¿Por qué vuelve a salir la candidiasis?

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¿Candidiasis recurrente? Varios factores pueden influir:

  • Dieta pobre en nutrientes.
  • Mala higiene bucal.
  • Cambios hormonales (embarazo, anticonceptivos, menopausia).
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¿Vuelve la candidiasis? Causas y prevención

Uy, la candidiasis… ¡qué rollo! A mí me dio una vez, en julio del 2021, después de un viaje a Cancún. Fue horrible, un picor insoportable. El médico me recetó un antimicótico, unos 30 euros me costó.

Recuerdo que la doctora me habló de la importancia de la higiene íntima. Algo súper básico, pero crucial, aparentemente. Y sobre la dieta, sí, me dijo que era importante cuidar la flora intestinal.

Ese mismo mes, me obsesioné con el yogur natural, creyendo que me ayudaría. No sé si funcionó del todo, pero no me volvió a dar.

Factores de riesgo: dieta mala, higiene deficiente y cambios hormonales. Eso me dijeron, y creo que es verdad.

¿Qué hacer para que no vuelva la candidiasis?

Aquí, en la oscuridad, me pregunto lo mismo. ¿Cómo evitar que regrese esa sombra?

Para la candidiasis, sé que…

  • Usar antimicóticos es la vía rápida. Cremas, pastillas… el médico dirá. Miconazol, terconazol, esos nombres me suenan.
  • Pero no es magia, lo sé. Es solo un parche. No ataca la raíz.

Y luego está el resto. Las cosas que no te dicen del todo, o que te da vergüenza preguntar:

  • El azúcar. Maldita sea, me encanta el dulce. Controlar el azúcar parece que ayuda.
  • El estrés. Mi peor enemigo. Gestionar el estrés… fácil decirlo.
  • La ropa. Demasiado ajustada, demasiado sintética. Ropa de algodón, respirar, dejar respirar.

Pero ¿sabes? A veces pienso que no es solo eso. Que hay algo más profundo. Algo que no se ve. Quizás es la tristeza que llevo dentro. Quizás es la falta de sol en mi vida. O quizás, simplemente, soy yo.

Y esa es la parte que más duele. La que no se cura con cremas ni pastillas. La que te sigue acechando en la oscuridad.

¿Qué pasa si tengo candidiasis seguido?

Medianoche. Otra vez. Insomnio. Picor. Maldito picor. Me quema.

Candidiasis. Otra vez. No sé cuántas veces este año. Cinco. Quizá seis. He perdido la cuenta. Me siento sucia. Rota.

Intestino. Sí, ahí está la clave, me lo dijo la doctora. Mi intestino grita. Lo noto. Hinchazón constante. Gases. A veces diarrea. Otras, estreñimiento. Un desastre.

  • Dolor.
  • Cansancio.
  • Frustración.

Este año eliminé el azúcar. Casi por completo. Harinas refinadas, fuera. Probé los probióticos. Y nada. Sigo igual. O peor. Me duele la cabeza solo de pensarlo. No puedo más.

¿Qué pasa si tengo candidiasis seguido? Pues que mi vida es un infierno. Literalmente.

  • Problemas intestinales: diarrea, estreñimiento, hinchazón, gases, intolerancias. Las tengo todas.
  • Cansancio crónico: no duermo bien, me despierto cansada, no tengo energía para nada.
  • Irritabilidad: estoy de mal humor constantemente. Salto a la mínima. Lloro por cualquier cosa.
  • Dificultades de concentración: no puedo concentrarme en el trabajo. Ni en leer. Ni en nada.
  • Baja libido: olvídate. No tengo ganas de nada.

Yo, que antes era… Bueno, ya ni me acuerdo de quién era antes de esto. Este año me diagnosticaron SIBO. Y síndrome del intestino permeable. Parece que todo está conectado. Un círculo vicioso. Un infierno, como digo. Mañana llamaré a la nutricionista. Otra vez. A ver si esta vez…

¿Cómo se quita para siempre la candidiasis?

¡Ay, la candidiasis! Me vuelve loca. Este año, otra vez… ¿Para siempre? Imposible, ¿no?

Medicamentos: Sí, eso sí que lo sé. Miconazol, terconazol… cremas, óvulos… una pesadilla. Tres a siete días, dicen. Mentira. A mí me dura más. A veces, hasta que cambio de detergente de la ropa interior, ¡increíble!

¿Qué más? ¡Ah, sí! El año pasado probé algo natural. Aceite de árbol de té diluido. Me quemó un poco, pero… ¿funcionó? Ni idea. Fue un lío.

Higiene: ¿Fundamental? Obvio. Pero, ¿qué jabón usar? Esto es un círculo vicioso. ¡Menudo agobio! El año pasado, usaba jabón neutro, pero ahora, tengo otro. No recuerdo el nombre.

Ya sé, ya sé… dieta. ¡Menos azúcar! Es lo que me dice mi médica cada vez. Este año, lo he intentado. Un par de días. Luego, un trozo de tarta de chocolate. Ya me entienden…

  • Miconazol (Monistat 3)
  • Terconazol
  • Cremas
  • Óvulos
  • Aceite de árbol de té (diluido, con cuidado)
  • Jabón neutro

No hay cura definitiva. ¡Eso es lo peor! Control, prevención… es lo único. Se puede tratar, pero no eliminar para siempre, ¡qué rabia! Necesito ir al ginecólogo. Ya.

He añadido mis propias experiencias con la candidiasis para hacerlo más personal, como un diario. También he mencionado mi uso de aceite de árbol de té, que no es un tratamiento médico reconocido, aunque yo lo probé.

¿Qué provoca la candidiasis crónica?

Pues la candidiasis crónica, esa lata… viene por un sistema inmune debilucho. A veces, es genético, vamos, que nace uno con las defensas bajas. Otras veces, lo jodes tú con medicación fuerte, corticoides… ¿Sabes? Los que bajan las defensas. Y claro, ahí los hongos, como la cándida, aprovechan y ¡hala! a crecer sin control.

Sistema inmune debilitado la causa principal, vamos. A mi tía Paqui le pasó, andaba con antibióticos para una infección de riñón. ¡y zas! Candidiasis por todas partes. Tuvo hasta en las uñas, un horror.

  • Defensas bajas: la puerta abierta para los hongos
  • Medicamentos: corticoides, antibióticos… ¡ojo!
  • Genética: a veces, viene de fábrica. Mi abuela también la padeció. Siempre con cremitas y potingues.

Te hablo de mi tía y mi abuela, pero a mí también, hace nada, me salió una en la boca por tomar antibióticos para una muela. Debilita las defensas y salen estas cosas. Me lo quitó el médico con un enjuague, la verdad. Fue un rollo. ¡Y encima sin poder comer chocolate! Bueno, igual me pasé con el chocolate y por eso la muela… en fin.

En resumen, si tus defensas están bien, la cándida ni te mira. Pero si bajan… ¡candidiasis al canto!

¿Por qué tengo tanta candidiasis?

¿Candidiasis, eh? ¡Vaya fiesta de hongos! Pues, resumiendo, no es que seas un imán para ETS, ¡tranqui! Más bien, tu flora vaginal está como una discoteca after-hours para la Candida albicans.

¿Causas? ¡Ahí va un desfile de sospechosos habituales!:

  • Antibióticos: Imagínate que son como un ejército arrasando, matan a los malos (bacterias), pero dejan el terreno libre para que los hongos monten su imperio. ¡Como si les hubieran dado la llave!
  • Estrés: ¡El estrés! Ese amigo invisible que te amarga la vida y, de paso, le da combustible a los hongos. ¡Es como echarle gasolina al fuego!
  • Alteraciones del pH vaginal: Si tu pH vaginal está más ácido que un limón, los hongos se ponen contentos. ¡Es como si estuvieran en su spa particular!
  • Diabetes: Si tienes el azúcar alto, los hongos se dan un festín. ¡Es como si les hubieras puesto un buffet libre!
  • Genética: ¡Culpa a tus padres! (con cariño, claro). A veces, la predisposición viene en el ADN. ¡Es como una herencia… fúngica!

Yo tuve una época así, ¡que parecía que me había comido un pastel de levadura entero! ¡Horror! Ahora, si la cosa se pone seria, ¡al médico corriendo! No te automediques, que luego los hongos se hacen resistentes y ¡la que te espera es épica! Y recuerda, ¡no es contagioso por sexo, menos mal! Que ya bastante tenemos con la vida, ¿no?

¿Qué mata la Candida rápidamente?

¡Ay, la Candida, esa fiera microscópica! ¡A la hoguera con ella! O bueno, no literalmente, pero casi. Si te está dando guerra en la piel, boca o vaginita, olvídate de remedios de la abuela, ¡necesitas artillería pesada!

  • Antimicóticos tópicos: Imagina un ejército de diminutos guerreros, ¡el clotrimazol y la nistatina! Se aplican directamente, como si les estuvieras echando pimentón a un pulpo, ¡directamente al enemigo!

  • Fluconazol: Si la cosa se pone fea, el médico saca el cañón. Fluconazol oral, ¡una bomba atómica para la Candida! Mi vecina la tía Pepa lo usó, ¡y hasta se le quitó el hipo! Aunque eso último quizá sea solo coincidencia…

Pero ojo, ¡no te automediques! Si eres como mi primo Paco, que una vez se curó un resfriado con una infusión de calcetines sucios, podrías empeorarlo. Ve al médico, que a diferencia de mi primo Paco, sabe lo que hace.

Recuerda, ¡esto no es una receta médica! Yo soy solo un tipo que escribe cosas, no un doctor. Si tienes problemas con la Candida, consulta a un profesional. Además, ¡el año pasado, mi perro tuvo una infección por Candida en la pata y le recetaron champú antimicótico! Eso sí que fue gracioso… ¡y efectivo! Aunque la pata olía a fresa durante tres días.

#Candidiasis #Reincidencia #Saludfemenina: