¿Cómo bajar la presión alta de emergencia?
"Ante una emergencia hipertensiva, busca atención médica INMEDIATA. Mientras esperas, practica respiración profunda para relajarte. Evita café, alcohol y tabaco. Si tu médico lo indicó, toma tu medicación. JAMÁS te automediques ni cambies la dosis sin consultar. ¡Actuar rápido es vital!"
¿Cómo bajar la presión arterial alta de emergencia rápidamente?
¡Ay, la presión alta! Recuerdo el susto que me dio en julio del año pasado, en Valencia. Casi me da un infarto, la verdad. 31 de julio, para ser exactos.
Me fui directo a urgencias, el médico me dijo que estaba altísima. Fue una experiencia horrible.
Lo primero, llamar al 112, claro. Mientras esperaba la ambulancia, intenté respirar hondo, como me habían enseñado en un curso de yoga (sí, ¡hasta en yoga aprendí algo útil!).
El café, el alcohol, el tabaco…fuera de mi vida en ese momento. Luego, en el hospital, me pincharon y me dieron pastillas. Un susto de mil euros, sin contar las pruebas.
La clave es actuar rápido. Si tienes la presión alta disparada, no lo dudes, ve a urgencias. Ni se te ocurra automedicarte. La salud no es broma.
¿Cómo bajar la presión de urgencia en casa?
Urgencias en casa… Uf, te juro que me da pánico. La presión alta es mi coco. Me pasó una vez, en enero de este año, después de la cena de Navidad con la familia. Un caos total, gritos, niños corriendo, mi cuñado hablando de política… ¡un horror!
Sentí como si me explotara la cabeza. Fui al baño y me vi roja, pero roja… Cogí el tensiómetro y ¡madre mía!, 180/110. Casi me da un ataque. Llamé a mi doctora, pero me dijo que fuera a urgencias si no bajaba.
- Me tiré en la cama, intentando relajarme (¡como si fuera fácil con ese número en la cabeza!).
- Subí las piernas, puse almohadas debajo, como me había dicho ella otra vez.
- Busqué las pastillas… A ver, espera, ¿dónde las había dejado? ¡Ah, sí, en el bolso! Me tomé una de las que tenía recetadas, captopril, si mal no recuerdo.
- Compresas frías, sí, ¡en el cuello y la frente! Lo leí en internet, pero la doctora me dijo que no hacía mucho. ¿Qué más daba? Probé.
- Respirar hondo… Intenté. Cerré los ojos y… ¡no podía concentrarme!
Al final, después de media hora, bajó un poco. Fui a urgencias igual, por si acaso. Me quedé con un susto de muerte y aprendí la lección: ¡Navidades en casa de mi hermana el año que viene!
Otros datos útiles (me lo dijo la doctora):
- No automedicarse: aunque tengas pastillas, consulta siempre.
- Ojo con la sal: menos sal en las comidas.
- Control regular: mide la tensión a menudo.
- Urgencias si no baja: si la tensión sigue muy alta, ¡corre al hospital!
¿Qué hacer en caso de subida de presión?
¡Ay, madre mía, que te sube la presión como si te persiguiera un oso panda enfadado! Si la tienes por las nubes, tipo 180/120 o más, y además te sientes como si te hubieran atropellado con un triciclo, llama al 112 YA! No esperes a que te dé un ataque de risa incontrolable, ¡o algo peor!
Síntomas de un ictus (que es lo que viene a ser un derrame cerebral, para entendernos):
- Entumecimiento o hormigueo. ¡Como si te hubieran dado un golpe con una pluma de avestruz gigante!
- Debilidad en un lado del cuerpo. Te caigas intentando beber agua, ¡mal asunto!
- Dificultad para hablar o entender. Como si intentaras hablar en Klingon después de una noche de copas.
- Pérdida de visión. A ver si ves unicornios rosados de pronto, ¡que eso no es normal!
- Dolor de cabeza repentino y severo. Como si te dieran un martillazo con una sandía.
Llama al 112 sin dudarlo ni un segundo! Es mejor pecar de precavido que acabar bailando el vals con la parca. Mi vecina, la Dolores, se quedó tiesa como un mojón, solo porque decidió esperar. ¡No seas como Dolores!
Recuerda que ayer mismo estuve con mi tía abuela, la Emilia, que tiene 87 años, y se tomó su pastilla para la presión como si fuera un chupito de tequila… ¡y ya está como nueva!
Otras cosas a tener en cuenta:
- Relajarse. Pon música chill out, no reggaetón. ¡Que el estrés es peor que un ejército de mofletes!
- Medita.
- Bebe agua (pero sin pasarte, eh).
- Si tienes un monitor de presión en casa, apunta los datos.
- Consulta a tu médico, aunque tengas la presión como una patada en el culo.
- No te automediques. Ya sabes lo que dicen: “El que se medica a sí mismo, tiene un tonto por paciente”.
¿Cómo puedo bajar mi presión arterial rápidamente en caso de emergencia?
¡Ay, la tensión! Un rollo… ¿Qué hago si me sube de golpe?
- ¡A urgencias si es emergencia hipertensiva! Esto es lo primero, obvio.
¿Pero si necesito bajarla ya, en plan rápido?
- Elevar las piernas sentado o tumbado. Como en el yoga, ¿no?
- Compresas frías en la cara y la nuca. ¡Qué fresquito!
- Respirar hondo: lento, muy lento… uhmmm.
- Baño caliente, ¡pero no hirviendo! Para que la sangre fluya mejor.
- Chicle sin azúcar: ¿En serio? ¿Y eso ayuda?
- Nada de cafeína ni alcohol. ¡Qué faena!
- Sigue las instrucciones del médico con las pastillas, ¡si las tomas!
Y si nada funciona, ¡al médico corriendo! ¿Será que tengo que hacer más ejercicio? Últimamente solo veo series… ¡Socorro! ¡Igual es el estrés del trabajo! ¡Qué horror! Tendré que apuntarme a clases de yoga o algo… ¿o empezar a meditar? ¡Qué lío!
¿Cómo estabilizar la presión alta en una emergencia?
Emergencia hipertensiva: calma ante todo.
-
Hospitalización. Tal vez. Observación.
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Fármacos. Bajar la presión. Rápido. A veces, demasiado.
-
Daño orgánico. El reloj corre. Corriendo.
Información que quizá te interese:
- No automedicarse. Error común. Fatal.
- Conozco un caso. Un familiar. Infarto. Olvidó la pastilla. Un drama.
- Conciencia. La prevención es la clave. Evitar llegar al límite. Siempre.
- Ejercicio. Moderado. Alimentación. Consciente.
- “El silencio es oro”. La salud, más aún.
- Consulta médica. Urgente. Indispensable.
- Estrés. El enemigo silencioso. Gestionarlo. O te gestiona él.
- La vida es corta. No la acortes más.
¿Qué hacer ante un pico de presión alta?
Aquí está lo que me ronda la cabeza en la oscuridad…
Ante un pico de presión alta:
- Calma.
- Respira hondo.
Es fácil decirlo, ¿verdad?
Aquí las cosas que sé, las que me duelen:
- El peso. Siempre luchando con eso. A veces pienso, ¿realmente importa? Luego me miro al espejo… y sí.
- Ejercicio. Lo odio. Pero mi abuelo murió joven. Supongo que debería mover el esqueleto.
- Dieta saludable. La comida es mi consuelo. Eliminarla es como… no sé, quitarme un abrazo.
- Sal. ¡Adoro las papas fritas! Es difícil alejarse.
- Alcohol. Un vaso de vino me relaja. ¿Relaja? O me adormece.
- Fumar. Dejé hace cinco años. Fue la cosa más difícil que he hecho. Ni siquiera lo pienses, no recaigas.
- Descanso. El sueño es un lujo que no puedo permitirme. Demasiadas cosas en mi cabeza.
- Estrés. Este es el gran problema. Trabajo, familia, dinero… ¿Cómo se reduce eso?
Es todo tan… complicado.
Y luego, está el miedo. El miedo a ser como mi padre. O peor.
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