¿Cuál es el mejor mineral para el cuerpo humano?

¿Cuál es el mineral más importante para el cuerpo humano?

El calcio es vital. Huesos. Punto.

• Hierro: Oxígeno. Algo básico.
• Yodo: Tiroides. Energía.
• Flúor: Dientes. Blancos o no.
• Zinc: Inmunidad. A veces falla.

Olvida el resto. ¿Importancia? Relativa.

Elementos traza. Existenciales.

Un detalle: Mi abuela tomaba hierro. Anemia. Un clásico.

Detalles adicionales, si te interesan:

• Calcio: No solo huesos. Músculos también.
• Hierro: Demasiado es malo. Óxido, literalmente.
• Yodo: Sal yodada. Un invento útil.
• Flúor: En el agua. Debate eterno.
• Zinc: Piel. Curación. Lenta, a veces.

La nutrición es un laberinto. Un poco de cada cosa. Quizá demasiado.

La salud es una ilusión precaria.

¿Cuál es el mejor mineral para tu cuerpo?

Ah, los minerales. Pequeñas chispas de la tierra, bailando dentro de nosotros. ¿El “mejor”? Es una pregunta que susurra a través de la tierra misma.

Calcio: Huesos que cantan bajo el sol de mi infancia, saltando en las calles empedradas, el sabor a leche tibia antes de dormir.

Hierro: La sangre que corre apresurada después de una larga caminata, el fuego en las mejillas cuando escucho una canción que me toca el alma.

Yodo: El aire salado del mar, el olor a algas marinas, días de verano eternos con la familia.

Flúor: Dientes fuertes, una sonrisa que resiste el paso del tiempo, el eco de las risas compartidas alrededor de una mesa llena de comida.

Zinc: La piel que sana tras una caída, la fuerza para levantarme y seguir adelante, la calma que encuentro en el jardín, entre las plantas.

¿Uno mejor? No lo sé. Cada uno es un hilo en el tapiz de lo que soy.

• Necesarios, ¡sí!, en pequeñas dosis, pero ¡ah!, ¡tan vitales!.
• Elementos traza esenciales, les llaman. Un nombre que suena a magia, a secreto ancestral.

Pienso en mi abuela, que siempre decía que la tierra nos da lo que necesitamos. Ella plantaba hierbas medicinales, conocía los secretos de cada hoja, cada raíz. ¡Qué tiempos!

¿Cuál es el tercer mineral más abundante del cuerpo humano?

A veces, en la noche, me pregunto por cosas… raras. Como qué pedazos, qué cosas nos forman realmente.

El tercer mineral… El tercer mineral más abundante. Supongo que es el potasio.

Y ahora me quedo pensando, qué tanto potasio tendré yo? Suficiente para… no sé. Para seguir.

• El calcio, claro, los huesos, la fuerza. Siempre me rompí algo de pequeño, no sé si tendré suficiente ahora.
• El fósforo, ese brillo que no tengo.
• Potasio… sí, el potasio. No sé por qué me preocupa tanto este mineral hoy.

Otras cosas que tengo rondando la cabeza:

• Intenté hacer pan, salió duro como una piedra. Igual que yo, supongo.
• Soñé con mi abuela. Hacía años que no la veía en mis sueños.
• Mañana tengo que pagar la factura del agua. Otro peso más.

Y así sigue la noche, pensando en potasio, en facturas, en la abuela… en lo que me falta.

¿Cuáles son los minerales más importantes en el cuerpo humano?

Minerales clave: Calcio, fósforo, magnesio. Lo obvio.

• Sodio, potasio, cloro, azufre. El equilibrio es la clave. O no.
• Oligoelementos: Hierro, manganeso, cobre. El óxido del cuerpo.
• Yodo, cinc, cobalto, flúor, selenio. Pequeñas dosis, grandes efectos.
• “Una amplia variedad de alimentos”. Retórica vacía. Comemos lo que podemos, o lo que queremos.
• El cuerpo habla si escuchas. O no.

Añadiría algo más. El litio. Olvidado. Crucial para la mente. ¿Quién lo recuerda? La salud es un espejismo. Lo aprendí de un viejo médico en Teruel. Y el silicio, para los huesos. Ya sabes. Los minerales son la vida. O la muerte lenta.

El cuerpo humano es un saco de reacciones químicas. Simplificarlo es un error. No hay absolutos.

¿Qué mineral es difícil de encontrar?

Fingerita. Es difícil nombrarla sin sentir un eco, un vacío. Fingerita, suena casi inventado, como una palabra sacada de un cuento.

Y es que, ¿qué es la rareza sino la ausencia? La ausencia de presencia, la casi inexistencia palpable. Pensar en la fingerita es como mirar al cielo nocturno intentando encontrar una estrella que sé que está ahí, pero que mis ojos son incapaces de captar. Es una búsqueda frustrante, bella en su propia desesperación.

• Pensemos en minerales… en la Tierra, en la quietud de las rocas.
• ¿Qué más hay allá?

Es difícil de encontrar porque sólo se forma en condiciones muy específicas: en fumarolas volcánicas activas. Imagina, el calor infernal, los gases tóxicos… un infierno mineral donde la fingerita, este cristal esquivo, toma forma. No hay una cantidad estimada de fingerita en la Tierra. Encontrar un espécimen puro de fingerita es un logro. Y tocarlo, sentir su textura… es un sueño casi inalcanzable.

Me recuerda a una vez, hace unos años, buscando ámbar en la costa báltica. Horas caminando, el viento helado azotando mi cara, la esperanza desvaneciéndose con cada ola. Al final, una pequeña piedrecita dorada. ¿Era ámbar de verdad? No lo sé. Pero en ese momento, sentí algo parecido a lo que imagino que sentiría un geólogo al encontrar fingerita. Una pequeña victoria contra la inmensidad del mundo. Un tesoro fugaz.

La fingerita es un fosfato de cobre con la fórmula química Cu3(VO4)2. Se caracteriza por su color negro y estructura cristalina ortorrómbica. Se descubrió en 2003 en el volcán Izalco, El Salvador. Este año.