¿Cómo ayudar al bebé a superar la angustia de separación?

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Para aliviar la angustia de separación, implementa rutinas predecibles para comidas, siestas y juegos. Facilita transiciones suaves al despedirte con cariño y calma, permitiendo que el bebé se adapte gradualmente a tu ausencia.
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El Adiós Tranquilo: Superando la Angustia de Separación en Bebés

La angustia de separación, esa ola de llanto y desesperación que embarga a muchos bebés entre los 6 y los 24 meses, es una etapa normal del desarrollo, pero puede ser desgarradora para padres y cuidadores. Se trata de una manifestación del creciente apego y comprensión del bebé sobre su entorno y la permanencia de los objetos, incluyendo a sus figuras de apego. Aunque no hay una solución mágica, existen estrategias que pueden ayudar a suavizar este proceso y facilitar la transición a la independencia, tanto para el pequeño como para sus padres.

En lugar de luchar contra la angustia, la clave radica en la predictibilidad y la seguridad. Crear una estructura sólida y rutinaria en el día a día del bebé es fundamental. Establecer horarios regulares para las comidas, las siestas y los juegos proporciona un marco de referencia que le da al pequeño una sensación de control y anticipación. La consistencia en estas rutinas le ayudará a comprender el flujo del día y reducirá la ansiedad asociada a la incertidumbre.

Un cambio importante en la rutina, como la ausencia de un cuidador, puede ser especialmente estresante. Por ello, las transiciones suaves son vitales. En lugar de desaparecer repentinamente, despídete de tu bebé con cariño y calma. Un beso, un abrazo prolongado, un objeto de apego familiar (como un peluche o una mantita) pueden servir como puentes emocionales durante la separación. Habla con él con un tono de voz suave y tranquilizador, incluso si no entiende las palabras, percibirá la tranquilidad en tu voz.

La graduación de la separación también es clave. Comienza con ausencias cortas y gradualmente incrementa el tiempo. Si necesitas dejar a tu bebé con un cuidador, comienza con periodos muy breves, incrementándolos progresivamente a medida que el bebé demuestra mayor comodidad. Observa sus señales: ¿Se calma rápidamente al volver? ¿Se muestra más tranquilo en la siguiente ausencia? Esto te dará una idea del ritmo adecuado para tu pequeño.

Es importante recordar que cada bebé es diferente. Lo que funciona para un niño, puede no funcionar para otro. Sé paciente y observa atentamente las necesidades individuales de tu bebé. Si la angustia de separación es persistente o excesivamente intensa, consulta con un profesional de la salud, como un pediatra o un psicólogo infantil, que podrá ofrecerte un apoyo y una orientación más específica.

Finalmente, la paciencia y el amor incondicional son los mejores aliados. Recuerda que la angustia de separación es una fase temporal, aunque a veces se sienta interminable. Con comprensión, consistencia y un enfoque suave, podrás ayudar a tu bebé a navegar por este periodo de desarrollo y fortalecer aún más vuestro vínculo.