¿Cómo relajarse para que te baje la regla?
Para favorecer la menstruación y relajarte, prueba yoga suave, escribir un diario, meditar o pasar tiempo con amigos. ¡El sexo y el orgasmo también pueden ser útiles! Reducir el estrés es clave.
¿Cómo relajarse durante la menstruación?
Uf, la menstruación. A mí me deja hecha polvo. Recuerdo una vez, en julio del 2022, estaba en Barcelona y me dolía tanto que no podía ni caminar. Me quedé en el hotel todo el día, creo que era el Hotel Jazz, cerca de la Plaza Catalunya, costaba unos 120€ la noche.
Me ayudó mucho hacer un poco de yoga, aunque confieso que me costó horrores desenrollar la esterilla. Prefiero el estilo Hatha, más suave. Me tumbo en savasana y como que desconecto, ¿sabes?
También me funciona escribir. No llevo un diario como tal, sino que anoto lo que siento, lo que me pasa por la cabeza. Escribir me ayuda a ordenar el cacao mental.
Otra cosa que hago es quedar con mis amigas. Charlar y reírme con ellas me distrae y me hace sentir mejor. Una vez, en un café cerca de Sagrada Familia (creo que se llamaba “La Pedrera”, aunque puedo estar equivocandome de nombre), nos tomamos unos cafés con leche riéndonos de nuestras cosas. Fue justo durante mi periodo y me sentí mucho mejor después.
Y sí, aunque suene raro, el sexo también ayuda. Libera endorfinas y eso calma el dolor. A veces, incluso, acelera un poco el proceso.
¿Cómo relajarse durante la menstruación?
Yoga suave, escribir, meditar, pasar tiempo con amigos y seres queridos, y el sexo.
¿Qué puede tomar una mujer para que le baje la menstruación?
Primosiston. Medroxiprogesterona. Pausar el anticonceptivo. Esas palabras resuenan, frías, clínicas, en el vacío de la espera. El tiempo se estira, se contrae, se disuelve en la ansiedad. Un tic-tac imaginario. Gotas, días, dilatándose en el silencio.
Primosiston. Rosa pálido, casi un susurro de color. Una promesa diminuta en la palma de la mano. La esperanza, frágil, como una mariposa nocturna atrapada en un frasco de vidrio. Recuerdo una vez, en un viaje a Barcelona en 2023, la farmacia con su olor a antiséptico y a nostalgia. La luz, fría y blanca, rebotaba en los estantes llenos de promesas.
Medroxiprogesterona. El nombre, largo e intrincado, se enreda en la lengua. Un sabor metálico, a medicina, a incertidumbre. El eco de las palabras del médico se desvanece en la bruma del recuerdo. El calendario, un testigo mudo del paso de los días. Cada hoja desprendida, una pequeña pérdida.
Pausar el anticonceptivo. Un salto al vacío. Romper la rutina, alterar el orden establecido. El cuerpo, un territorio desconocido, un mapa sin explorar. En el espejo, un reflejo incierto, una pregunta sin respuesta. Recuerdo el olor del jazmín en flor en el parque cercano a mi casa. Un aroma dulce y penetrante, mezclado con la angustia de la espera.
- Primosiston: Bajo prescripción médica.
- Medroxiprogesterona: Bajo prescripción médica.
- Pausar el anticonceptivo: Consultar con el ginecólogo.
- Vitamina C: Suplementos o alimentos ricos en esta vitamina.
- Té de jengibre u orégano: Infusión.
- Evitar ejercicio en exceso: Reducir la intensidad del entrenamiento.
- Relaciones sexuales: No se ha comprobado científicamente su eficacia.
- Cambios en la dieta: Alimentación equilibrada.
Este año, en mi último chequeo ginecológico, me recomendaron llevar un diario de síntomas. Un cuaderno pequeño, de tapas azules, donde anoto las fechas, las sensaciones, los cambios. Una forma de recuperar el control, de trazar un mapa de mi propio cuerpo.
¿Cuánto tiempo puede el estrés retrasar la menstruación?
El estrés y la menstruación… ¡menuda pareja! Como el agua y el aceite, pero en versión drama hormonal. Si el estrés es breve, como olvidar las llaves dentro de casa, tu periodo podría retrasarse unos días, como quien espera el autobús y llega con cinco minutos de retraso. Nada grave.
Pero ojo, si el estrés es crónico, tipo vivir en una montaña rusa emocional permanente, la cosa cambia. Tu periodo podría tomarse unas vacaciones indefinidas, incluso meses. Imagina a tu útero diciendo: “¡Necesito un respiro! ¡Que alguien me traiga un margarita!”.
- Estrés puntual: Retraso de unos días (máximo una semana).
- Estrés crónico: Retraso de meses (sí, meses).
Piensa en el hipotálamo, ese pequeño director de orquesta hormonal, como un controlador aéreo. Con poco estrés, solo se retrasa un vuelo. Con mucho, cancela todos los vuelos y se va a tomar un café.
A mí una vez, preparando un examen importante, mi periodo se retrasó casi dos semanas. ¡Pensé que mi útero se había ido de Erasmus! Al final, todo volvió a la normalidad. Lo importante es escuchar a tu cuerpo.
Información extra: además del retraso, el estrés puede afectar la intensidad del sangrado y la duración del ciclo. Y no olvides: una buena alimentación, ejercicio y técnicas de relajación ayudan a mantener al hipotálamo (y a tu útero) felices. ¡Como darle un buen masaje al controlador aéreo para que no cancele más vuelos!
Este año, con la mudanza a mi nuevo piso, también he notado algunos desajustes. ¡Menos mal que ya está todo en orden! Ahora, a disfrutar de la paz… y del periodo regular. ¡Crucemos los dedos!
¿Cuánto es lo máximo que una mujer puede tener retraso?
¿Retraso? ¡Ah, la impuntualidad hormonal!
Si la regla se toma vacaciones más de 5 días de lo previsto, ahí ya hablamos de retraso. Y si la ausencia se extiende más allá de una semana, toca visita al doctor. Igual te has ganado un premio mayor… ¡o igual es el estrés jugando al escondite con tus hormonas!
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¿Estrés? ¡Ese villano invisible! Como cuando intentas meterte en los vaqueros de hace diez años, pero las hormonas son las que sufren las consecuencias. ¡Drama, drama!
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Embarazo: La posibilidad más emocionante (o terrorífica, según el caso). Imagina la sorpresa, ¡nueve meses de “no me lo esperaba”!
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Problemas de salud: A veces el cuerpo es como ese coche viejo que tenemos: necesita un buen mecánico (o, en este caso, un ginecólogo).
Pero no te preocupes demasiado. Recuerdo cuando mi prima creyó estar embarazada solo porque se le antojó pepinillos en vinagre a las tres de la mañana. ¡Resultó ser una indigestión!
¡Ah! Y no olvidemos el viejo truco de mi abuela: una infusión de perejil para “desatascar” el asunto. No sé si funciona, pero al menos huele bien.
¿Qué consumir para que me baje la regla?
¡Ay, Dios mío, qué dolor de cabeza! 2023 fue un año horrible para mi regla. Parecía que nunca se iba. Estaba desesperada. Recuerdo estar en mi apartamento en Valencia, junio, sofocante calor. Sudaba, me sentía hinchada, irritable… ¡un desastre!
Tomé un montón de infusiones de manzanilla, pero nada. Probamos con jengibre, ¡horroroso! Mi amiga Clara me recomendó fresas y naranjas. Comí un kilo de fresas en dos días, ¡qué rico! Pero … sigo teniendo la regla. ¿De qué sirve todo esto?
El ginecólogo me mandó unas pastillas, y bueno, eso sí que funcionó. De todas maneras, seguí comiendo frutas y verduras.
Me obsesioné con el brócoli . ¡Parecía que era la solución mágica! Era un poco pesado, la verdad. Pero qué se le va a hacer…
- Fresas: Deliciosas, pero no la solución a mi problema.
- Naranjas: ¡Refrescantes! Ideal para el calor.
- Brócoli: Me cansé de comerlo.
- Pastillas del ginecólogo: Esto sí que me funcionó.
Y ahora, al menos, estoy más tranquila. Pero, ese calor… No lo olvidaré tan fácilmente.
¡Ah, y no olvidéis beber mucha agua! Eso ayuda, ¡lo prometo! Es importante mantenerse hidratada.
¿Dónde masajear para que me baje la regla?
No manipules el ciclo. No existe atajo.
- Masajear para forzar la menstruación es mito.
- El cuerpo no responde a “órdenes” arbitrarias.
Alivio, no control.
- Ejercicios suaves: calman, no provocan.
- Yoga, estiramientos: reducen la tensión.
Mi experiencia:
- Tras el estrés de la mudanza, mi ciclo se alteró.
- Ningún masaje hizo milagros, sólo el tiempo.
El cuerpo tiene su propio tempo.
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