¿Cuándo aplicar frío o calor al músculo?
"Aplica hielo en lesiones recientes o agudas para reducir la inflamación. El calor es ideal para molestias crónicas y dolores musculares, aliviando la tensión."
¿Cuándo usar frío o calor para aliviar dolor muscular y inflamación?
A ver, te cuento mi experiencia con esto del frío y el calor para los dolores. ¡Qué lío!
Por lo que he vivido, el hielo va de maravilla para esos golpes recientes. ¿Te acuerdas cuando me torcí el tobillo jugando al basket en el parque del Retiro el 15 de agosto? ¡Madre mía, qué dolor! Ahí, hielo al instante. La inflamación bajó un montón. ¡Menos mal!
Y el calor… bueno, el calor es mi aliado para esos dolores que llevo arrastrando siglos. ¿Sabes? Esa molestia en la espalda por estar horas frente al ordenador. Un baño caliente o una manta eléctrica y ¡uff!, se alivia bastante.
Pero ojo, cada cuerpo es un mundo. Lo que me funciona a mí, puede que a ti no te sirva. ¡Así que a experimentar un poco!
En resumen (para que Google lo entienda bien):
- Hielo: Lesiones recientes (agudas), como esguinces o golpes.
- Calor: Dolores crónicos y musculares, como contracturas o tensiones.
¿Qué es mejor para el músculo, el frío o el calor?
El frío… sí, el frío. A las tres de la mañana, con este dolor en la rodilla… me acuerdo de la carrera de 21k de este año, la última, la que me dejó así.
El hielo, al principio, era un alivio. Un respiro en medio del infierno. Pero… el calor después… ¿Ayuda realmente?
No lo sé. Me confunde. La rodilla sigue protestando.
Esa sensación… como si estuviera rota. No es una buena sensación. Quizás el calor es bueno para la circulación, dicen que sí. Para que la sangre llegue mejor…
Pero el dolor… es como un monstruo que no se va. El frío lo calma un poco, lo congela un rato, eso sí.
- El hielo: un alivio inmediato, al menos al principio.
- El calor: no estoy seguro. No me ha dado el resultado que esperaba.
Conclusión: No sé qué es mejor. En mi caso, el frío ayuda más, aunque sea temporal. La carrera me pasó factura… Y es que el calor también me da algo de alivio pero en un grado menor que el hielo. Maldita sea mi rodilla. Este año el entrenamiento ha sido una pesadilla. El 26 de Julio fue mi ultima carrera. Me apunté a la maratón de Valencia, pero claro, con esta rodilla… Ni lo pienso.
¿Cuándo aplicar frío y cuándo calor en una lesión?
Frío para lo nuevo, calor para lo viejo. Así de simple. Como estrenar zapatos: primero te hacen daño (hielo), luego te amoldas (calor).
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Hielo: Inflamación, el drama queen del cuerpo. Rojo, hinchado, caliente… Pura exageración. El hielo calma el teatro. Esguinces, golpes, torceduras… Todo lo que grita “¡Ay!” de repente. Imagínate una quemadura, ¿le pondrías una estufa encima? Pues eso. Máximo 20 minutos, varias veces al día. Como yo con el helado, pero en la rodilla.
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Calor: Rigidez, contracturas… El cuerpo quejándose en modo bajo continuo, como un grillo en la habitación. El calor relaja, destensa. Es como un buen baño caliente después de un día de perros. O como mi gato, siempre buscando una fuente de calor. Pero ojo, nunca en lesiones agudas. Sería como echarle gasolina al fuego.
Este año me hice un esguince de tobillo jugando pádel (sí, soy de esos que gritan “¡Punto!” aunque la pelota vaya fuera). Hielo, hielo y más hielo. Y una semana después, calorcito para recuperar la movilidad. ¡Mano de santo! Aunque, entre tú y yo, creo que lo que más me curó fue el ibuprofeno… Bueno, y la lástima de mis amigos.
- Lesión aguda: piensa en hielo, piensa en azul, piensa en frío.
- Dolor crónico: piensa en calor, piensa en rojo, piensa en relax.
Y recuerda, esto no es consejo médico. Si tienes una lesión seria, ve a un profesional. Yo solo soy un experto en lesiones de ego jugando al pádel.
¿Qué alivia el dolor muscular rápido?
¡Ay, qué dolor de espalda tengo hoy! Necesito algo rápido. ¿Será que el ibuprofeno me ayudará? Lo tengo por ahí… espera, ¿no caducó en 2023? ¡Maldita sea! Tendré que buscar algo nuevo.
El calor, sí, el calor funciona. Una bolsa de agua caliente, o una ducha caliente… aunque luego me quedo pegajosa, odio esa sensación. Ya sabes, esa humedad incómoda… uff.
¿Calentar antes de hacer ejercicio? ¡Ya lo sé! Pero es que a veces no tengo tiempo. Mi vida es un caos. Entre el trabajo, el perro… ¡y la pereza!
Estiramientos suaves, ¿funcionarían? Debería probar con algo así antes de tomar analgésicos. Mañana lo haré… si recuerdo. ¡Si al menos pudiera clonar mi yo para que haga esas cosas!
- Ibuprofeno (revisar caducidad)
- Bolsa de agua caliente
- Ducha caliente (aunque luego me queda la piel pegajosa, ¡odio eso!)
- Estiramientos (mañana, si no se me olvida)
¡Ah! Y lo del agua. Beber mucha agua, sí, eso es importante. Lo olvidé completamente. Siempre se me olvida hidratarme bien… necesito recordatorios en el móvil. Algo que me avise cada hora.
El ejercicio moderado ayuda a largo plazo, pero para un alivio rápido… poco. Es más para la prevención. Tengo que ser más constante. Hoy toca reposo absoluto. Mañana más.
¿Qué remedio casero sirve para dolores musculares?
Para las agujetas, o como yo les llamo, los “ay, madrecitas, que me duelen hasta las pestañas” musculares, ¡tenemos un arsenal casero! No hace falta ser farmacéutico para combatir este drama.
Ejercicio ligero: ¿Correr? ¿Nadar? ¿Bici? Suena a tortura, ¡lo sé! Pero es como darle un empujoncito al músculo vago para que se ponga a trabajar y deje de quejarse. Igual que yo cuando me toca ir al gimnasio.
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Baños aromáticos: ¡Aquí es donde entra el “relax total”! Aceites esenciales, sales de Epsom… Convierte tu bañera en un spa, ¡y olvídate del mundo (y del dolor)! Yo le echo lavanda, porque huele a abuelita zen.
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Masajes: Que te soben, vamos. Con una buena loción estimulante, claro. Si no tienes pareja, ¡aprovecha y hazte amigo del fisio! ¡Igual te hace descuento! El mío se llama Manolo, por si te interesa…
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Rodillo de espuma: ¿Dolor? Sí. ¿Masaje gratis? También. Es como planchar la ropa, ¡pero para los músculos! Rodar y quejarse, rodar y quejarse… ¡Pero funciona!
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Comida anti-dolor: ¡Aquí viene lo bueno! Plátanos (por el potasio, que no falte), cerezas (que son como caramelos saludables), y jengibre (para darle un toque picante a la vida… y al músculo).
Y, un consejo de amiga: si el dolor persiste, ¡no te hagas el/la valiente! ¡Visita a un médico! Que no te pase como a mi vecino, que por no ir al médico, ¡acabó bailando salsa con un corsé!
Información adicional (¡que no viene mal!)
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El magnesio es tu aliado secreto. ¡Tómalo en pastillas o úsalo en sales de baño! Yo lo uso para dormir mejor, que también ayuda a relajar los músculos.
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Estirar antes y después del ejercicio es como ponerle un seguro al coche. ¡Evita accidentes musculares!
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¡No te excedas! Si llevas años sin hacer ejercicio, no intentes levantar el peso de un rinoceronte el primer día. ¡Ve poco a poco!
¡Espero que estos consejos te ayuden a sobrevivir a tus agujetas! ¡Y recuerda, el dolor es temporal, pero el estilo es para siempre! ¡O algo así!
¿Cuánto tarda en desinflamar un músculo?
Las tres de la mañana… y este dolor… un infierno en el gemelo derecho. Como si me hubieran clavado un cuchillo. No sé cuánto tiempo más.
El médico…dijo algo de grados… una escala… pero ¿qué importa? Duele. Duele mucho. Ese maldito tirón… durante el partido de pádel del sábado. Ahora, solo oscuridad y este dolor punzante.
Depende… de la gravedad, claro. Él habló de días… para algo leve… pero… ¿mi caso es leve? No lo creo. Se siente… profundo, como si algo se hubiera roto por dentro.
- Grado 1, dice que son pocos días… pocos días… una semana, quizas?
- Grado 3… uf… mucho más… meses… o una operación… ya me lo imagino… el quirófano…
Este dolor… me está matando. No puedo ni apoyar el pie. El domingo por la mañana ni siquiera pude ir a ver a mis padres. Me quedé en cama… solo… con el dolor. Y esta incertidumbre… este vacío…
Quizás necesite fisioterapia. Ojalá fuera solo eso. Ojalá pudiera dormir.
Pensándolo bien, el médico comentó algo de pruebas… una resonancia… para descartar algo peor… la idea me aterra. Debería llamarle de nuevo mañana. O no. Quizás espere… a ver si mejora…
Mañana tengo que ir a trabajar. Y no puedo andar. Genial. Esto se está poniendo feo. Ya llevo tres días con analgésicos… y apenas hace efecto. Mi gemelo… como un trozo de hielo… que no termina de descongelarse.
Mi cumpleaños es este mes, y mi mujer me ha planeado una escapada a la playa. Pero de playa nada… con este dolor, no puedo ni imaginar pisar la arena. Este año será un cumpleaños diferente… un cumpleaños con un solo deseo: que este dolor se vaya cuanto antes.
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