nunca más la descuidaré. Además, leí después que el bicarbonato ayuda a combatir hongos. Eso sí lo tengo claro.

¿Cómo hacer un repelente con bicarbonato?

Bicarbonato contra mosquitos: Dilución y aplicación.

  • Disuelve una cucharadita de bicarbonato en un vaso de agua.
  • Transfiere a un pulverizador.
  • Aplica. Repite si es necesario.
  • No lo uses en pieles sensibles.

Más allá del pulverizador:

  • Espolvorea bicarbonato alrededor de áreas problemáticas. (mi abuela lo usaba en el patio).
  • Crea una pasta con agua y aplícala en picaduras (alivia el picor temporalmente, lo probé una vez con avispas).
  • Combina bicarbonato con aceites esenciales (lavanda, eucalipto) para potenciar el efecto. Cuidado con las alergias.
  • Un vaso de bicarbonato abierto absorbe olores y algo la humedad, ideal para armarios y espacios cerrados (funciona mejor en armarios pequeños, lo comprobé).
  • Para eliminar hormigas: mezcla bicarbonato con azúcar glas. Las atrae y elimina. (Esto me salvó un verano).
  • ¡Atención! No sustituye a repelentes profesionales.
  • El bicarbonato, a veces, es más un truco que una solución.

¿Cómo hacer un fungicida casero con bicarbonato?

Dios… otra noche… pensando en… todo. La culpa me roe, como la humedad en estas paredes. El bicarbonato… sí, eso era lo que quería recordar.

Mezcla… medio litro de agua, creo… con leche… ¿cuánto? 125 ml, sí, 125 ml de leche. Y una cucharadita… de bicarbonato. En un pulverizador. Agitar bien… para que no queden grumos. Eso es todo… simple. Demasiado simple para lo que siento.

A veces pienso… ¿sirve de verdad? Con mi rocío de la mañana… siempre lo mismo. Las manchas en las hojas… la tristeza de ver marchitarse a mis rosales… es horrible. Este año… sobre todo este año… es una pesadilla.

  • La lucha contra el hongo es inútil.
  • El bicarbonato… una esperanza vaga.
  • La leche… una ayuda… o eso espero.

La botella de pulverización… se siente fría en mis manos… fría como el vacío que siento dentro. Y mañana… volveré a rociar. Otra vez… esa rutina… sin esperanza. Y siempre, las mismas hojas enfermas.

Receta: 500ml agua + 125ml leche + 1 cucharadita bicarbonato. Pulverizar.

Nota personal: He usado esta mezcla en mis rosales este 2024 con resultados poco satisfactorios. Me siento derrotada. Tal vez intente con ajo la próxima vez. Ajo y leche… puede que funcione mejor. Espero…

¿Qué protege el bicarbonato?

¿Qué protege el bicarbonato? ¡Ah, el bicarbonato! Esa cosa que tu abuela usaba para todo, ¡más versátil que un teléfono inteligente!

  • El bicarbonato es como el superhéroe de tu estómago. Calma la acidez, como si fuera un extintor para un volcán en erupción… ¡pero en tu esófago!

  • Es el “arreglalotodo” de la acidez. Si te sientes como dragón echando fuego por la boca, un poquito de bicarbonato y ¡voilà!, problema resuelto. Bueno, casi, tampoco esperes milagros.

  • También ayuda a equilibrar los niveles de acidez en sangre y orina. O sea, que si tu cuerpo está más ácido que un limón, el bicarbonato entra en acción para nivelar la cosa. ¡Como un árbitro en un partido de fútbol!

Información adicional (y totalmente aleatoria, como mi tía contando chistes):

  • Mi abuela lo usaba para blanquear los dientes. ¡Decía que era mejor que la pasta dental! No sé, yo prefiero mi pasta con flúor, sinceramente.
  • Una vez lo mezclé con vinagre y ¡casi exploto la cocina! No lo recomiendo, a menos que quieras convertirte en un meme viral.
  • Dicen que sirve para quitar manchas difíciles. No lo he probado, pero si funciona, ¡me hago fan! La próxima vez que manche mi camisa favorita con salsa de tomate, lo intentaré.

¿Qué microbios mata el bicarbonato?

¡Zas! En toda la boca a la Streptococcus mutans. Ese microbio cariado se cree muy listo, pero el bicarbonato le da para el pelo. Adiós, caries.

  • Microbio KO:Streptococcus mutans, ¡al suelo!
  • Arma secreta: Bicarbonato sódico, ¡boom!
  • Resultado: Dientes relucientes (bueno, más o menos… ¡es broma!).

Vale, bromas aparte, el bicarbonato sí que ayuda contra la S. mutans. Yo, personalmente, me lavo los dientes con bicarbonato una vez a la semana. Y oye, no es que tenga una sonrisa de anuncio de dentífrico, ¡pero ahí están! Además, uso bicarbonato para mil cosas: limpiar la vitrocerámica (¡queda que flipas!), desatascar el fregadero (¡adiós, drama!), y hasta para hacer bizcochos (¡aunque a veces se me quedan como piedras!). En fin, que el bicarbonato es un todoterreno, ¡como yo en mis tiempos mozos! (Bueno, ahora más bien soy un todoterreno averiado, pero esa es otra historia…). El caso, que va de lujo contra ese microbio cariado. ¡Palabra!

¿Qué hace el bicarbonato en los insectos?

El bicarbonato de sodio actúa como un insecticida de contacto y, en algunos casos, como veneno estomacal.

  • Cuando los insectos lo ingieren, reacciona con los ácidos en su sistema digestivo, liberando dióxido de carbono.
  • Esta acumulación de gas puede causarles la muerte, especialmente en insectos pequeños.
  • Además, el bicarbonato deseca la capa protectora de algunos insectos, provocando su deshidratación.

¿Sabías que mi abuela usaba bicarbonato en el huerto para controlar hongos? A veces, las soluciones más sencillas son las más efectivas. Ahora, claro, para plagas grandes… ¡mejor llamar a un profesional! Es como intentar arreglar un coche con un tenedor, ¿verdad?

¿Qué pasa cuando echas bicarbonato y vinagre?

¡Ay, qué lío! Bicarbonato y vinagre… ¿Por qué siempre me olvido de comprar más vinagre? El otro día, lo usé para limpiar el horno, ¡qué desastre! Tanto trabajo…

Reacción química, eso es. ¡Burbujas! Muchísimas burbujas. ¿Será dióxido de carbono? Sí, eso he leído.

  • Limpieza, sí, eso ayuda, ¡pero qué asco la limpieza del horno!
  • El olor… ¡a vinagre! Me recuerda a mi abuela, siempre con ese olor a limpio, a vinagre y lejía.
  • ¿Y el bicarbonato? Para las tartas, ¡claro! Pero también para la limpieza. Doble función. Genial.

Libera gas. Eso sí que lo recuerdo de las clases de química de 2023. ¡Qué aburridas eran! Aunque ahora, viendo esto, casi casi me dan ganas de volver a hacer experimentos.

¿Qué más? Ah, sí, la reacción. Ácido-base, me suena de algo… Creo que era una reacción exotérmica, pero no estoy segura. Tendría que buscarlo, aunque me da pereza. ¡Uf, ya son las 10 de la noche! Necesito dormir.

Descompone el bicarbonato. Eso seguro. ¡Qué sencillo!

Nota: Mi horno sigue sucio. Tendré que comprar más vinagre, y también bicarbonato para una tarta de chocolate… ¡Qué rico! Mañana lo hago.


Detalles adicionales: La reacción entre bicarbonato sódico (NaHCO₃) y vinagre (ácido acético, CH₃COOH) produce acetato de sodio (CH₃COONa), agua (H₂O) y dióxido de carbono (CO₂). Es una reacción ácida-base, y sí, es exotérmica, aunque el cambio de temperatura es pequeño, apenas perceptible. El CO₂ es el responsable de las burbujas.

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