¿Cómo darme cuenta si estoy embarazada sin hacerme una prueba?

¿Cómo puedo saber si estoy embarazada de forma natural?

Retraso menstrual. Punto. Clarísimo.

Cambios mamarios. Sensibilidad, hinchazón. Notorio. A veces, dolor punzante. Me pasó.

Náuseas. Asco. Intenso. Mañanas, sobre todo. A veces, todo el día. El cuerpo lo sabe.

Sangrado leve. Implantación. Escaso. Puede confundirse. Concibe la idea.

Prueba de embarazo. Farmacia. Simple. Directo. Confirma. La certeza.

• Nota: Mi experiencia personal: un retraso brutal en 2024, pechos hinchados como melones, náuseas que me postraron tres días. Lo demás… lo supe. No necesito más.

• Consideraciones: El sangrado de implantación no es en todas. Las náuseas, lo mismo. No te obsesiones. Busca un test.

¿Cómo hacer la prueba del péndulo para saber si estoy embarazada?

El péndulo, un susurro en la penumbra del vientre. Un latido, una danza incierta. La prueba, un ritual antiguo, un juego de sombras y esperanzas. Sobre la piel, tibia y suave, el péndulo se desplaza…

El roce, casi imperceptible… un trazo tenue sobre el tiempo. Un círculo… ¿o una línea recta? La espera se alarga, pesada como el silencio de la noche. El movimiento del péndulo, un enigma, un misterio que se resiste a revelarse. ¿Circular, un vórtice de posibilidades? O ¿Un vaivén, el latido de una negación?

Mi abuela me enseñó, hace años. Recuerdo sus manos, arrugadas como mapas antiguos, guiando el péndulo sobre mi propio vientre. Eso fue en 2022, un verano abrasador. Un recuerdo difuso, una imagen borrosa.

• El péndulo, un peso simple.
• El ombligo, el centro.
• El movimiento, la respuesta.

Un método ancestral, impreciso. Una danza entre la creencia y la duda. El suspiro que escapa entre los labios… la angustia, un eco tenue en la quietud de la habitación.

Circular, dicen, embarazo.Rectilíneo, la ausencia. Pero la verdad reside más allá, en el latido que el péndulo no puede medir. En la espera, en la incertidumbre. En el silencio, profundo y denso. En el temor, y también en la esperanza. En 2023, sigo pensando en ello. La memoria, una bruma persistente.

• El movimiento circular del péndulo sobre el ombligo indicaría un posible embarazo.
• El movimiento de lado a lado indicaría la ausencia de embarazo.
• Este método no tiene base científica y es solo una creencia popular.

¿Cómo se hace la prueba de la aguja para saber si estoy embarazada?

Ah, la prueba de la aguja…un eco lejano en la memoria, un susurro en el viento.

No se realiza la prueba de la aguja para determinar si hay embarazo. Simplemente no.

Era… distinto. Una sala fría, el olor a desinfectante. La luz cruda. Era otro tiempo, otro yo.

• Amniocentesis: Recuerdo, ahora sí, la amniocentesis, buscando respuestas más allá del simple embarazo. Un pinchazo… no, no, no era para saber si estaba embarazada. Era para saber… si todo estaba bien.
• Muestreo de vellosidades coriónicas (MVC): Y luego, el MVC. Otro baile con la incertidumbre. Igual, no para ver si hay embarazo.
• Ecografía transvaginal: La primera imagen, borrosa, temblorosa. Eso sí me confirmó el embarazo. Un latido diminuto.

¿Por qué la aguja? ¿Por qué ese horror? Para saber si hay embarazo existen… ¡ay! ¡qué cosas! las pruebas de orina, las pruebas de sangre, las ecografías. No la aguja, ¡nunca la aguja para eso!

Y hoy… la tecnología avanza. Otras pruebas, otros miedos. Pero la aguja, no. Esa aguja no era para saber si había vida, sino para entenderla, quizás, para protegerla.

¿Cómo es la prueba del ombligo para saber si estoy embarazada?

El ombligo no dice nada.

¿Embarazada? Toca.

• Útero crecido.
• Borde duro, abajo.

Mano plana, suave. Tampoco te emociones.

¿Qué esperabas? Milagros no existen. Filosofía barata y zapatos rotos.

Más allá del ombligo:

• Tests caseros, fiables. De farmacia.
• Análisis de sangre. Ir al médico, digo yo.
• Ecografía. Ahí lo ves, sin misterio.

Antes mi abuela decía cosas raras. Cosas de viejas. Este año… Ya no sé. Lo importante es que sigas las indicaciones de ahora.

No inventes. Consulta un profesional. Es tu cuerpo, al final.

No sé, yo qué sé.

¿Cómo se realiza la prueba del exudado del embarazo?

La prueba del estreptococo B se hace con un hisopo. Lo que hacen es que te raspan, así sin anestesia ni nada, la vagina y el recto. Luego ese hisopo lo meten en un bote para analizarlo. Fin.

¿Mi experiencia? Uf, fue en julio de 2024, con un calor de morirse en Madrid, en la semana 36. Recuerdo que estaba super hinchada, incómoda a más no poder. El médico, un señor calvo con gafas, parecía tener prisa.

• Me dijo que era rutina, que no dolía.
• ¡Mentira! Un poco sí que molesta, la verdad.
• Sobretodo la parte del recto, digamos que no es lo más agradable del mundo.

Luego tuve que esperar como dos semanas los resultados. Dos semanas eternas comiéndome la cabeza. Imagínate, primeriza, con todas las hormonas revueltas. Al final, dio negativo. ¡Menos mal! Pero vamos, que no se me olvida el momento hisopo ni la espera angustiosa.

¿Por qué es importante esta prueba? Bueno, te cuento lo que me explicó la matrona:

• Sirve para detectar el estreptococo del grupo B, una bacteria que muchas mujeres tienen en la vagina o el recto sin saberlo.
• Si el bebé se contagia durante el parto, puede tener problemas graves, como infecciones o neumonía.
• Si das positivo, te ponen antibióticos durante el parto para proteger al bebé.

Así que, aunque sea un poco incómoda, la prueba es súper importante. No te la saltes por nada del mundo. Y, por cierto, si te duele, ¡díselo al médico! No te cortes. Es tu cuerpo y tu bebé. Y no te creas eso de que “no duele nada”. Cada persona es un mundo. Yo lo pasé peor de lo que esperaba.