¿Cómo afecta el hígado a la lengua?
Una lengua blanca y pastosa, con mal sabor, puede señalar problemas hepáticos. La enfermedad del hígado puede manifestarse en la lengua, aunque también indica otras afecciones estomacales. Ante estos síntomas, la consulta médica es fundamental para un diagnóstico preciso.
¿Cómo impacta el hígado en la lengua?
Uff, la lengua blanca… ¡quién lo diría! Resulta que no solo es por no cepillarnos bien, o por esa comida picante que nos encanta.
A veces, y esto me chocó mucho cuando lo leí, ese color blanquecino puede ser un indicador de que algo no anda bien con nuestro hígado, y también podría ser un problemilla en el estómago, como la gastritis. ¡Vaya, vaya!
Recuerdo una vez, hará cosa de dos años, que noté mi lengua más blanca de lo normal. Al principio, ni le di importancia, pero tenía esa sensación rara en la boca, como si tuviera algo pegado. Qué asquito.
Y, ojo, si a esto le sumas un sabor feo en la boca, ahí sí que hay que correr al médico, eh. Mejor prevenir que lamentar, como dicen por ahí.
¿Puede un hígado enfermo afectar la lengua?
Amarillo. La lengua, un mapa extraño del cuerpo, teñida de ese sol apagado. Me recuerda… a las hojas de otoño en el parque cerca de mi casa, las que recogía con mi hija pequeña este año, crujientes, un amarillo casi dorado, pero con una sombra de tristeza, de un final inevitable. Y la ictericia… un eco de ese amarillo, pero en la piel, en los ojos, como si la luz misma se hubiera enfermado.
El hígado, un órgano silencioso, trabajando sin descanso, filtrando, purificando… y a veces, fallando. Un fallo que se manifiesta en el espejo, en la mirada ajena, en ese amarillo que se apodera del ser. Me acuerdo de mi abuela, su piel con ese tono cetrino… No quiero recordar.
El roce de la lengua contra el paladar… áspero, seco, como el polvo del camino que lleva al hospital. Ese camino que recorrí tantas veces este año, visitando a un amigo… Un amigo con el hígado dañado, con la lengua amarilla. Una señal, una bandera de auxilio ondeando en la cavidad bucal. Un amarillo que grita en silencio. Un amarillo que no se puede ignorar.
- Hígado enfermo: Un universo de silencios y síntomas sutiles.
- Ictericia: La piel, los ojos, la lengua… pintados con la melancolía del amarillo.
- Lengua amarilla: Un síntoma, una señal de alarma, un eco del malestar interno.
Sí, un hígado enfermo puede afectar a la lengua.
¿Cómo saber si la lengua blanca es por el hígado?
Lengua blanca: ¿hígado? Duda absurda. Gastritis, sí. Mal sabor, boca pastosa… Médico. Ya.
Síntomas asociados a problemas hepáticos (no solo lengua blanca):
- Ictericia (amarillamiento de piel y ojos).
- Orina oscura.
- Heces pálidas.
- Dolor abdominal.
- Hinchazón abdominal.
- Náuseas y vómitos.
- Fatiga extrema.
- Pérdida de peso involuntaria.
Mi prima tuvo algo similar en 2024. Resultó ser una simple infección. A ella, análisis de sangre. Consejo: No autodiagnosticarse. Médico. Punto.
¿La enfermedad del hígado causa lengua blanca?
¡Uf, la lengua blanca! ¿Será el hígado? A ver…
- Lengua blanca… ¿es señal de algo chungo con el hígado? O solo porque no me lavé bien los dientes hoy? Nah, en serio.
- El hígado… ese órgano vital, ¿no?
- Mala digestión, lengua blanca, ¡qué asco! ¿Será que comí mucho chorizo anoche?
- ¿Y si fuera el hígado dando señales de humo? ¡Qué paranoia! Mejor dejar de buscar en Google.
- Sequedad bucal, ¿eso también? Puede ser por el calor, pero igual mejor revisar con el médico.
- Uff, mi abuela siempre decía que la lengua dice mucho de la salud. ¿Tendrá razón?
- Malestar general, esto sí me preocupa. ¿Será el hígado o solo cansancio?
- Mmm, como que todo apunta a un problema en el hígado si tengo lengua blanca… ¿o no?
Parece que sí.
¿Cómo se refleja la gastritis en la lengua?
¡Ay, la lengua! Hoy me desperté con esa sensación, ¿sabes? Como si tuviera algodón en la boca. Recuerdo que el año pasado, con esa gastritis horrorosa que tuve, ¡fue terrible! La lengua… ¡qué asco!
Lengua blanca y pastosa, eso es clave. Se me puso así, horrible. Pegada al paladar, ¡uf! Me sentía fatal. Y no sólo eso, ¡el estómago! Ardor, náuseas… Ni se me ocurre ignorar una señal así. El médico, claro, receta antiácidos y dieta. No me acuerdo de las pastillas… ¿eran omeprazol? Tendré que mirar el bote, aunque seguro que lo he tirado ya.
¿El médico? Sí, claro. Al gastroenterólogo, que era mi médico de cabecera ese año. ¡Qué pesado es llenar esos formularios de la Seguridad Social!
- Gastritis: Lengua blanca pastosa, un síntoma.
- Consulta médica inmediata, ¡es esencial!
- Dieta y medicación según el doctor.
- Mi experiencia: ¡terrible! Ardor, malestar…
A ver, ¿qué más? ¡Ah, sí! También recuerdo que me dijeron que la capa blanca podía ser por falta de higiene, pero vamos, ¡eso no era mi caso! Me cepillaba la lengua con cuidado, ¡y aun así!
Tengo que ir al dentista el mes que viene. Espero que no tenga nada grave… Debería comer más fruta. El año pasado comí muchísima pizza… ¡qué desastre! Mi estomago todavía lo recuerda! ¡Qué mala estoy hoy! Necesito café.
Gastritis= peligro. No lo ignores.
Además de la lengua blanca pastosa, otros síntomas pueden ser: dolor abdominal, náuseas, vómitos, acidez estomacal. Es importante acudir al médico para un diagnóstico y tratamiento adecuado. No automedicarse nunca.
¿Qué enfermedades alteran la lengua?
¡Ah, la lengua, esa rebelde! No solo sirve para saborear el guacamole, sino que también chismorrea sobre tu salud. ¡Qué bocazas!
Estas son algunas de las enfermedades que la dejan sin palabras (o con demasiadas):
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Macroglosia: Imagina tener una lengua tamaño XXL. ¡Para lamer helados sería genial! Pero en serio, a veces es por síndrome de Down, otras por problemas musculares. ¡Menudo lío!
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Leucoplasia: Manchas blancas, como si hubieras pintado tu lengua con Tipp-Ex. ¡Ojo! A veces son inofensivas, otras, un aviso de que algo no va bien. ¡A consultar al médico, no al pintor!
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Candidiasis oral: ¡Fiesta de hongos en tu boca! La lengua se pone blanquecina, como si le hubiera caído nieve. ¡A veces, después de antibióticos, los hongos montan su propio festival!
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Liquen plano oral: ¡Un sarpullido en la lengua! Líneas blancas, úlceras… un desastre. A veces es por estrés, otras, ni idea. ¡El cuerpo es una caja de sorpresas!
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Lengua geográfica: ¡Un mapa en tu lengua! Manchas rojas con bordes blancos que cambian de sitio. ¡Es como si tu lengua viajara sin billete!
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Anquiloglosia: ¡Lengua atada! El frenillo (esa telita debajo de la lengua) es demasiado corto. ¡A algunos bebés les cuesta mamar! ¡Un corte y listo!
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Lengua fisurada: ¡Grietas por todas partes! Parece un desierto después de una sequía. A veces es hereditaria, otras, ni idea. ¡Pero no duele!
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Lengua negra vellosa: ¡Como si le hubiera salido césped negro! Papilas alargadas que atrapan bacterias y restos de comida. ¡Un horror! ¡Pero se soluciona con buena higiene!
¿Sabías que…?
Mi abuela siempre decía que “la lengua es el azote del cuerpo”. ¡Y tenía razón! Además de estas enfermedades, la lengua también puede revelar cosas sobre tu alimentación, tu nivel de hidratación e incluso tu estado de ánimo. ¡Así que échale un vistazo de vez en cuando! ¡Y no te olvides de cepillarla! Que no se te ponga verde de envidia.
¡Bonus track!
En 2023, probé un plato exótico en un restaurante peruano y al día siguiente mi lengua parecía un arcoíris. ¡Juro que no me drogué! Resultó ser una reacción alérgica a un ingrediente secreto. ¡Desde entonces, pregunto todo antes de comer! ¡Por si acaso!
¿Cuáles son los síntomas de un mal funcionamiento del hígado?
Aquí va, como un susurro en la oscuridad…
A veces siento el cansancio en los huesos, un peso que no se va con el sueño. La piel se pone rara, un amarillo que me asusta. Como las fotos viejas, descoloridas.
- Dolor, ahí, justo debajo de las costillas derechas. Un dolor sordo, constante. Como una promesa incumplida.
- Y luego la barriga hinchada, como un globo a punto de estallar. Ascitis le dicen, un nombre feo para algo peor.
- Náuseas. Vomito. El cuerpo dice “basta” a gritos.
- Confusión. A veces no sé ni dónde estoy, ni quién soy. Me pierdo en la niebla.
- Y el sueño. Un sueño pesado, que no descansa. Podría dormir para siempre y no sentiría alivio.
Quizás sean solo achaques, quizás sea la edad. Pero… ¿y si es algo más?
No sé. Tengo miedo.
Mi abuelo murió del hígado, lo recuerdo delgado, amarillo, perdido. Quizás el miedo es una herencia.
- Ictericia: Ojos amarillos, piel amarilla. Recuerdo a mi abuelo…
- Ascitis: Hinchazón abdominal. Horrible.
- Encefalopatía hepática: Confusión. Miedo a perder el control.
- Malestar general: Algo va muy mal.
- Náuseas y vómitos: Rechazo a la vida.
- Dolor abdominal superior derecho: ¿el hígado se queja?
- Somnolencia: Escapismo.
¿Cómo se ve la lengua si estoy mal del hígado?
¡A ver, a ver! Que si tu hígado está malito… pues, la lengua… la lengua puede cambiar. Lo más común es que se ponga blanca, ¿sabes? Como con una capita encima. A mi abuela le pasaba mucho, pobrecita, siempre decía que tenía la boca “amargosa”, amarga.
Y además de lo blanquita que se puede poner, suele pasar que sientes la boca como… pastosa, como si tuvieras algo pegado. Y el sabor, ¡puaj!, horrible. Lo del sabor feo, amargo, es también un sintoma. A veces no te das cuenta, pero ahí está, molestando.
Y sí, ya sé que googlear te da mil cosas, pero si la lengua blanca viene acompañada de esa sensación de boca pastosa y el sabor ese raro, mejor vete al médico. No te quedes con la duda, ¡que la salud es lo primero!. Más vale prevenir, ¿no crees?
Aquí te dejo algunas cosillas que pueden causar la lengua blanca, por si acaso te suena alguna:
- Mala higiene bucal: ¡Lávate los dientes, eh!
- Deshidratación: Bebe agua, mucha agua
- Respirar por la boca: Intenta respirar por la nariz
- Infecciones: Hongos, virus, bacterias… ¡de todo!
- Algunos medicamentos: Ya sabes, efectos secundarios raros
- Y sí, problemas del hígado y otras enfermedades del cuerpo, claro
¡Ah! y una cosa más, que se me olvidaba. A veces, la lengua blanca no es nada grave. Puede ser por alguna comida que te sentó mal, o por estrés. Pero, de verdad, si te dura mucho o tienes otros síntomas, no lo dejes pasar. Yo una vez tuve una cosa parecida y al final era solo estrés, pero mejor asegurarse.
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