¿Cómo calmar los nervios antes del dentista?

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Uf, ir al dentista me pone los pelos de punta. A mí me ayuda mucho una buena charla con mi madre, me tranquiliza un montón. Un baño caliente también hace milagros, ¡y una manzanilla! Lo del ejercicio no lo he probado, pero creo que liberarme de la tensión con algo de yoga antes de ir, podría ser la clave. ¡Ojalá funcione!

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¿Cómo calmar los nervios antes del dentista? ¡Ay, qué pánico! ¿A quién le gusta ir al dentista? A mí, desde luego, no. Es que solo de pensarlo… ¡me dan escalofríos! En serio, ¿no les pasa? A ver, no es que tenga una fobia terrible ni nada, pero ese ruidito del torno… uff.

Mi madre, que es un ángel, siempre me dice que me relaje, que no es para tanto. Y hablar con ella, la verdad, sí que me ayuda. Me cuenta alguna historia, me distrae, y al final, bueno, me siento un poquito mejor. Como cuando era pequeña y me caía, ¿saben? Ella siempre conseguía que el dolor se fuera… o al menos que lo olvidara por un rato.

Otra cosa que me funciona de maravilla es un baño caliente. Casi hirviendo, de esos que te dejan la piel como una pasa. Con sales, espuma… ¡todo! Y una infusión de manzanilla, ¡imprescindible! Recuerdo una vez, tenía cita para una endodoncia (¡solo de escribirlo me pongo nerviosa!) y me preparé un baño de esos… ¡casi me quedo dormida! Claro, luego llegué tarde a la cita, pero bueno, al menos llegué más tranquila.

He leído por ahí, no sé dónde, que el ejercicio también ayuda a liberar la tensión. Algo así como que el cuerpo se centra en el esfuerzo físico y se olvida del miedo… No sé, la verdad es que nunca lo he probado. Pero me lo apunto. Quizá un poco de yoga antes de ir… ¿funcionará? Tengo que probarlo la próxima vez. ¡A ver si consigo llegar sin que me tiemblen las piernas! Porque, a ver, reconozcámoslo, ¿a quién no le tiemblan un poquito las piernas en la sala de espera del dentista?