¿Por qué se dice que una bacteria es inmortal?

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Las bacterias no son inmortales en un sentido estricto. Si bien se dividen simétricamente, generando dos células hijas idénticas, son susceptibles a la muerte por factores externos como antibióticos o cambios ambientales. Su continua división celular permite la persistencia de la línea genética, dando una apariencia de inmortalidad.

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Las bacterias: ¿En verdad son inmortales?

La creencia popular de que las bacterias son inmortales se basa en su excepcional capacidad de reproducción. A diferencia de los organismos multicelulares, las bacterias se dividen simétricamente, creando dos células hijas genéticamente idénticas. Este proceso repetitivo permite la persistencia continua de su línea genética.

Sin embargo, la inmortalidad en el sentido estricto es una ilusión para las bacterias. Son tan vulnerables a las fuerzas externas como cualquier otro organismo. Los antibióticos pueden matarlas, y los cambios ambientales extremos, como la temperatura o la acidez, pueden limitar su supervivencia.

La clave de la supuesta inmortalidad de las bacterias radica en la naturaleza de su reproducción. Al dividirse simétricamente, transmiten su material genético completo a sus descendientes. Esto significa que, a medida que las poblaciones bacterianas enfrentan desafíos, surgen cepas resistentes que pueden prosperar bajo las nuevas condiciones.

Por lo tanto, mientras que las bacterias individuales pueden tener una vida útil limitada, la línea genética que llevan continúa indefinidamente a través de la sucesión de generaciones. En este sentido, su persistencia puede verse como una forma de inmortalidad funcional.

Además, las bacterias poseen otros mecanismos que contribuyen a su persistencia. Pueden formar esporas resistentes que les permiten sobrevivir en condiciones adversas. También pueden intercambiar material genético con otras bacterias, lo que les permite adquirir nuevos rasgos y adaptarse a los cambios ambientales.

En conclusión, las bacterias no son inmortales en el sentido literal, pero su capacidad de reproducción simétrica y sus mecanismos de adaptación les confieren una persistencia excepcional. Estos factores les han permitido sobrevivir durante miles de millones de años y seguir prosperando en una amplia gama de entornos.