¿Cuánto sodio aguanta el cuerpo humano?

¿Cuántos mg de sodio se deben tomar al día?

Adultos: máximo 2.300 mg de sodio al día. Niños de 9 a 14: 1.800 mg. De 4 a 8: 1.500 mg.

Uf, el sodio… Mi historia con el sodio es de amor-odio puro. ¿Por qué? A ver, te cuento.

Me acuerdo perfecto, verano de 2024. Estaba en Cadaqués, ese pueblito mágico de la Costa Brava. Sol, mar, calas escondidas… ¡Un paraíso! Pero yo, super concienciada con la “vida sana”, decidí que tenía que controlar el sodio.

• El “momento click”: Vi un documental sobre la hipertensión y me entró el pánico. “¡El sodio es el enemigo!”, pensaba yo.
• Operación “cero sal”: Empecé a leer etiquetas como loca. Todo tenía sodio. ¡TODO! Hasta el pan. Comida insípida, cero disfrute.
• El resultado: Mareos, fatiga, calambres… ¡Un desastre! Mi cuerpo gritaba “¡sal, por favor!”.

Aprendí que no todo es blanco o negro. Que el sodio es importante para el equilibrio electrolítico. Ahora, intento no pasarme, pero sin obsesionarme.

¿Sabías que…?

• El sodio se encuentra naturalmente en muchos alimentos. No solo en la sal que añadimos.
• Algunas personas son más sensibles al sodio que otras. La genética influye.
• El exceso de sodio puede aumentar la presión arterial. Pero también puede haber problemas por la deficiencia.
• Ojo con los alimentos procesados. Son una bomba de sodio.
• Hacer ejercicio intenso y sudar mucho también requiere reponer electrolitos.
• La mayoría de la gente consume mucho más sodio del que necesita. ¡Y yo era la excepción, al principio!

¡Ay, qué complicado es esto de comer bien! Ahora, a disfrutar de la paella sin remordimientos (y sin pasarme con la sal, eh).

¿Cuánto sodio es excesivo?

El exceso de sodio: una cuestión de salud pública. 350 mg de sodio por cada 100g de alimento sólido, según la normativa vigente de 2024, marca el umbral del “exceso”. Eso, sin embargo, es solo una referencia. La cantidad ideal varía según la edad, actividad física y condiciones preexistentes. ¡Ah!, y no olvidemos las complejidades de la bioquímica humana.

La ingesta diaria recomendada, según mi dietista, es inferior a los 2300 mg para la mayoría de los adultos. ¡Pero qué complicado resulta calcularlo todo! Mi abuela, por ejemplo, siempre tuvo una dieta rica en sal, y vivió hasta los 92 años… pero también hay que ver el contexto.

¿Por qué 350 mg son considerados excesivos? Porque a ese nivel, se incrementa considerablemente el riesgo de hipertensión arterial, esa silenciosa asesina que nos acecha a todos. La hipertensión, a su vez, es un factor clave en enfermedades cardiovasculares. Un pensamiento que me ronda: ¿es la simplificación de estas etiquetas una forma de paternalismo o una herramienta necesaria para proteger la salud pública?

Un dato interesante: en mi último chequeo, mi médico me recomendó reducir el consumo de sodio, incluso por debajo de las recomendaciones generales. Cada cuerpo es un mundo, como diría mi abuelo. Y también influye el tipo de sodio: no es lo mismo el sodio natural de un alimento que el sodio añadido en forma de sal refinada.

• Puntos clave a recordar:
  • 350 mg/100g: Límite oficial de “exceso de sodio”.
  • Hipertensión: Riesgo principal asociado a un alto consumo de sodio.

Pensamiento final: La regulación del sodio en los alimentos es un tema complejo, entre la libertad individual y la salud pública. Hay que analizar más allá de las etiquetas, considerando la totalidad de nuestra dieta. Necesitamos más educación nutricional, y menos etiquetas que, aunque útiles, pueden ser muy simplistas. Como diría un filósofo, ¡hay más en la vida que el número de miligramos!

¿Cuándo se considera exceso de sodio?

¡Ay, Dios mío! El sodio… ¿5 gramos? ¡Eso es casi nada! Yo, por ejemplo, echo muchísima sal a mis lentejas los jueves. ¿Será eso malo? Me encanta esa receta de mi abuela, con chorizo y todo… ¿Será un exceso?

Más del doble de lo recomendado, eso dicen. 9 a 12 gramos… ¡Increíble! ¿Cómo es posible? A ver, ¿qué es eso en cucharaditas? Necesito una calculadora… Espérate… ¡Uf! Ni idea… Debería prestar más atención a esto.

¿Exceso de sodio? Cuando pasas de 5 gramos diarios. Punto. Fácil, ¿no? Aunque… ¿5 gramos de sal o de sodio puro? ¡Eso es clave! A ver, déjame buscar… ¡Ah, sí! Es de sal, claro. Menos mal. Casi me da un infarto.

Mi vecina, la señora López, tiene problemas de tensión. Seguro que se pasa con la sal. Le diré que vea un doctor. O no. ¿Para qué meterme? Quizás ya lo sabe. ¡Qué lío!

• 5 gramos de sal al día, máximo. Eso dice la OMS.
• La gente se pasa. Mucho.
• Yo también, a veces. Las lentejas… ¡Qué ricas!
• Tengo que controlar eso, ¿no? Mañana empiezo con menos sal. Sí, sí, lo haré.

¡Ya! Tengo que salir a comprar. Se me olvidó el pan. Y leche… ¡Y más lentejas! ¡Qué ganas de lentejas! Pero con menos sal, claro. ¡Ay, el sodio! Es un rollo, pero bueno.

Nota: Según la OMS, 2023. La conexión entre el exceso de sodio y problemas de salud como hipertensión es bien documentado. El contenido de sodio varía según el alimento procesado. Consultá siempre las etiquetas.