¿Cuáles son 15 beneficios de la luz solar?

Ay, la luz del sol… ¿Quién no la ha amado alguna vez? Recuerdo cuando era niña, pasando horas jugando en el jardín, la cara bañada por ese calorcito tan rico. Ahora, ya mayor, sé que esa sensación maravillosa esconde muchísimos beneficios, ¡muchísimos más de los que imaginaba!

Dicen que la exposición solar, ojo, con moderación y protección, claro, ¡que nadie se vaya a freír al sol!, mejora la masa muscular y la resistencia. ¿Será por eso que me siento tan enérgica después de una caminata matutina? A veces pienso que sí… También dicen que baja la presión arterial y el colesterol. Mi abuela, que siempre se sentaba a tejer en el balcón, tenía una presión estupenda, ¡casi perfecta! ¿Tendrá que ver? Quizás…

Luego está la vitamina D, ¡esa bendita vitamina D! Es vital, ¿verdad? Recuerdo que el médico me dijo una vez que muchos problemas de huesos se solucionan simplemente tomando el sol un rato al día. ¡Quién iba a decirlo! Y no solo eso, ¡incrementa la respuesta inmunológica! Es como si el sol nos inyectara una dosis de fuerza para combatir enfermedades. He notado, en mi propia experiencia, que en invierno, cuando el sol escasea, me resfrío mucho más fácilmente.

Se habla también de reducir infecciones respiratorias, mejorar el estado de ánimo, regular el sueño… ¡hasta para la piel es buena, con moderación, repito! Claro que sí, si te pasas, te quemas, ¿no? Como aquella vez en la playa… ¡Ay, qué susto! Pero, bueno, con protección, ayuda a tener una piel más sana.

Y lo más impresionante es que se relaciona con la reducción del riesgo de ciertos tipos de cáncer. ¡Increíble, no? Eso sí, no es una varita mágica, es una ayuda más dentro de un estilo de vida saludable. Además, se dice que influye en la absorción de calcio y en la salud ósea… ¡y hasta ayuda a controlar el peso!

En fin, quince beneficios y seguramente muchos más que aún se están descubriendo. La luz del sol, ese regalo de la naturaleza, es algo maravilloso, pero siempre con cabeza, con precaución. Un poquito de sol al día, con protección, ¡es una inyección de salud y felicidad! Al menos, para mí lo es.