¿Por qué Muzan no puede encontrar a Nezuko?

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Muzans incapacidad para localizar a Nezuko no se debe a una simple falta de búsqueda, sino a una conjunción de factores: la eficaz ocultación de Tanjiro y la familia Kamado, sumada a las habilidades de Nezuko para disimular su presencia demoníaca y la interferencia de los cazadores de demonios.
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El Enigma Nezuko: ¿Por qué Muzan Kibutsuji fracasó en su búsqueda?

Muzan Kibutsuji, el rey demonio, poseía un poder inmenso y una red de espías extensa. Sin embargo, su incapacidad para localizar a Nezuko Kamado, una pieza crucial en su plan de perfección demoníaca, no se explica por una simple negligencia. Su fracaso resulta de una compleja interacción de factores, un entramado de ocultación, habilidades sobrenaturales e intervención humana que frustraron sus esfuerzos con una eficiencia sorprendente.

La eficacia de la ocultación de Tanjiro y la familia Kamado jugó un papel fundamental. Tras el ataque del demonio Muzan, la familia Kamado no desapareció sin dejar rastro; se dispersaron, adoptando un perfil extremadamente bajo. Esto dificultó enormemente el rastreo por parte de las incontables redes de espías de Muzan, que se apoyaban en la observación y la información, y no en una búsqueda a ciegas. Tanjiro, impulsivamente protector de Nezuko, eligió conscientemente caminos menos transitados y refugios seguros, lejos de las zonas de mayor actividad demoníaca, minimizando así cualquier huella detectable por los demonios subordinados a Muzan.

Pero la ocultación pasiva no explica todo. Nezuko, en su estado demoníaco, poseía una habilidad innata, aunque inconsciente, para disimular su presencia demoníaca. A diferencia de los demonios comunes, que exudan un aura de maldad fácilmente detectable por otros demonios, Nezuko conservaba un rastro sutil, casi imperceptible para la mayoría de las criaturas demoníacas, incluso para los demonios de rango superior. Esta particularidad, posiblemente ligada a su innata bondad o a la influencia de la medicina de Tamayo, constituyó una barrera formidable para el rastreo.

Finalmente, la persistente y efectiva intervención de los Cazadores de Demonios perturbó significativamente las operaciones de búsqueda de Muzan. Aunque la ubicación exacta de Nezuko permaneció en secreto, la presencia de los cazadores en zonas cercanas desestabilizó las redes de espionaje de Muzan. El enfrentamiento constante con los cazadores obligó a los demonios subordinados a reenfocar sus recursos, desviándolos de la búsqueda prioritaria de Nezuko. La propia organización de Muzan, a pesar de su tamaño, se mostró vulnerable a las acciones de los cazadores, creando un efecto dominó que impidió la eficiente recolección de información.

En conclusión, la elusividad de Nezuko no fue una casualidad. La combinación de la cuidadosa ocultación de Tanjiro, las habilidades innatas de Nezuko para disimular su naturaleza demoníaca y la constante presión de los Cazadores de Demonios creó una tormenta perfecta que, de manera inesperada, resultó en el fracaso de la búsqueda de Muzan Kibutsuji. Este fracaso, lejos de ser una simple falla en su búsqueda, expone la compleja dinámica de poder entre los demonios y los cazadores, y la fuerza inesperada de la determinación humana frente al poder absoluto.