¿Cuando hay infección hay dolor.?

¡Uf, las infecciones y el dolor! ¿Hay algo más molesto? A ver, pensándolo bien, ¿cuándo no duele cuando tienes una infección? Es como si tu cuerpo se pusiera en modo “alerta roja” y te lo gritara a través de cada nervio.

Recuerdo una vez que tuve una amigdalitis… ¡Madre mía! Cada vez que tragaba, sentía como si me estuvieran clavando agujas. Y la fiebre, que no me dejaba ni pensar. Ahí es cuando te das cuenta de lo valioso que es estar sano, ¿verdad?

Y es que, claro, el dolor es la forma que tiene nuestro cuerpo de decir “¡Hey! ¡Aquí hay un problema! ¡Presta atención!”. Es como una alarma que salta para que reaccionemos. Y la inflamación… ¡Uf! Esa hinchazón, ese enrojecimiento… ¡es el campo de batalla de tu sistema inmunitario! Como cuando ves un partido de fútbol, y ves a todo el mundo peleando por el balón. Pues igual, pero dentro de ti.

Claro, a veces me pregunto, ¿no podría ser un poquito más… sutil? Quiero decir, ¿de verdad necesito sentir que me están apuñalando para entender que algo va mal? Pero bueno, supongo que si no fuera tan intenso, lo ignoraríamos, ¿no? Y ahí sí que estaríamos en problemas.

Así que sí, dolor e infección casi siempre van de la mano. Y aunque a veces sea un fastidio, hay que escuchar a nuestro cuerpo. Él sabe lo que hace, aunque a veces exagere un poquito, la verdad sea dicha. 😉