¿Cuáles son las 10 hormonas gastrointestinales?

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Las principales hormonas gastrointestinales, claves en la digestión y el metabolismo, son: gastrina, que estimula la secreción de ácido gástrico; glucagón e insulina, reguladoras del azúcar en sangre; motilina, que controla la motilidad intestinal; polipéptido pancreático, inhibidor de la secreción pancreática; péptido tirosina-tirosina (PYY), supresor del apetito; secretina, que estimula la secreción de bicarbonato; y colecistocinina (CCK), inductora de la liberación de enzimas pancreáticas.

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El Orquestador Silencioso: Un Viaje a través de las 10 Principales Hormonas Gastrointestinales

Nuestro sistema digestivo, un complejo entramado de órganos y procesos, no opera al azar. Detrás de la eficiente maquinaria que transforma los alimentos en energía, existe una intrincada red de comunicación hormonal, un verdadero diálogo químico que orquesta la digestión y el metabolismo. Si bien la lista de hormonas implicadas es extensa, diez destacan por su papel crucial en este proceso. Conocerlas es comprender mejor la intrincada fisiología que nos mantiene vivos.

Olvidemos la imagen simplista de un simple tubo digestivo. Imaginemos, en cambio, un órgano altamente sofisticado, repleto de sensores, mensajeros químicos y reguladores, donde cada paso, desde la masticación hasta la absorción de nutrientes, está finamente orquestado. Y en este concierto metabólico, las hormonas gastrointestinales son las directoras de orquesta.

Las diez hormonas gastrointestinales principales, con sus funciones específicas, son:

  1. Gastrina: La hormona “iniciadora”. Secretada en el estómago, su principal función es estimular la producción de ácido clorhídrico (HCl) y pepsina, cruciales para la digestión de proteínas. Su liberación está influenciada por la presencia de alimentos, especialmente proteínas, en el estómago.

  2. Insulina: Más allá de su conocida función en la regulación de la glucosa en sangre, la insulina también juega un papel importante en el tracto gastrointestinal. Influye en la absorción de nutrientes y modula la motilidad gástrica.

  3. Glucagón: Contraparte de la insulina, el glucagón regula los niveles de glucosa liberando glucosa almacenada en el hígado. Su acción en el sistema digestivo es menos directa, pero contribuye a mantener un ambiente metabólico estable.

  4. Motilina: La “conductora” de la motilidad. Estimula las contracciones rítmicas del estómago y el intestino delgado, impulsando el movimiento del quimo (masa digerida) a través del tracto digestivo. Juega un rol importante en el complejo motor migratorio, un patrón de contracciones que limpia el intestino delgado.

  5. Polipéptido Pancreático (PP): Un potente inhibidor. Secretado por el páncreas, inhibe la secreción de enzimas pancreáticas y la liberación de bicarbonato, regulando la actividad pancreática en función de las necesidades digestivas.

  6. Péptido YY (PYY): El “apagador del hambre”. Liberado en el intestino delgado, el PYY actúa como una señal de saciedad, reduciendo el apetito y regulando la ingesta alimentaria. Su influencia en la digestión es indirecta pero esencial para el balance energético.

  7. Secretina: La “neutralizadora”. Secretada en el duodeno en respuesta a la acidez del quimo, estimula la liberación de bicarbonato por el páncreas, neutralizando el ácido estomacal en el intestino delgado y creando un pH óptimo para la acción de las enzimas digestivas.

  8. Colecistocinina (CCK): La “liberadora de enzimas”. También secretada en el duodeno, la CCK induce la liberación de enzimas digestivas del páncreas y la contracción de la vesícula biliar, liberando bilis para la emulsificación de las grasas.

  9. Somatostatina: La “hormona multitarea”. Esta hormona inhibe la secreción de numerosas hormonas gastrointestinales, incluyendo la gastrina, secretina, insulina y glucagón. Actúa como un freno general, modulando la actividad digestiva y previniendo respuestas excesivas.

  10. Grelina: La “hormona del hambre”. Mientras que PYY suprime el apetito, la grelina lo estimula. Secretada principalmente en el estómago, sus niveles aumentan antes de las comidas, incrementando el deseo de comer. Aunque su influencia en la digestión directa es menor, regula el balance energético a largo plazo.

Este complejo sistema hormonal garantiza la digestión eficiente y la regulación metabólica. Un desequilibrio en la producción o acción de cualquiera de estas hormonas puede desencadenar diversos trastornos gastrointestinales, recalcando la importancia de mantener la salud del sistema digestivo y un estilo de vida equilibrado. La investigación continua en este campo promete desentrañar aún más misterios sobre la intrincada orquesta hormonal que regula nuestra vida diaria.

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