¿Cuando tomo magnesio me siento mal.?

2 ver

La ingesta excesiva de suplementos de magnesio puede provocar efectos secundarios como diarrea, náuseas y dolores abdominales.

Comentarios 0 gustos

¿Magnesio y malestar? Descifrando la relación entre el suplemento y sus efectos secundarios

El magnesio es un mineral esencial para numerosas funciones corporales, desde la salud ósea hasta la regulación del ritmo cardíaco y la función muscular. Por ello, muchos recurren a suplementos de magnesio para compensar posibles deficiencias. Sin embargo, una pregunta recurrente surge entre quienes los consumen: “¿Por qué me siento mal cuando tomo magnesio?”

La respuesta, en muchos casos, radica en una ingesta excesiva. Si bien el magnesio es crucial, un exceso puede provocar una serie de efectos adversos que van desde leves molestias hasta problemas más serios. La cantidad de magnesio que el cuerpo necesita varía según la edad, el sexo y el estado de salud, y superar la dosis recomendada puede resultar contraproducente.

Como se menciona en la descripción inicial, la diarrea, las náuseas y los dolores abdominales son los efectos secundarios más comunes asociados a una sobredosis de magnesio. Estos síntomas se deben a que el intestino delgado no puede absorber el exceso de magnesio, lo que provoca irritación y una mayor actividad intestinal. Esta irritación puede manifestarse como calambres abdominales intensos, distensión y una sensación general de malestar gastrointestinal.

Pero la incomodidad no se limita al tracto digestivo. Una alta concentración de magnesio en la sangre (hipermagnesemia) puede afectar otros sistemas del cuerpo, aunque esto es menos frecuente con suplementos orales y suele ocurrir en personas con problemas renales. Los síntomas de hipermagnesemia pueden incluir:

  • Debilidad muscular: Desde una ligera fatiga hasta debilidad significativa que puede afectar la movilidad.
  • Náuseas y vómitos: Más intensos y persistentes que los causados por la irritación intestinal.
  • Mareos y confusión: Debido a su influencia en la función neurológica.
  • Presión arterial baja: Un efecto poco común pero potencialmente grave.
  • Ritmo cardíaco lento (bradicardia): En casos severos.

Es crucial destacar que no todos experimentan estos efectos secundarios. La sensibilidad al magnesio varía entre individuos. Factores como la forma del suplemento (óxido de magnesio, citrato de magnesio, etc.), la dosis y la salud preexistente del individuo influyen en la probabilidad de experimentar efectos adversos.

¿Qué hacer si se experimentan efectos secundarios?

Si al tomar magnesio se presentan síntomas como diarrea, náuseas o dolores abdominales, lo primero es reducir la dosis o suspender su consumo. Es fundamental consultar con un médico o un nutricionista. Ellos podrán evaluar la necesidad real de suplementación, determinar la dosis adecuada y descartar otras posibles causas del malestar. Automedicarse puede ser peligroso, especialmente con suplementos.

En resumen, mientras que el magnesio es un nutriente beneficioso, es esencial consumirlo con responsabilidad. La clave está en obtener la cantidad adecuada a través de una dieta equilibrada o, si es necesario, con la supervisión de un profesional de la salud. Prestar atención a las señales que da nuestro cuerpo y consultar con un especialista ante cualquier duda o efecto secundario es la mejor manera de garantizar un consumo seguro y efectivo de este importante mineral.