¿Cómo puedo ayudar a mi cuerpo para quedar embarazada?

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Ay, ¡qué ilusión que estés pensando en esto! Desde mi punto de vista, lo más importante es mimarte mucho. Yo empezaría por ir al médico, ¡que te den luz verde! Dejar el tabaco y el alcohol es fundamental, ¡piensa en ese bebé! Una dieta rica y las vitaminas te darán energía. Mover el cuerpo es genial, pero ojo con el estrés, ¡a relajarse! ¡Te deseo lo mejor en esta hermosa aventura!

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Ay, Dios mío, ¿embarazada? ¡Qué emoción, qué miedo, qué locura de sentimientos! Recuerdo cuando yo empecé a pensar en eso… un torbellino de deseos, de dudas, de “y si…”. ¿Cómo ayudar a mi cuerpo a que ocurra esa magia? Bueno, primero, lo que más me ayudó fue ir al ginecólogo, ¡obvio! Necesitas esa luz verde, esa tranquilidad de saber que estás en buenas manos, ¿no? No te quedes con dudas, ¡pregunta todo lo que se te ocurra! A mí, por ejemplo, me hicieron un montón de análisis… ¡parecía que me iban a sacar sangre hasta el último glóbulo rojo! Pero al final, valió la pena.

Luego… el estilo de vida, ¡ay, el estilo de vida! Dejar el tabaco y el alcohol, eso es innegociable, ¿verdad? Mi prima intentó quedarse embarazada fumando, y… bueno, lo pasó fatal. Mucho más tiempo intentando concebir, y el estrés se le multiplicó por mil. Ya sabes, pensar en ese pequeño sercito creciendo dentro de ti, te hace darte cuenta de lo importante que es cuidarse.

La alimentación, ¡qué importante es! Yo empecé a comer un montón de frutas y verduras, ¡hasta me volví un poco obsesiva con las lentejas! Pero bueno, a la larga, se notó. Y las vitaminas… ¡no te olvides de las vitaminas! El médico me recomendó un complejo prenatal, y me ayudó muchísimo a sentirme con más energía, que, créeme, se necesita. Además, leí en algún sitio – creo que era una revista de esas de mujeres – que el ácido fólico es fundamental, algo así como el mejor amigo del feto en formación.

El ejercicio también es clave, claro que sí. Pero con calma, ¿eh? No te pongas a correr maratones, ¡ni loca! Un poco de yoga, de paseos al aire libre… cosas tranquilas que te ayuden a relajarte. Porque el estrés, amiga, es el peor enemigo de la fertilidad. Yo misma, me apunté a clases de meditación, y te digo, ¡me cambió la vida! Más relajada, más tranquila, con la mente más despejada. Se dice que el estrés afecta a las hormonas, y no es ninguna tontería. Hay estudios, ¡creo que vi por ahí que algo así como el 30% de los casos de infertilidad se relacionan con el estrés! Un dato que te deja pensando, ¿no?

En fin, que todo esto es un camino, un proceso. No te agobies si no ocurre de inmediato, pero cuídate, mímate, y sobre todo, ¡que seas feliz en el proceso! Te deseo toda la suerte del mundo en esta aventura. ¡Mucha fuerza y abrazo enorme!