¿Cómo es la garganta cuando tienes angina?

0 ver

¡Ay, la angina! Recuerdo cuando la tuve, mi garganta parecía un campo de batalla. Mis amígdalas estaban rojas e hinchadas como globos a punto de explotar, ¡y esos puntos blancos eran horribles! Sentía como si tuviera vidrios rotos al tragar. El dolor era tan intenso que hasta hablar me costaba. ¡Qué sufrimiento!

Comentarios 0 gustos

¿Cómo es la garganta cuando tienes angina? Ay, Dios mío… la angina. Solo de recordarlo se me encoge el estómago. ¿Recuerdas esa sensación? Esa pesadilla en la garganta…

Mi primera vez… ¡ufff! Recuerdo como si fuera ayer. Mi garganta, ¡parecía un volcán a punto de erupcionar! No un campo de batalla, ¡no!, era peor. Mucho peor. Mis amígdalas… ¡esas traidoras! Estaban tan rojas, tan hinchadas… como dos enormes cerezas, o mejor dicho, como dos tomates reventones. Y esos puntos blancos… ¡qué asco! Parecían… no sé, como pequeños cráteres de un volcán de pus. Horroroso.

Tragué saliva, y sentí como si me hubieran pasado un cuchillo oxidado por la garganta. ¡Un dolor! ¿Cómo explicar ese dolor? Es como si tuvieras mil pequeños cristales afilados… ¡o quizás cuchillas!… raspándote la garganta cada vez que intentabas… ¡incluso respirar! Hablar era un lujo que no podía permitirme. Me limitaba a gemir, a balbucear… Recuerdo que mi madre me decía “hija, tienes que comer algo”, y yo solo podía responder con un quejido. Ni siquiera podía susurrar.

Me acuerdo que en la radio, ¿o era la tele? escuché una vez que la angina es una infección, ¿una bacteria, o un virus? Ya ni me acuerdo, la verdad. El caso es que me dio una fiebre espantosa, que ni con paracetamol se me iba. Tres días estuve así, como tirada en la cama, deseando que se acabara el mundo… o que al menos, se me pasara el dolor. Si alguien me dice que la angina es solo “un poco de dolor de garganta”, ¡le tiro los tomates!

Fue una experiencia… inolvidable, en el peor sentido de la palabra. ¡Nunca más quiero sentir eso!