¿Cuándo empieza el riesgo de muerte súbita?

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El riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL) suele comenzar entre los 2 y 4 meses de vida, afectando mayoritariamente a los niños, y presentándose con mayor frecuencia durante el invierno.
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¿Cuándo empieza el riesgo de muerte súbita?

La muerte súbita es un acontecimiento devastador que puede afectar a bebés sanos y aparentemente sanos. Aunque puede ocurrir en cualquier momento durante el primer año de vida, el riesgo comienza a aumentar en un momento determinado.

Inicio del riesgo de muerte súbita

El riesgo de muerte súbita del lactante (SMSL) suele comenzar entre los 2 y 4 meses de edad. Este intervalo de edad se conoce como el “periodo de riesgo máximo”. Durante este periodo, el bebé es más vulnerable a la SMSL.

Factores de riesgo

Aunque se desconoce la causa exacta de la SMSL, se han identificado varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de que un bebé la sufra:

  • Ser varón
  • Dormir boca abajo o de lado
  • Ser prematuro o tener bajo peso al nacer
  • Exposición al humo del tabaco
  • Dormir en una cama con los padres

Estacionalidad

La SMSL es más frecuente durante los meses de invierno. Esto puede deberse a factores como el aumento del uso de calefacción en interiores, que puede resecar el aire y dificultar la respiración del bebé.

Detección y prevención

La SMSL es difícil de predecir, pero existen medidas que pueden tomarse para reducir el riesgo:

  • Colocar al bebé boca arriba para dormir: Esto reduce el riesgo de obstrucción de las vías respiratorias.
  • Proporcionar un ambiente seguro para dormir: Utilizar una cuna o moisés firme, retirar los juguetes y mantas sueltas y mantener la habitación a una temperatura fresca.
  • Evitar fumar: La exposición al humo del tabaco es un importante factor de riesgo de SMSL.
  • Vacunar al bebé: Las vacunas de rutina pueden reducir el riesgo de algunas infecciones que pueden aumentar el riesgo de SMSL.

Los padres deben ser conscientes del riesgo de SMSL y deben tomar todas las medidas posibles para reducirlo. Recordando las recomendaciones de seguridad y vigilando al bebé con atención, pueden ayudar a garantizar que su hijo duerma seguro y sano.