¿Por qué la música sólo tiene 7 notas?

El Misterio de las Siete Notas: ¿Por Qué Tan Solo Siete?

La música, un lenguaje universal capaz de evocar emociones y narrar historias, se basa en un sistema de notas que, sorprendentemente, se limita a un conjunto de siete. ¿Acaso esta aparente simplicidad esconde una profunda razón matemática o psicológica? La respuesta, aunque no definitiva, se encuentra en la capacidad de nuestra propia mente, particularmente en la memoria a corto plazo.

La llamada “Ley del Siete”, o “Número Mágico Siete”, postula que la capacidad de la memoria a corto plazo humana está limitada a retener aproximadamente siete elementos, más o menos dos. Esta limitación, aunque arbitraria en su cifra exacta, se manifiesta en numerosos aspectos de la vida cotidiana, desde la capacidad de recordar números telefónicos hasta la formación de patrones complejos en el ámbito musical.

Las escalas musicales, estructuras fundamentales para la composición y el desarrollo melódico, suelen constar de siete notas. Esta característica no es una casualidad. El reducido número de notas, un conjunto de elementos bien delimitados, facilita la memorización de patrones melódicos, el reconocimiento de intervalos y el aprendizaje de melodías. Un conjunto mayor dificultaría significativamente la tarea para el cerebro, haciendo más complejo y laborioso el aprendizaje y la interpretación musical.

Aunque el sistema de doce tonos de la música occidental utiliza más de siete notas, la organización en escalas de siete notas crea una serie de relaciones y intervalos que resultan armónicamente agradables al oído humano. Estas escalas, al basarse en este número limitado de notas, posibilitan una rápida comprensión y memorización, estableciendo un marco reconocible para el desarrollo melódico.

Sin embargo, la teoría de la memoria a corto plazo como única explicación es incompleta. Otros factores, como la resonancia acústica y la percepción cognitiva del cerebro, también juegan un papel en la configuración de las escalas musicales. La naturaleza subjetiva de la belleza musical no puede ser plenamente explicada por una simple limitación cognitiva. No obstante, la “Ley del Siete” proporciona una valiosa pieza del rompecabezas, sugiriendo una conexión entre la estructura de la música y la forma en que procesamos la información.

En definitiva, la presencia de siete notas en las escalas musicales parece estar profundamente ligada a nuestra capacidad cognitiva para procesar la información musical. Esta limitación, en lugar de ser una restricción, proporciona un marco estructurado y memorizable que facilita el aprendizaje, la composición y la apreciación de la música, convirtiendo la aparente simplicidad del sistema en una herramienta poderosa para la expresión artística.