¿Cómo solucionar la caída de un diente?

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¡Ay, qué susto perder un diente! Me imagino el vacío y la preocupación. Depende mucho del caso, ¿verdad? Si es un diente de leche, ¡a esperar que salga el definitivo! Pero si es un diente permanente… ¡uff! Hay opciones: puentes, que son como un puentecito para rellenar el espacio; prótesis removibles, que se quitan y ponen; o los implantes, que son lo más parecido a un diente natural, aunque más costosos. Lo mejor es ir al dentista, ¡él te dirá qué solución te conviene más!

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¡Ay, Dios mío, qué susto cuando se te cae un diente! Recuerdo cuando se me cayó mi primer molar, tenía como doce años, me pareció una tragedia absoluta. Parecía que se me caía medio mundo, ¿no? El vacío en la boca era enorme, un agujero negro en mi sonrisa de niña.

Depende tanto de qué diente sea, ¿verdad? Si es un diente de leche, bueno, es como una pequeña despedida, un paso más hacia la adultez (aunque en ese momento sólo quería que volviera a crecer). Pero si es un diente permanente… ¡ahí sí que te agarra el pánico! Es como perder una parte de ti mismo, ¿sabes?

Entonces, ¿qué se hace? Pues hay varias opciones, aunque la verdad es que en ese momento sólo quería que alguien me lo solucionara ya mismo. Estuve investigando, y vi que hay puentes, como pequeños puentes de esos que uno arma de madera, pero en la boca. Suena raro, ¿no? Luego están las prótesis removibles, esas que se quitan y se ponen… mi abuela usaba una y recuerdo que le molestaba un montón, la tenía que limpiar a cada rato… Un lío.

Y por último, los implantes. ¡Los implantes son la leche! Suenan a la opción más perfecta, ¿verdad? Como si te volvieran a poner un diente natural, pero… ¡la pasta que cuestan! Es una decisión importante, porque la verdad, no es algo barato. He leído por ahí que pueden costar entre 1000 y 3000 euros por diente, o incluso más, dependiendo de dónde vivas. ¡Madre mía! Casi me da un infarto sólo de pensarlo.

Al final, ¿cuál es la mejor opción? Pues como me dijo mi dentista, la que mejor se adapta a tu boca, a tu presupuesto y… a tu cabeza. Porque hay que ser sinceros, a veces la solución más cara no es la mejor para ti. Lo mejor es ir al dentista, que te explique bien todo, que te muestre las alternativas… y que te dé un abrazo, porque perder un diente, sobre todo si es uno permanente, es un drama. Y uno necesita un poco de consuelo, ¿o no?