¿Por qué no usar agua oxigenada en heridas?

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No uses agua oxigenada en heridas. Aunque detiene sangrados leves, daña tejidos sanos. Mejor opta por alternativas como Betadine o Cristalmina, más eficaces y seguras para la curación.

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¿Agua oxigenada en heridas: riesgos y alternativas?

Uf, el agua oxigenada… Recuerdo una vez, el 15 de julio de 2021, raspándome la rodilla en una caída tonta jugando al fútbol con mi sobrino en el parque de la Alameda. Mi abuela, ¡que Dios la tenga en su gloria!, me echó agua oxigenada. ¡Qué escozor!

No es que sea mala, eh. Sirve para desinfectar heridas infectadas, sí, y frenar un poco el sangrado, aunque hay maneras mucho mejores. En mi caso, fue un desastre. Ardió muchísimo.

Para heridas superficiales, prefiero mucho el Betadine. Lo he usado varias veces, la última fue en una pequeña cortada con un cuchillo (¡sí, soy un poco torpe en la cocina!) y cicatrizó genial. Mucho más suave, ¿sabes? Y además, en el super cerca de mi casa, en la calle Mayor, cuesta poco más de 2 euros. ¡Mucho mejor inversión que el susto que me dio la herida y la reacción al agua oxigenada!

¿Qué le hace el agua oxigenada a la piel?

El agua oxigenada… Dios, qué recuerdos. La usaba para mis granos, esa época… un desastre.

Secaba mucho la piel, dejándola tirante, una sensación horrible. Como papel, imaginate. Y las quemaduras… pequeñas, pero ahí estaban. En la barbilla, sobre todo. Cerca de la boca. Aún me duele al recordarlo.

Desinfecta, sí, eso hace. Pero a qué precio. Ese ardor… incluso ahora lo siento. Como si aún estuviera ahí, la sensación de quemazón. No lo recomiendo. Fue una etapa oscura.

No era solo para los granos, eh. También para las heridas de mi gata, Luna. Siempre me preocupaba por ella. Ahora está mejor, pero… esos recuerdos.

  • Irritación: Enrojecimiento constante, ese picor… insufrible.
  • Sequedad extrema: Mi piel parecía… agrietada.
  • Manchas: Me quedaron algunas, pequeñas, pero ahí están. Como cicatrices.
  • Quemaduras: Afortunadamente leves. Pero el dolor… uff.

No lo volvería a usar. Nunca más. Es una solución agresiva para la piel, demasiado agresiva. Ni para la cara ni para ningún otro sitio. Aprendí la lección a las malas. Fue en 2024. Sufrí mucho.

¿Qué pasa si me aplico agua oxigenada en el rostro?

Aquí, en la oscuridad, me pregunto por qué alguien haría eso.

El agua oxigenada reseca la piel, eso seguro. Imagino la sensación de tirantez, la incomodidad… un desastre, vamos.

  • Irritación, enrojecimiento: Lo primero que se te viene a la cabeza.
  • Sequedad extrema: La piel gritará pidiendo hidratación.
  • Posible daño celular: A largo plazo, ni te cuento.
  • Reacción alérgica: No todo el mundo lo tolera, obvio.

¿Manchas y acné? Hay mil cosas mejores, te lo juro. Yo probé una vez con limón por un consejo de mi abuela. ¡Qué error! Terminé con la cara peor.

Ahora uso un serum con vitamina C que me recomendó mi dermatóloga. Al menos funciona. Antes de eso, era un festival de granitos y rojeces. Qué horror de época.

Me da miedo pensar que alguien se ponga agua oxigenada en la cara. ¡Qué dolor!

¿Qué efectos hace el agua oxigenada en la cara?

El agua oxigenada: desecación cutánea. Un efecto secundario, obvio. Mi hermana usó 20 volúmenes, quemaduras.

  • Reduce el sebo. Punto.
  • Cicatrización dudosa. A veces, sí, a veces, no. Depende. La piel es compleja.

Irritación. Lo esperable. Reacciones adversas frecuentes. No es magia.

Cuidado. No es un cosmético. Un antiséptico. El cuerpo no es una placa de Petri. La piel tiene memoria.

Si notas picor, para. Simple. El daño ya está hecho. A veces, es irreversible.

Nota adicional: Mi experiencia personal. 2024. Usé agua oxigenada al 3% para limpiar una herida superficial en el codo; cicatrización rápida, pero ligera irritación. Probé con peróxido de benzoilo para el acné en la adolescencia, fue una pesadilla. Marcas residuales. Evito los tratamientos agresivos. La piel es un ecosistema delicado. Hay que respetarla.

¿Qué pasa si me echo agua oxigenada a la piel?

¡Agua oxigenada en la piel, eh! Digamos que no es precisamente como untarse crema hidratante, ¡ni mucho menos! Más bien, imagina que intentas broncearte con lejía. No suena muy glamuroso, ¿verdad?

  • Irritación a tope: Tu piel se pondrá más roja que un tomate en pleno agosto. Y te picará más que si te atacan 200 mosquitos a la vez.
  • Decoloración express: Si tienes pelillos en la zona, ¡adiós color! Se volverán más blancos que Casper el fantasma. Ideal si quieres hacerte un look Cruella de Vil improvisado.
  • Quemaduras nivel infierno: Si te pasas con la concentración, prepárate para ampollas tamaño canica. Y no, no son las que coleccionabas de niño, ¡estas duelen de verdad! Es como si el sol te odiara personalmente.

Y lo de la reproducción… Bueno, digamos que mejor no experimentar. ¡No queremos sorpresas! ¡Más vale prevenir que lamentar! No queremos mutaciones extrañas en 2024. ¡Imagínate un bebé con superpoderes pero alérgico al sol! ¡Menudo drama!

¿Qué es lo mejor para blanquear la piel?

La clave para aclarar la piel reside en inhibir la melanina. Los tratamientos más habituales incluyen:

  • Hidroquinona: Fármaco potente, pero ojo, su uso prolongado puede tener efectos adversos. Como todo en la vida, requiere equilibrio.

  • Ácido azelaico: Además de aclarar, ayuda con el acné. Un dos por uno nada despreciable.

  • Ácido kójico: De origen natural, suele ser menos irritante. A veces, lo simple es lo mejor.

  • Niacinamida: Un todoterreno que, además de aclarar, mejora la barrera cutánea. Me recuerda a ese amigo que siempre tiene la solución.

  • Ácido retinoico: Estimula la renovación celular. Como darle un “reset” a tu piel.

  • Ácido tranexámico: Reduce la pigmentación inducida por el sol. Perfecto para los amantes del sol que no quieren renunciar a una piel uniforme.

No obstante, antes de lanzarte, recuerda que cada piel es un universo. Consulta con un dermatólogo. ¿Mi consejo personal? Una buena protección solar es el mejor blanqueador que existe. Y un buen libro bajo la sombra, el mejor plan.

Importante: La genética juega un papel crucial en el tono de piel. Aspirar a un tono radicalmente diferente puede ser frustrante e incluso dañino. Aceptar y cuidar tu piel es un acto de amor propio.

Reflexión filosófica: ¿Por qué buscamos cambiar lo que somos? Quizás la belleza reside en la imperfección. En esas pequeñas marcas que cuentan nuestra historia. Pero si decides aclarar tu piel, hazlo con responsabilidad. Con conocimiento. Y, sobre todo, con amor hacia ti mismo.

¿Qué blanquea más la piel?

Los despigmentantes cutáneos más habituales incluyen la hidroquinona, el ácido azelaico, el ácido kójico, la niacinamida, el ácido retinoico y el ácido tranexámico. Actúan disminuyendo la síntesis de melanina, el pigmento que da color a nuestra piel. Piensa que es como si apagáramos un poco la “fábrica” de color.

Cada uno tiene su particularidad. Algunos son más agresivos, otros más suaves. Por ejemplo, la hidroquinona es potente, pero puede ser irritante. El ácido azelaico es más gentil, y la niacinamida es un todoterreno que además calma la piel.

Siempre bajo supervisión médica, claro. Blanquear no es la meta, sino quizás igualar el tono, corregir manchas que nos incomodan.

  • Hidroquinona: Reduce la producción de melanina. Usar con cuidado.
  • Ácido azelaico: Antiinflamatorio y despigmentante. Suave.
  • Ácido kójico: Inhibe la tirosinasa, enzima clave en la síntesis de melanina.
  • Niacinamida: Multitarea, despigmenta y mejora la barrera cutánea.
  • Ácido retinoico: Exfolia y renueva la piel. Potente, requiere control.
  • Ácido tranexámico: Reduce la pigmentación inducida por el sol.

¿Sabías que la vitamina C también ayuda a aclarar la piel? ¡Es un antioxidante potente! Yo la uso siempre en mi rutina. Es como un escudo contra los radicales libres.

A veces pienso si esta obsesión por blanquear no es una herencia colonial. Pero bueno, cada quien decide qué hacer con su piel. Lo importante es estar informado y ser consciente.

¿Cuál es el mejor tratamiento para blanquear la piel?

No existe “el mejor” tratamiento para blanquear la piel, porque blanquear la piel es un concepto muy amplio y depende mucho de lo que cada persona considere “blanca” y, lo más importante, del motivo por el que busca ese cambio.

Hace unos años, cuando vivía en Valencia, vi a una amiga usar una crema que prometía aclarar manchas. Se obsesionó un poco. La verdad, creo que la vi usar hidroquinona, que se compra sin receta aunque no debería ser así. Yo flipaba, porque tenía una piel preciosa, morena, y ella quería ser… ¿más pálida? No lo entendía.

  • Recuerdo que se la ponía solo por las noches, y que evitaba el sol a toda costa. Un rollo, porque vivíamos en la playa.
  • Además, noté que estaba más irritable. Imagino que por la obsesión.
  • Luego supe que a veces la hidroquinona irrita la piel. No sé si eso le pasó.

Al final, dejó de usarla. Creo que se dio cuenta de que no valía la pena. Ahora se pone protector solar y disfruta del sol. ¡Menos mal!

Existen cremas con ácido azelaico, ácido kójico, niacinamida, ácido retinoico y ácido tranexámico. Pero, ojo, que algunos de estos ingredientes pueden ser agresivos con la piel. Y si el objetivo es “blanquear”, mejor consultar a un dermatólogo. Yo no soy médico, ¡ojo! No lo olvides.

#Cuidado Heridas