¿Por qué los chicos llevan calzoncillos debajo del bañador?

La Doble Protección: ¿Una Necesidad o un Riesgo? Analizando el Uso de Calzoncillos Bajo el Bañador

La imagen del surfista con calzoncillos bajo el bañador es icónica, casi tan reconocible como la propia tabla. Esta práctica, arraigada en la cultura del surf desde hace décadas, se ha extendido a otros deportes acuáticos e incluso al baño recreativo, aparentemente como una medida de confort y prevención de rozaduras. Pero, ¿es realmente tan inofensiva como parece? La respuesta, según expertos en salud, es un rotundo no.

El origen de esta costumbre se encuentra en la fricción. El movimiento constante del bañador sobre la piel durante la práctica del surf, especialmente con olas fuertes, puede provocar irritación e incluso heridas. Los calzoncillos, pensados inicialmente como una capa protectora adicional, ofrecían una superficie de roce más suave y, en algunos casos, un mejor ajuste del bañador, evitando que se desplazara.

Sin embargo, lo que se consideraba una solución práctica se ha convertido en un potencial problema de salud. La combinación de tejidos húmedos, la falta de ventilación y el calor generado por el cuerpo en el espacio confinado entre el bañador y los calzoncillos crea un caldo de cultivo ideal para la proliferación de bacterias y hongos. Este ambiente húmedo puede propiciar el desarrollo de infecciones como la foliculitis, irritaciones cutáneas, candidiasis y otras dermatosis.

Además, la retención de agua y sudor en esa zona puede contribuir a la maceración de la piel, haciéndola más vulnerable a las infecciones. Para los hombres, el riesgo es especialmente elevado debido a la anatomía de la zona genital, donde la humedad facilita la proliferación de microorganismos.

Los expertos recomiendan evitar el uso de calzoncillos bajo el bañador, optando por bañadores de tejidos transpirables y de buena calidad, que se ajusten correctamente al cuerpo sin generar fricción excesiva. Si se experimenta irritación, es crucial optar por bañadores de materiales suaves y evitar el uso de cualquier prenda adicional. La higiene adecuada, incluyendo una ducha inmediata después del baño, es también fundamental para prevenir problemas.

En definitiva, aunque la práctica de llevar calzoncillos bajo el bañador inicialmente se concibió con buenas intenciones, los riesgos para la salud asociados a ella superan con creces cualquier beneficio percibido. Priorizar la higiene y la elección de un bañador adecuado es la mejor forma de disfrutar del agua sin comprometer la salud de la piel. La comodidad no debe anteponerse a la salud, y en este caso, la “doble protección” puede resultar en un problema doblemente peligroso.