¿Por qué se cuenta el embarazo desde la última regla?

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La fecha de la última menstruación es el punto de referencia para calcular la duración del embarazo. Esto se debe a la imposibilidad de precisar el momento exacto de la fecundación, mientras que la fecha del inicio de la menstruación es un dato conocido con certeza por la mujer. Así se obtiene una estimación confiable de la gestación.

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El Misterio de la Cuenta Atrás: ¿Por qué se calcula el embarazo desde la última menstruación?

El embarazo, un viaje asombroso de nueve meses (aproximadamente), comienza con un evento microscópico: la fecundación. Sin embargo, el calendario obstétrico, ese fiel compañero de las futuras madres y sus médicos, no contabiliza el embarazo desde este momento fugaz e impredecible. En su lugar, se utiliza un punto de referencia mucho más accesible y certero: la fecha de la última menstruación (FUM). Pero, ¿por qué?

La respuesta radica en la simplicidad y la precisión relativa que ofrece este método. Mientras que la fecundación, un evento que ocurre en las trompas de Falopio, es invisible y de momento incierto, la FUM es un dato fáctico y fácilmente recordado por la mujer. Se trata de un evento mensual, repetitivo y, por lo tanto, relativamente fácil de fechar con precisión.

Intentar determinar la fecha de la concepción a partir de una relación sexual específica sería impreciso y poco fiable. La ovulación, momento en que el óvulo es liberado y disponible para la fecundación, es variable y puede verse afectada por diversos factores como el estrés, la alimentación o incluso enfermedades. Además, el óvulo fecundado tarda varios días en implantarse en el útero, otro evento que no puede ser precisado con exactitud.

Utilizar la FUM como punto de partida permite a los profesionales de la salud establecer una estimación confiable de la edad gestacional. A partir de esta fecha, se calcula la duración del embarazo en semanas, lo que facilita el seguimiento del desarrollo fetal, la programación de exámenes prenatales y la anticipación de posibles complicaciones. Este sistema, aunque no determina la edad gestacional exacta (que se podría determinar con exactitud con una ecografía temprana), ofrece una aproximación suficientemente precisa para la mayoría de los propósitos clínicos.

Es importante destacar que la fecha de la última regla es una estimación, no una medida exacta. Las ecografías, especialmente las realizadas en las primeras etapas del embarazo, ofrecen una imagen más precisa del desarrollo fetal y pueden corregir pequeñas desviaciones del cálculo basado en la FUM. Sin embargo, la simplicidad y la accesibilidad de este método lo convierten en la herramienta fundamental para el seguimiento del embarazo a lo largo de sus nueve meses de duración. En definitiva, la cuenta atrás comienza con la FUM no por capricho, sino por una cuestión de pragmatismo y precisión relativa en un proceso biológico complejo y, a menudo, impredecible.