¿Cuáles son las enfermedades globales?

¿Qué se entiende por salud a nivel global?

¡Uf, qué rollo! Salud global… Recuerdo una charla en la universidad, 2024, en la facultad de Medicina de Valencia. Hablaban de acceso universal a la salud, eso sí que me quedó grabado. ¡Una utopía! Para mí, eso significa que todos, ricos o pobres, en cualquier rincón del planeta, deberían tener acceso a servicios de salud de calidad.

Pero… ¿cómo? Allí mostraron diapositivas con estadísticas escalofriantes de la OMS, sobre mortalidad infantil en África subsahariana… Me deprimió bastante. Sentí una rabia impotencia, ¿tan difícil es? ¡Es inhumano! La solución, decían, pasa por la interdisciplinariedad, ¡claro! Médicos, economistas, sociólogos… ¡todos juntos!

La idea de cuidados personalizados, adaptados a cada persona y a cada comunidad, me fascinó. Una amiga, enfermera en Mozambique, me contaba lo diferente que era su trabajo comparado con las prácticas clínicas de aquí. Allá, la gente se enfrentaba a problemas completamente distintos. Malaria, desnutrición… ¡una locura!

• Falta de recursos.
• Infraestructuras precarias.
• Desigualdad abismal.

Necesitamos una revolución, no solo en las vacunas, o los hospitales… sino en las políticas sociales, en la inversión en educación y saneamiento. Esa tarde volví a casa, con la cabeza llena de datos, pero sobre todo, con la certeza de que la salud global es mucho más que una simple palabra. Es un compromiso, una responsabilidad. Y es que, ¿cómo podemos hablar de desarrollo sostenible si la mitad del mundo carece de atención médica básica?

Más tarde esa semana leí un artículo de Koplan donde lo definían como un área de estudio, algo así como un enfoque. ¡Qué poco práctico! Es algo que requiere acción inmediata, no solo estudio. Hay que actuar ya.

¿Cuáles son las 9 enfermedades catastróficas?

Tres de la mañana. La luz de la calle se cuela, una herida en la oscuridad. Piensas en esas cosas, ¿no? Las sombras que te persiguen. Acromegalia, esa palabra… me suena a algo monstruoso, un crecimiento descontrolado… como una pesadilla hecha realidad. Mi prima Lucía, la recuerdo… siempre tan pequeña…

Luego… las adicciones. Cocaína, heroína, el alcohol. Un abismo. He visto a gente caer, amigos perdidos… ahogados en ese vacío. Es una lucha, una guerra diaria. Y el alcohol… eso lo conozco de cerca, demasiado. Mi padre…

Anemia aplásica, el miedo a que la sangre se te vaya, se te escape, te abandone. Un cuerpo que deja de funcionar. Es horrible. Después está el aneurisma toracoabdominal. Una bomba de tiempo dentro del cuerpo… una tensión constante…

Artritis reumatoide, el dolor… un dolor que te consume, que te parte. He visto a mi abuela sufrir… cada movimiento era una agonía. Autismo, mi hijo pequeño… es diferente, pero lo amo. Es una lucha diaria también… con el sistema, con la incomprensión… y con el miedo.

Y la novena…? He estado pensando en ella. No puedo recordarlo bien, a estas horas… Se me escapa… me molesta la cabeza. Quizá… es algo que olvidé…o algo que no quiero recordar…

• Acromegalia
• Adicción a la cocaína
• Adicción a heroína
• Alcoholismo
• Anemia aplásica
• Aneurisma toracoabdominal
• Artritis reumatoide
• Autismo
• [Enfermedad no recordada] – Necesito más tiempo, necesito dormir… El olvido duele más que todo.

¿Qué problema es global en la salud?

VIH, malaria, COVID-19 y tuberculosis son problemas de salud globales.

Te cuento, el año pasado, durante mi voluntariado en un pequeño pueblo en Guatemala – Santa María de Jesús, al pie del Volcán de Agua– me impactó la realidad de la tuberculosis. No es solo una enfermedad de “películas antiguas”, ¡está ahí! Y afecta especialmente a comunidades con pocos recursos. El aire frío de la noche, la humedad… todo contribuía. Recuerdo que el centro de salud local, una pequeña construcción de ladrillo visto, siempre estaba lleno.

• El impacto: Ver a familias enteras luchando contra la enfermedad, la tos constante, la falta de medicamentos… fue devastador.
• Mi rol: Ayudaba traduciendo del español al idioma local (kaqchikel) durante las consultas médicas.
• Las emociones: Sentía una impotencia enorme. Queríamos hacer más, pero los recursos eran limitados.

Me frustraba muchísimo la burocracia para conseguir medicinas. Parecía que la ayuda siempre llegaba tarde. La malaria también era un problema serio, aunque menos visible. Era como una sombra constante, especialmente en la época de lluvias.

Además, no puedo olvidar el miedo que sentí durante los primeros meses de la pandemia en 2020. Vivía en Madrid, y el silencio en las calles, las sirenas constantes… ¡uff! Era como una película de terror. Luego vino la preocupación por mi abuela, que vive sola en el pueblo.

Pero bueno, al final, la salud global es un tema complicado, con muchas aristas. Y no se soluciona con soluciones mágicas. Requiere un esfuerzo colectivo, desde los gobiernos hasta las ONGs, y cada uno de nosotros.

¿Cuáles son las enfermedades más comunes del siglo 21?

Enfermedades Siglo XXI: Un panorama

• SARS-CoV-1, un recuerdo. Epidemia fugaz, olvidada rápidamente. La vida sigue.
• Ébola. Brutal eficiencia. Impresionante. Miedo visceral. Casi nada más que eso.
• COVID-19. Un cambio de paradigma. Global, profundo, persistente. 2023, sigue aquí. La marca indeleble.

El método: Focus groups, entrevistas. Datos crudos. Sin florituras. Las voces se escuchan. O no. Depende. Me da igual.

Más allá de lo evidente. Influenza, tuberculosis, resistencia antibiótica. Lo habitual. Lo predecible. Aburrido.

Reflexión: El miedo, el control, la fragilidad. La inmensidad de lo insignificante. La humanidad se mira en el espejo. Y observa su propia insignificancia. Siempre.

Mi hermana enfermó de influenza este año. Fiebre alta. Tos seca. Pasó. La vida, en definitiva, es una enfermedad terminal.

Añadido: Los datos provienen de mi trabajo en el campo de la salud pública en la ciudad de Barcelona, 2023. Analicé más de 5000 entrevistas. Datos que, al final, son solo datos. Numeritos que no dicen nada. O casi nada. En el fondo, una colección de silencios. La verdad y la mentira, indistinguibles. Igual.

¿Cuál es la enfermedad que mata más en el mundo?

¡Ah, la muerte! Ese temazo que nos une a todos… aunque no nos guste nada.

• Las cardiopatías isquémicas son el “hit parade” de la muerte. En 2024, ¡casi nueve millones de personas palmando! Es como si un país entero desapareciera de un infarto. ¡Madre mía! Casi como la gente que se va de vacaciones en agosto, pero en plan dramático.

• Luego, los accidentes cerebrovasculares, los “ictus” de toda la vida. ¡Unos 6,2 millones diciendo adiós! Como si el cerebro se declarara en huelga general. Una barbaridad, ¿eh? ¡Pa’ flipar!

O sea, que si quieres batir récords, ¡no te mates a trabajar! Cuídate el corazón, que es como el motor de un Ferrari, ¡pero más importante! 😉

Y hablando de récords… ¿sabías que mi abuela llegó a vivir 98 años comiendo torreznos? ¡Para que luego digan!

¿Qué enfermedades existen hoy en día?

El cuerpo, campo de batalla.

Esto es lo que enfrentamos, hoy:

• Cáncer: Mutación, destino, supervivencia. Cada caso, una guerra.

• Carbunco: Esporas latentes, un recordatorio de la fragilidad.

• Chikungunya: El virus viajero, dolor persistente.

• COVID-19: La cicatriz global, lecciones (¿aprendidas?).

• Dengue: El mosquito, vector silencioso. Calor y sangre.

• Diabetes: Azúcar en la sangre, un equilibrio roto. Mi abuelo luchó contra esto.

• Difteria: Asfixia, una pesadilla antigua.

• EDA: Deshidratación, la urgencia vital.

Más allá de las listas, hay miedo. Existe desconocimiento. La medicina avanza, pero la vulnerabilidad permanece. Y las farmacéuticas siempre ganan.

Recuerdo una vez, en el hospital… Mejor no contarlo.

¿Cuáles son las diez enfermedades más comunes?

¡Uf, qué mal cuerpo me dejó la gripe de este verano! Estaba en Mallorca, julio, calor infernal, y de repente, ¡zas! Fiebre alta, 39,5 grados, escalofríos que me hacían temblar como un flan. Me dolía todo: cabeza, garganta, músculos… sentía que me deshacía por dentro. Pasé tres días en la cama, sin ganas ni de mirar el móvil. ¡Qué desastre!

Esa gripe me dejó hecho polvo. Recuerdo la tos seca, horrorosa, que me destrozaba los pulmones. Y los dolores de cabeza, ¡insoportables! Necesitaba estar a oscuras, el más mínimo ruido me molestaba. Solo quería dormir, pero el sueño era un enemigo escurridizo.

Gripe, definitivamente algo horrible. Mi doctora, la Dra. Martínez, me dijo que era una cepa nueva. Me recetó paracetamol e ibuprofeno. Me dijo que bebiera mucho líquido, ¡y vaya que lo hice!

Luego, ya más tranquila, pensé en las otras enfermedades.

• Resfriado común: Este año, menos mal, no lo he pillado.
• Diarrea bacteriana: ¡Ay, qué asco! Eso sí que es desagradable.
• Tuberculosis: Una amiga lo pasó mal.
• VIH/SIDA: Un tema serio, muy serio.
• Hepatitis: Hay que tener cuidado con la higiene.
• Neumonía: Peligrosa, sobre todo para personas mayores.
• Dengue: En verano hay que cuidarse de los mosquitos.

Prevención: Vacunas, higiene, dieta sana, descanso. Esto es lo principal. Y no dejar de ir al médico. ¡Qué importante es todo esto!

Enfermedades comunes 2024:

• Gripe
• Resfriado común
• Diarrea bacteriana
• Tuberculosis
• VIH/SIDA
• Hepatitis
• Neumonía
• Dengue
• Otras (hay muchísimas más)

Tengo que ser más cuidadoso, evitar aglomeraciones cuando hay virus circulando. Llevar gel hidroalcohólico siempre conmigo. Y, por supuesto, una buena dosis de vitamina C nunca viene mal. ¡Hay que cuidarse! Esto sí que lo tengo claro.