¿Cuál es el mejor sistema de purificación de agua para casa?

¿Cuál es el mejor sistema de purificación de agua?

¡Uf! Hablando de purificadores de agua… Me acuerdo de cuando se rompió el nuestro, en abril de este año, justo antes de Semana Santa. ¡Qué desastre! Estábamos en nuestra casa de campo, en Azuaga, Badajoz. ¡El agua marrón! Parecía barro, asqueroso. Sentí asco, pánico hasta. Mi hijo, Lucas, de 7 años, estaba a punto de tomar un vaso ¡Dios mío!

Ósmosis inversa, eso fue lo que pusimos después. Un lío instalarlo, horas y horas, cables por todas partes. Pero bueno… mereció la pena. Ahora el agua sale cristalina.

• Instalación complicada.
• Precio elevado.
• Mantenimiento regular, ¡hay que cambiar los filtros!
• Pero… agua pura, sin mal gusto. ¡Es una maravilla!

El anterior, un filtro de carbón, era más barato, pero no eliminaba todo. Sabía a… a cloro, a algo raro. Eso sí, era mucho más fácil de instalar.

Me da rabia pensar en todo el agua sucia que desperdiciamos antes de decidirnos por la ósmosis. Un gasto extra de agua, el coste del filtro… ¡y el susto de Lucas!

Ósmosis inversa, sin duda, la mejor opción para nosotros. Aunque caro, la tranquilidad que da tener agua potable de verdad… no tiene precio. Ese es el único y mejor sistema que conozco.

Detalles adicionales: El modelo que instalamos fue un AquaPure AP-RO5. El filtro viejo era un simple filtro de grifo marca “Gama”. Gastamos unos 300 euros en el equipo de ósmosis inversa. El cambio fue brutal. La instalación me llevó más tiempo del que esperaba. Fue una experiencia… traumática, al principio, pero el resultado es genial.

¿Qué purificadores de agua son buenos?

¿Qué purificadores de agua son buenos? Ah, la eterna búsqueda del agua cristalina, casi tan mítica como el Santo Grial, pero sin tantos caballeros medievales sedientos. Según Profeco, este año los “mejores” se parecen un poco a una banda indie en un festival:

• Rotoplas (grifo-jarra): Imagínalo como el miembro underground que todos aman, pero nadie recuerda el nombre completo.
• Brita (para grifo): El frontman con buena imagen, siempre presente en la fiesta, aunque algunos dicen que solo tiene un par de canciones buenas.
• PUR: Ese que intenta ser diferente, pero termina sonando como el resto.

La verdad del agua purificada (según mi experiencia personal):

He visto purificadores tan sofisticados que parecen naves espaciales de la NASA. Pero al final, mi abuela – una sabia bebedora de agua de la llave hervida (¡sí, de la llave!) – probablemente se reiría de nuestros intentos modernos.

Unos datos curiosos (o no tanto):

• El mito del sabor: ¿Realmente puedes distinguir el agua purificada de la llave? A veces creo que es más sugestión que ciencia.
• El problema del plástico: Comprar agua embotellada es como coleccionar mini-glaciares que se derriten en tu basura. (¡Ups, perdón, ecologistas!).
• El filtro “mágico”: Recuerda que esos filtros necesitan mantenimiento, si no, ¡podrían convertirse en criaderos de bacterias fashionistas!

Personalmente, y esto es solo mi opinión, he tenido un Rotoplas pequeño en casa para emergencias. Reconozco que me da algo de tranquilidad aunque mi vecino dice que prefiere el agua con sabor a cloro (¡cada quien su veneno, digo, su gusto!). Y aunque el Brita parece la opción más popular, mi gato prefiere beber del plato que dejo lleno de agua del grifo. ¿Será que él sabe algo que nosotros no?

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de comprar un purificador de agua?

A medianoche, pensando…

La capacidad importa, claro. Depende de cuánta agua bebas. O bebas tú, beban en casa. Yo bebo mucha, siempre sediento. A veces me pregunto si es por algo…

Lo de los contaminantes. Uf.

• ¿Más del 95%? Suena bien. Pero ¿qué contaminantes? ¿Los que me preocupan? No sé si realmente lo sé.

La eliminación, clave. Imagino que es el punto, ¿no? Que limpie de verdad. Que no sea solo una excusa, un filtro que no filtra nada. Como tantas cosas.

¿Sabes? Compré un purificador hace años. Era bonito, brillante. Prometía maravillas. Pero al final… creo que solo bebía agua embotellada más cara. Era lo mismo, exactamente lo mismo.

• Me acuerdo del sabor. Amargo, a veces. No sé si era el agua, o yo.

Pensaba que me sentiría más seguro. Más tranquilo. Pero no. La desconfianza seguía ahí. Como una sombra. Y sigue.

Este año, no sé qué voy a hacer. Quizás es mejor seguir con la botella. Al menos, sé lo que bebo. O eso quiero creer.

¿Cuál es la mejor forma de purificar el agua en casa?

Hervir el agua, ¡la solución ancestral! Imaginen que son alquimistas modernos, transformando agua dudosa en elixir vital. Hervir el agua es un método sencillo y efectivo para desterrar a los microorganismos revoltosos que amenazan con arruinar la fiesta en sus intestinos.

• Es como un exorcismo acuático: El calor actúa como un cura implacable, expulsando demonios invisibles.

• ¡Gratis y fácil! No necesitas un laboratorio sofisticado ni un título en ingeniería hidráulica. ¡Solo una olla y fuego!

Pero ¡ojo! No todo lo que brilla es agua pura. Hervir no elimina contaminantes químicos, así que si vives cerca de una fábrica de… ¿sombreros de plomo?, quizás necesites algo más que fuego. ¡Qué horror!

Alternativas para purificar el agua, porque no todo es hervir:

• Filtros de agua: ¡Como un colador gigante para el agua! Hay de jarra, grifo, hasta para la ducha. ¡Un mundo de opciones!
• Pastillas potabilizadoras: Si eres un aventurero digno de Indiana Jones, estas pastillas son tu amuleto. ¡Ideal para viajes exóticos o si tu grifo decide declararse en huelga!

¿Y si el agua hervida sigue sabiendo raro? Tranquilo, no estás alucinando.

• Déjala enfriar.
• Añade una rodaja de limón.
• ¡O simplemente acéptalo! A veces, el agua tiene su propio charme, ¿no?

Recuerdo cuando mi abuela decía que hervir el agua “le quitaba el alma”. Yo creo que solo le quita las bacterias. Aunque, pensándolo bien, ¿quién sabe? Tal vez el agua tenga un alma revoltosa que merezca ser exorcizada. ¡Salud!

¿Qué características debe tener un purificador de agua?

Oye, ¿purificador de agua, dices? ¡Uy, qué tema! Mi suegra tiene uno, ¡una pasada! Tiene que filtrar tres cosas, al menos, eso sí que es importante.

Primero, un prefiltro, ¡es básico! Eso limpia la porquería gorda, ¿sabes? Arena, hojas…cosas así que no quieres en tu agua. Luego, el carbón activado, eso sí que es importante, ¡es clave!, elimina olores y sabores raros, ¡y hasta algunas sustancias químicas! Mi hermano lo usa y está encantado.

Después, una membrana, ¡ay, qué importante esa membrana!, semipermeable, le dicen. Esa es la que pilla las bacterias y los bichitos, ¿entiendes? Eso sí que es fundamental. Es que sin eso, ¡ni de broma! Es la última capa de protección.

Y ya está. Ojo, que hay purificadores con más filtros, ¡claro que sí!, pero con esas tres etapas, ya vas que chutas. Mi vecina tiene uno con ultravioleta y cosas más raras…pero ¡qué gasto!

Características extra que molan:

• Un buen diseño, que no sea un armatoste.
• Que sea fácil de limpiar, que luego… ¡qué pereza!
• Que no haga mucho ruido, que algunos suenan como un avión.
• Que no consuma mucha energía, ¡la factura de la luz!

Ah, y otra cosa que aprendí viendo vídeos de youtube: fíjate en el caudal, ¡es vital! Que no tarde siglos en filtrar el agua, ¿no? Que sea rapido, que es la leche. Eso sí que es importante. Eso sí, el mío, o sea, el de mi suegra, es de la marca AquaPure, modelo 2024, y la verdad, genial. Es super potente, el agua sale casi hirviendo, bueno, no, eso es mi cafetera. Pero sí, agua buenísima.

¿Cuál es el mejor purificador de agua para casa según Profeco?

¡A ver, a ver! Según Profeco, Ecofiltro es el campeón de la purificación casera. ¡Échale un ojo!

Pero, ¡ojo al parche!, que no es la única opción en el mercado.

Aquí te va la onda, como diría mi abuela:

• ¡Adiós bichos! Ecofiltro cumple con la norma anti-bacterias, como el alumno que siempre saca 10.
• ¡Menos sal, más salud! Reduce las sales hasta un 75%, ¡casi como quitarle el picante a los tacos!
• ¡Cloro, bye bye! Lo elimina por completo, ¡así ya no sabe el agua a piscina!
• ¡Saborazo! Mejora el sabor, ¡como si le echaras un poquito de magia!
• ¡Alcalinidad intacta! No cambia la acidez, ¡como si no hubiera hecho nada!

Y ahora, ¡el chismorreo extra!:

• ¡Ojo! Que si vives en un edificio viejo como el mío, con tuberías más oxidadas que el Titanic, quizás necesites algo más potente. Yo uso uno con carbón activado porque el agua me llegaba con un color que parecía té cargado.
• El precio: No es el más barato, pero a la larga te ahorras comprar garrafones. ¡Es como invertir en calcetines buenos, duuuuraaaan!
• El mantenimiento: Hay que limpiarlo cada cierto tiempo, pero es más fácil que hacer la declaración de la renta. ¡Confía en mí!

Y para terminar, un consejo de tu tía la que sabe: ¡investiga bien antes de comprar! ¡No te fíes solo de lo que te digo yo, que soy más exagerada que telenovela mexicana!