¿Cómo sé si es grave o aguda?

El acento: ¿Grave o agudo? Descifrando el misterio de las palabras tónicas

La correcta acentuación de las palabras es crucial para una comunicación clara y precisa. A menudo, la duda surge al intentar distinguir entre palabras agudas y graves, dos categorías fundamentales en la prosodia del español. Dominar esta distinción no solo mejora nuestra escritura, sino también nuestra comprensión lectora y nuestra expresión oral. Este artículo te proporcionará las claves para identificarlas con facilidad y evitar errores comunes.

Para desentrañar este misterio lingüístico, debemos centrarnos en la sílaba tónica, aquella que pronunciamos con mayor intensidad dentro de una palabra. Imaginemos que cada palabra es una pequeña melodía; la sílaba tónica sería la nota musical que destaca sobre las demás.

En el caso de las palabras agudas, la sílaba tónica reside al final, como un broche de oro que cierra la palabra. Visualicemos la palabra “canción”. Al pronunciarla, la fuerza recae en la última sílaba, “-ción”. Este énfasis final es la característica distintiva de las palabras agudas. Y aquí viene la clave para su acentuación: llevan tilde (o acento gráfico) únicamente si terminan en vocal (a, e, i, o, u), “n” o “s”. Ejemplos claros son “Perú”, “compás”, “jamás” o “sofá”. Sin embargo, palabras como “verbal” o “cristal”, a pesar de ser agudas, no llevan tilde porque no cumplen con esta regla.

Por otro lado, las palabras graves, también llamadas llanas, tienen su sílaba tónica en la penúltima posición. Pensemos en la palabra “ventana”. La fuerza de la voz recae en “-ta-“, la penúltima sílaba. A diferencia de las agudas, las graves siguen una regla de acentuación inversa: llevan tilde cuando NO terminan en vocal, “n” o “s”. “Árbol”, “lápiz” o “fácil” son ejemplos perfectos. Palabras como “casa”, “mesa” o “libro”, aunque son graves, no llevan tilde porque terminan en vocal.

En resumen, la clave para diferenciar entre palabras agudas y graves reside en la ubicación de la sílaba tónica: al final en las agudas, y en la penúltima en las graves. Una vez identificada la sílaba tónica, las reglas de acentuación, aparentemente opuestas, nos guiarán para escribir correctamente. Practicar con diferentes ejemplos y prestar atención a la pronunciación son las mejores herramientas para dominar este aspecto esencial del español.