¿Por qué crecen las amígdalas en adultos?
¡Ay, las amígdalas! A mí me dan mucha rabia, la verdad. Recuerdo la pesadilla de tenerlas inflamadas de niño, ¡qué horror! En los adultos, suelen crecer por infecciones repetidas, como una especie de defensa que se vuelve contra uno. Se hinchan tanto que hasta cuesta respirar, ¡una angustia terrible! Si llega a ese punto, la amigdalectomía parece la única salida, aunque da miedo pensar en la cirugía. Es un tema que me genera mucha preocupación y me trae recuerdos no muy agradables.
¿Por qué crecen las amígdalas en adultos? ¡Ay, qué tema tan… mío! Porque sí, a mí me tocó lidiar con eso, y no fue precisamente un picnic. Recuerdo mi infancia, llena de anginas, de garganta inflamada, de noches sin dormir con ese dolor infernal… ¡qué horror! Como si mi cuerpo quisiera traicionarme, ¿no?
Ahora, de adulta, sigo con ese fantasma rondándome. ¿Por qué, caramba, vuelven a crecer las amígdalas? Leí que son infecciones repetidas, ¿verdad? Como si el cuerpo, en su infinita sabiduría (o torpeza, más bien), decidiera armar una especie de fortaleza, un búnker de defensa… que termina atacándome a mí. Es como una guerra civil dentro de mi propia garganta, ¡una locura!
Y luego está el asunto del tamaño. ¡Se hinchan hasta el punto de que apenas puedo tragar, ni hablar de respirar! Recuerdo una vez, hace unos años, que tuve que ir a urgencias… Ese ahogo, esa sensación de opresión… ¡ufff, una pesadilla! Sentí que me ahogaba, de verdad. Me daba miedo, mucho miedo. Me miraban los doctores, me hacían preguntas, y yo solo podía pensar en el alivio que traería respirar sin esa presión en el pecho.
Claro, la solución a veces parece la amigdalectomía, ¿no? Sacártelas de encima de una vez por todas. Pero… ¡da un poco de repelús! La cirugía, el postoperatorio… y la incertidumbre. Es una decisión difícil, ¿verdad? Aunque a veces parece que no hay otra opción. Recuerdo a una amiga que se la hizo, y me contó que fue bastante chungo, pero que al final mereció la pena.
En fin, todo esto me trae recuerdos… recuerdos que no son precisamente bonitos. Pero al menos, hablando de ello, siento que le quito un poco de poder a esos miedos, ¿no? Y quizás, ayude a otros que también pasan por esto. Porque, al final, las amigdalas… ¡qué puñeteras son, eh?
#Amígdalas Adultas#Amígdalas Grandes#Crecimiento AmigdalasComentar la respuesta:
¡Gracias por tus comentarios! Tus comentarios son muy importantes para ayudarnos a mejorar nuestras respuestas en el futuro.