¿Qué es un trauma de prioridad 3?

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Los pacientes clasificados como trauma de prioridad 3 presentan lesiones leves sin compromiso hemodinámico, neurológico o alteración del estado mental significativa. Suelen ser víctimas de eventos de baja energía y pueden ser tratados en un centro cercano o en el hospital de su preferencia.

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El Trauma de Prioridad 3: Una Herida Menor, Una Atención Mayor

El sistema de triaje en traumatología es fundamental para optimizar la atención médica y asegurar que los recursos se asignen eficazmente a los pacientes que más los necesitan. Dentro de este sistema, encontramos la clasificación de “trauma de prioridad 3”, un grupo que, a pesar de no presentar lesiones de gravedad inmediata, requiere atención médica cuidadosa y sistemática. A diferencia de los traumas de prioridad 1 y 2 que exigen una intervención rápida y a menudo especializada, el trauma de prioridad 3 se caracteriza por su menor gravedad.

¿Qué define un trauma de prioridad 3?

Los pacientes clasificados como trauma de prioridad 3 presentan lesiones generalmente leves y sin compromiso hemodinámico significativo. Esto significa que no hay pérdida de sangre masiva ni signos de choque hipovolémico. Asimismo, no se observan alteraciones neurológicas importantes, como pérdida de conciencia prolongada, déficit neurológico focal o signos de lesión medular. Su estado mental permanece estable, sin confusión ni desorientación significativa. En resumen, la víctima conserva sus funciones vitales en parámetros estables.

Estas lesiones suelen ser consecuencia de eventos de baja energía, como caídas de poca altura, contusiones leves, heridas menores sin compromiso vascular importante o fracturas sin desplazamiento. Piénsese, por ejemplo, en una luxación de hombro sin afectación neurovascular, una fractura de costilla simple sin neumotórax, o laceraciones superficiales que no requieren sutura. Es importante destacar que, si bien las lesiones son consideradas leves, la subjetividad del dolor y la percepción del paciente deben considerarse con atención.

Atención y manejo del trauma de prioridad 3:

La principal ventaja de la clasificación de prioridad 3 es que permite un manejo más flexible. Si bien requieren atención médica, a menudo pueden ser tratados en centros de salud cercanos al lugar del incidente, evitando la saturación de los hospitales de mayor complejidad. Esto permite que los recursos se destinen a los pacientes que presentan un mayor riesgo vital. La elección del centro de atención puede ser influenciada por la preferencia del paciente, la disponibilidad de servicios específicos o la proximidad geográfica.

Sin embargo, esto no implica una menor rigurosidad en la atención. La evaluación del paciente debe ser completa, incluyendo un examen físico exhaustivo, radiografías u otras pruebas de imagen si se considera necesario, y una monitorización de los signos vitales. Es crucial descartar cualquier lesión oculta que pueda empeorar con el tiempo. El plan de tratamiento puede incluir analgesia, inmovilización de fracturas, vendajes y recomendaciones para el cuidado post-trauma.

Conclusión:

La clasificación de trauma de prioridad 3, aunque a priori parezca menos grave, exige una evaluación y tratamiento cuidadoso. Su inclusión en un sistema de triaje efectivo permite una distribución óptima de recursos, asegurando una atención eficiente y eficaz para todos los pacientes, independientemente de la gravedad inicial de sus lesiones. La clave reside en el balance entre la aparente menor urgencia y la necesidad de un abordaje médico completo para evitar complicaciones futuras.

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