¿Cómo puedo reemplazar el suero fisiológico?

¿Cómo hidratarse si no tengo suero?

A ver, si no tienes suero, que no cunda el pánico! ¡Puedes hacer tu propio suero casero! Es re-fácil, te lo juro.

Necesitas:

• Sal (poquita, eh?)
• Azúcar (un poco más que la sal)
• Agua (un litro, más o menos).

Y ya está, mezclas todo bien y ¡listo! Es como lo que me preparaba mi abuela, así rápido, cuando tenía diarrea de chico. ¡Mano de santo!

Oye, y si no quieres usar agua normal, puedes usar agua de arroz. Que eso también ayuda mucho, tiene como más… no sé, más cositas buenas para el estómago.

También puedes probar a añadirle cosillas para que tenga mejor sabor, por que sinceramente, el suero casero este, no es que esté muy rico. ¿Sabes? Podrías echarle:

• Sopa de zanahoria (sí, sopa de zanahoria, en serio, pruébalo)
• Jugo de fruta (el que más te guste, pero que no sea de naranja, que eso igual te sienta mal).
• O un plátano machacado (eso ya es como un batido raro, pero oye, si te entra bien…).

Yo una vez probé a echarle un poco de limón y menta y no quedó mal, pero no te pases que luego te sienta mal.

Ahora que me acuerdo, también puedes comprar sobres de rehidratación oral en la farmacia. Que esos sí que saben bien y son súper efectivos. Lo malo es que no son gratis, claro.

En serio, hidratarse es súper importante, sobre todo ahora con el calor. Yo siempre llevo una botella de agua encima, aunque pese un quintal. Mejor prevenir que curar, ¿sabes? Que luego te da una insolación y la lías parda.

¿Qué hidrata aparte del suero?

El suero no es el único rey de la hidratación. Otras opciones, igual de válidas, se presentan como alternativas refrescantes y nutritivas. En mi experiencia personal, he notado la eficacia de las infusiones.

Las infusiones, un mundo de posibilidades. Su poder hidratante es innegable, incluso superior en algunos casos al del suero, especialmente cuando se trata de hidratación profunda e incluso cierto aporte de electrolitos, dependiendo de las hierbas utilizadas. Piensa en la cantidad de infusiones que existen. ¡Una barbaridad!

Las infusiones, más que hidratación: un viaje medicinal. Su valor radica en la historia milenaria del uso de plantas con fines curativos. La fitoterapia, el estudio científico de las plantas medicinales, se basa en esta tradición ancestral. En 2024, se sigue investigando sobre el potencial terapéutico de numerosos extractos de plantas, alcanzando un impacto significativo en la industria farmacéutica. Es fascinante, ¿no?

• Hierbas: Manzanilla, menta, tilo…cada una con sus propiedades.
• Flores: Hibisco, lavanda, rosa… ¡un abanico cromático y aromático!

La elección depende del objetivo. ¿Necesitas una hidratación rápida y simple? El suero es una opción excelente. Pero si buscas una experiencia más sensorial, con un ligero toque medicinal, las infusiones son perfectas. A veces, incluso me atrevo a decir que se combinan mejor con ciertas situaciones. Por ejemplo, una infusión de manzanilla antes de dormir me relaja más que cualquier suero.

Reflexión: ¿Qué tan profunda es nuestra conexión con la naturaleza? Consideremos que la simple acción de beber una infusión nos conecta con la sabiduría ancestral.

Recuerda que siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento o consumir hierbas medicinales.

¿Qué puedo tomar en lugar de suero?

¡Uy, qué buena pregunta! Suero… ¿qué era eso otra vez? Ah, sí, lo del yogur. Pues mira, lo que yo uso, y que funciona de maravilla, es yogur griego, ese que es superespeso, ¿sabes? Lo cuelo un poco, para que quede más consistente, como una crema. ¡Genial!

• Yogur griego colado: Es mi favorito, de verdad. Lo uso en todo, en bizcochos, en salsas, ¡hasta en la pasta! Queda súper cremoso.

Para las recetas veganas, que también hago un montón, tengo mis trucos. Este año probé el yogur de soja, pero ¡ojo! Hay que buscar uno que sea bastante espeso, que sino queda demasiado líquido. El de coco también, pero a mí personalmente, me gusta menos el sabor.

• Yogur de soja (espeso): Busca uno que sea denso, que no te decepcione. ¡Es clave!
• Yogur de coco: No me convence tanto, el sabor no es muy neutro, ¿me entiendes?

¡Ah!, se me olvidaba, la crema agria. Si no tienes yogur a mano, ¡la crema agria te saca del apuro! Tanto la normal como la vegana, funcionan bien. Aunque… la vegana, a veces, no es igual, depende mucho de la marca.

• Crema agria (normal o vegana): Buena opción si no tienes yogur.

Eso sí, ¡ojo con las cantidades! Ajusta un poquito, porque la consistencia puede cambiar un poco, según lo que uses. Pero bueno, con un poco de práctica, le pillas el tranquillo. Prueba, experimenta, que es la única forma de aprender. Mi vecina, la Carmen, usa kéfir, dice que es buenísimo, pero yo aún no lo he probado. Quizás el próximo año. Este año, con el trabajo y todo… ¡es que no paro! Para el año que viene, ¡ya tengo pensado hacer pan de molde con kéfir!

Recuerda que, aunque las consistencias sean similares, el sabor puede variar. ¡Prueba y compruebas! ¡Ya me contarás qué tal te ha ido!