¿Cuándo hay que revisar los lunares?

¿Un punto en el radar? Cuándo tus lunares merecen atención médica

Nuestra piel es un lienzo que cuenta historias. Las pecas que nos recuerdan al sol del verano, las marcas que hablan de aventuras pasadas y, por supuesto, los lunares, esos pequeños puntos que dibujan nuestra individualidad. Sin embargo, estos compañeros cutáneos, tan comunes e inofensivos en su mayoría, merecen nuestra atención. Si bien no hay que obsesionarse, sí debemos ser conscientes de cuándo un lunar puede estar pidiendo a gritos una visita al dermatólogo.

La regla de oro para mantener a raya cualquier preocupación es simple: la regla del ABCDE. Si un lunar presenta alguna de estas características, no dudes en consultar a un profesional:

• A de Asimetría: Un lunar benigno suele ser simétrico. Si al trazar una línea imaginaria por el medio no coincide, es momento de prestar atención.
• B de Bordes irregulares: Los bordes de un lunar sano son definidos y regulares. Si son borrosos, dentados o irregulares, puede ser una señal de alerta.
• C de Color: Los lunares suelen tener un solo tono. Si observas varios colores o un cambio en la pigmentación, consulta a tu dermatólogo.
• D de Diámetro: Presta atención al tamaño. Si un lunar mide más de 6 milímetros de diámetro, equivalente al tamaño de una goma de borrar de lápiz, es importante que un dermatólogo lo revise.
• E de Evolución: Este es quizás el punto más crucial. Cualquier cambio en el tamaño, la forma, el color o la textura de un lunar, así como la aparición de nuevos lunares en la edad adulta, debe ser evaluado por un profesional.

Además de la regla del ABCDE, hay otros síntomas que no debemos pasar por alto. Si un lunar te pica, sangra, supura o presenta costras sin motivo aparente, es fundamental acudir al dermatólogo.

Recuerda que la prevención es la mejor herramienta. Prestar atención a la salud de nuestra piel y realizar autoexploraciones periódicas nos ayudará a detectar cualquier cambio a tiempo. No olvides que la detección temprana es fundamental para un tratamiento eficaz.