¿Cómo cuidar un tatuaje recién hecho en la playa?

¿Cómo cuidar un tatuaje nuevo en la playa para evitar complicaciones?

Uf, playa y tatuaje nuevo… ¡qué lío! Recuerdo el verano pasado, en Benidorm, me hice un tatuaje precioso, una gaviota, el 15 de julio, me costó 80 euros. Ese mismo día, ¡casi me da un infarto!

El sol, ¡qué barbaridad! Lo tapé con una venda, como me dijo el tatuador, durante una semana. Sudé un montón, ¡qué calor!

Luego, ya sin la venda, usé una camiseta bastante gruesa para protegerlo del sol directo. En la piscina, sí lo mojé un poco, pero lo secaba enseguida con una toalla limpia y suave.

Agua salada… ¡ni se me ocurrió! Me daba mucho miedo que se irritara. La piel estaba sensible, es como si aún doliera un poquito.

Para resumir, en la playa, sombra, ropa que lo cubra, y si se moja, secar bien. Y evitar el agua salada los primeros días. Eso sí, después de unas tres semanas ya estaba perfecto.

¿Cómo cuidar un tattoo recién hecho en verano?

Cuidado del tatuaje en verano:

• Lava suave. No obsesiones.
• Sequedad importa. Evita charcos.
• Duchas, fugaces. El agua es traicionera.
• Piscina: infierno. Mar, peor. “Nadie escapa a su destino”.
• Crema 3 veces al día. Dos semanas. Suficiente.
• Ropa suelta. Fricción, enemigo silencioso.
• Salitre prohibido. Un mes. No tientes a la suerte.

Curación:

Dos semanas. Quizás tres. Depende de tu piel, de la tinta, del tatuador. De todo. De nada.

La piel es un espejo del alma. Y la mía odia el verano.

Información adicional:

• El sol es muerte para el tatuaje. Pantalla total, siempre.
• Bebe agua. Hidratación interna, reflejo externo.
• No rasques. Jamás. Es una batalla perdida.
• Valora ir a un médico si ves algo raro. No seas héroe.
• Un tatuaje cuenta una historia. La tuya. Que sea buena.

Este año, la playa me espera. El tatuaje, no tanto. Ya veremos.

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