¿Cómo se llama la enfermedad que da por tomar tanta agua?

10 ver
Consumir agua en exceso puede provocar hiperhidratación, una condición en la que el cuerpo retiene más líquido del que puede eliminar. Diversos factores, como ciertas enfermedades o desequilibrios electrolíticos, pueden desencadenarla.
Comentarios 0 gustos

El Peligro Silencioso del Exceso: La Hiponatremia por Sobrehidratación

El agua, esencial para la vida, puede convertirse en un enemigo silencioso si se consume en exceso. Contrariamente a la creencia popular de que “más es mejor”, la hidratación excesiva puede tener consecuencias graves, incluso mortales. La enfermedad que surge de beber demasiada agua no se llama simplemente “sobrehidratación”, sino hiponatremia, una condición que implica una peligrosa disminución de la concentración de sodio en la sangre.

La confusión surge porque el término “sobrehidratación” a menudo se utiliza indistintamente con la hiponatremia. Sin embargo, la sobrehidratación se refiere a un exceso general de líquido en el cuerpo, mientras que la hiponatremia se centra en la dilución específica del sodio, un electrolito crucial para el funcionamiento adecuado de las células, los músculos y el sistema nervioso. Es la baja concentración de sodio, y no simplemente el exceso de agua, la que causa los síntomas y complicaciones.

¿Cómo ocurre la hiponatremia por sobrehidratación? El cuerpo, a diferencia de lo que muchos piensan, sí tiene mecanismos para eliminar el exceso de agua. Sin embargo, cuando se ingiere una cantidad de agua significativamente mayor a la que el cuerpo puede procesar en un corto período, se produce una dilución del sodio en el plasma sanguíneo. Esto altera el equilibrio electrolítico, provocando una serie de problemas.

Varios factores aumentan el riesgo de hiponatremia por sobrehidratación:

  • Ejercicio intenso de larga duración: Sudar excesivamente durante un entrenamiento prolongado puede disminuir los niveles de sodio, y reponerse únicamente con agua sin electrolitos puede exacerbar la situación.
  • Ciertas enfermedades renales o hepáticas: Estas afecciones pueden afectar la capacidad del cuerpo para regular el equilibrio de líquidos y electrolitos.
  • Síndrome de secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH): Esta condición hace que el cuerpo retenga demasiado líquido.
  • Uso de ciertos medicamentos: Algunos fármacos pueden contribuir a la retención de agua.
  • Bebidas deportivas con baja concentración de sodio: El consumo excesivo de estas bebidas puede disminuir la concentración de sodio en la sangre, aunque no sea la causa más común.

Los síntomas de la hiponatremia varían según la gravedad, pero pueden incluir:

  • Náuseas y vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Confusión
  • Somnolencia
  • Convulsiones
  • Coma (en casos severos)

Es importante destacar que la cantidad de agua que constituye un “exceso” varía según la persona, su peso, nivel de actividad física y condiciones médicas preexistentes. No existe una cantidad fija que garantice la hiponatremia, pero beber grandes cantidades de agua rápidamente, especialmente sin compensar la pérdida de electrolitos, incrementa el riesgo significativamente.

En conclusión, la clave no es evitar el agua, sino mantener un equilibrio adecuado. Escuchar las señales de sed del cuerpo y consumir líquidos según las necesidades individuales, incluyendo el consumo de electrolitos cuando sea necesario, es crucial para prevenir la hiponatremia y mantener una salud óptima. Ante cualquier duda, consultar con un profesional de la salud es fundamental.