¿El ketoconazol afecta el hígado?

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El ketoconazol puede dañar el hígado, incluso en personas sin enfermedad hepática previa. Este daño puede ser grave y requerir trasplante o puede ser mortal.

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El ketoconazol: un antifúngico con posibles efectos adversos hepáticos

El ketoconazol es un medicamento antifúngico que se utiliza para tratar una variedad de infecciones, incluidas las infecciones por hongos en la piel, las uñas y las mucosas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el ketoconazol puede tener efectos adversos graves en el hígado.

Efectos del ketoconazol en el hígado

El ketoconazol puede dañar el hígado incluso en personas sin enfermedad hepática previa. Este daño puede manifestarse como una inflamación del hígado (hepatitis), una acumulación de grasa en el hígado (esteatosis hepática) o una fibrosis (cicatrización) del hígado.

En casos graves, el daño hepático causado por el ketoconazol puede provocar insuficiencia hepática, que es una afección potencialmente mortal. Según un estudio, se estima que hasta el 1% de las personas que toman ketoconazol pueden desarrollar insuficiencia hepática.

Factores de riesgo

Ciertos factores aumentan el riesgo de desarrollar daño hepático por ketoconazol:

  • Dosis altas o uso prolongado del medicamento
  • Enfermedad hepática subyacente
  • Edad avanzada
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Uso concomitante de otros medicamentos que también pueden dañar el hígado

Vigilancia del hígado

Debido al potencial de daño hepático, es crucial controlar la función hepática de las personas que toman ketoconazol. Esto generalmente implica pruebas de sangre periódicas para medir las enzimas hepáticas (que son indicadores de daño hepático).

Si se detectan niveles elevados de enzimas hepáticas, el médico puede recomendar suspender el uso de ketoconazol y controlar de cerca la función hepática.

Tratamiento del daño hepático

El tratamiento del daño hepático causado por el ketoconazol depende de la gravedad del daño. En casos leves, el hígado puede repararse por sí solo después de suspender el medicamento. Sin embargo, en casos graves, es posible que se necesite un trasplante de hígado.

Conclusión

Si bien el ketoconazol es un medicamento eficaz para tratar las infecciones fúngicas, es importante ser consciente de su potencial de daño hepático. Las personas que toman ketoconazol deben ser monitoreadas regularmente para detectar cualquier signo de daño hepático. Si se detectan niveles elevados de enzimas hepáticas, se debe suspender el uso del medicamento e iniciar el tratamiento o la monitorización adecuados.