¿Qué es lo que causa más muertes al año?

¿Cuál es la tercera causa de muerte en el mundo?

EPOC: Tercer asesino silencioso. 2023. Implacable.

Punto.

Sufrimiento crónico. Obstrucción. Asfixia lenta.

• Prevenible, si se hubiera actuado a tiempo. Mi abuelo murió así. Triste.
• Tratable, pero a menudo demasiado tarde. Recuerda, el diagnóstico precoz es clave.
• Mortal, la tercera causa de muerte global este año. Cifras escalofriantes. Sin paliativos.

Factores de riesgo: Tabaco, contaminación, genética… Un cóctel mortal. A veces, injusto. Repito, injusto.

Mi tía fumaba como un carretero. Ahora, oxígeno. Dependencia.

Síntomas: Tos persistente, disnea… Ignorarlos es suicida.

Dato adicional: El 90% de las muertes por EPOC se producen en países de bajos y medianos ingresos. La desigualdad mata. Lo repito: la desigualdad mata. Punto.

¿Cuál es la primera causa de muerte natural en España?

Enfermedades circulatorias.

• Corazón que falla. Pasa.
• Tumores. Siempre presentes. El azar es cruel.
• Respirar. A veces se complica. El aire pesa.
• Demencia. Olvido obligatorio. El tiempo es implacable.
• Diabetes. Dulce condena.

La vida es un riesgo. Un baile con la muerte. Y todos terminamos pisando el mismo suelo.

Información adicional:

• Mi abuelo murió de un infarto en 2023. Tenía 78.
• Le gustaba jugar al dominó. Era bueno.
• Ahora, el silencio es su jugada maestra.
• “Memento mori”. Recuerda que morirás.
• Pero vive. Hasta que no puedas más.
• La muerte no es el final. Es solo el principio. De otra cosa.
• O quizás no.
• ¿Importa?

¿Qué es lo más letal para el humano?

Botulínica. Punto.

• Letal. Una dosis minúscula, inhalada o ingerida, paraliza. Músculos respiratorios primero.
• Clostridium botulinum. La bacteria. Anaeróbica. Prospera en ambientes sin oxígeno. Latas mal selladas, por ejemplo.
• 7 tipos. A, B, C, D, E, F, G. Cada uno con su propia estructura. A, B, E, y rara vez F, afectan a humanos.

Más allá del botox. Arma biológica. Terrorismo. Potencial devastador. Recuerdo un documental. Imágenes. Ratones. Parálisis. Muerte. Perturbador. Yo, prefiero el café solo. Doble. Sin azúcar.

¿Qué causa el mayor número de muertes?

El corazón. Siempre late, incansable, hasta que deja de hacerlo. Las cardiopatías isquémicas, el dolor en el pecho, la falta de aliento, el miedo. En 2024, como antes, como siempre, el corazón roto, enfermo, es la sombra que más vidas se lleva. Casi nueve millones, un número frío para tanto calor apagado.

Y luego, la cabeza, ese laberinto de pensamientos y recuerdos. Los accidentes cerebrovasculares, un rayo que borra la luz. Seis millones doscientas mil vidas en 2024, silenciadas de golpe. Se te va la voz, el movimiento, la vida en un instante. El cerebro, el director de orquesta, de repente mudo. Me recuerda a mi abuela, su silencio súbito.

• Cardiopatías isquémicas: Un grito silencioso en el pecho.
• Accidentes cerebrovasculares: La memoria que se desvanece.

Después hay otras, menos frecuentes, pero presentes.

• Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas.
• Infecciones de las vías respiratorias inferiores.
• Enfermedades neonatales.
• Cáncer de tráquea, bronquios y pulmón.
• Enfermedades de Alzheimer y otras demencias.
• Enfermedades diarreicas.
• Diabetes mellitus.
• Enfermedades renales.

La vida, un suspiro entre dos eternidades.

¿Cuáles son los venenos más letales?

Ah, los venenos… ¡el lado oscuro de la química! Un tema tan fascinante como peligroso, como mi intento fallido de hacer pastel de zanahoria vegano (¡nunca más!).

Los “cuatro jinetes del apocalipsis tóxico” son, sin duda, el mercurio, el arsénico, el cianuro y el polonio-210. Menuda fiesta. Aunque, pensándolo bien, ¿quién invitaría al polonio-210? ¡Demasiado “explosivo” para mi gusto!

• Mercurio: El clásico. Lo usaban los sombrereros… y miren cómo les fue. ¡De ahí viene la expresión “loco como un sombrerero”! Y yo que pensaba que era por beber demasiado café.

• Arsénico: El veneno favorito de los dramaturgos victorianos. Ideal para tramas llenas de herederos codiciosos y tías solteronas. ¡Más efectivo que una demanda!

• Cianuro: Huele a almendras amargas… ¡y te da un viaje sin retorno! Dicen que es rápido. Ojalá la burocracia fuera igual de eficiente.

• Polonio-210: ¡Ah, el “VIP” de los venenos! Radioactivo, exótico y letal en cantidades ridículas. ¡Como un meme viral!

Pequeñas cantidades pueden causar estragos, desde síntomas horribles hasta el “sueño eterno”. Pero, ¡ojo!, la dosis hace al veneno. Como el cilantro: algunos lo aman, otros lo odian.

Y, como dato curioso, ¿sabías que las almendras amargas (antes mencionadas) contienen cianuro? Sí, esas mismas que intentaste usar para hacer un postre “exótico”. ¡Suerte que no te comiste muchas!

¡Pero, eh!, no te tomes esto como una guía de “cómo ser un villano de película”. Más bien, como una advertencia: ¡mantén estos “amiguitos” lejos de tu pastel de zanahoria! (O de cualquier otra cosa que te vayas a comer, por cierto).