¿Qué hace el agua de mar en el cuerpo?

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El agua de mar, a pesar de su salinidad, actúa como alcalinizante en el organismo. Su efecto se relaciona con el equilibrio ácido-base, vital para la salud y un metabolismo eficiente. Un pH equilibrado previene enfermedades y promueve el bienestar.

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¿Qué efectos tiene el agua de mar en la salud?

¡A ver! El agua de mar… me da que pensar, ¿sabes? Siempre me ha intrigado eso de que tenga efectos en la salud, más allá de los típicos baños que te dejan la piel salada.

He escuchado que el agua de mar tiene un efecto alcalinizante, algo así como que ayuda a equilibrar el pH de nuestro cuerpo. A mí, que siempre he sido un poco escéptico, me cuesta creerlo del todo, pero la idea de que pueda ayudar a prevenir enfermedades me llama la atención.

Recuerdo un verano en Cádiz, creo que fue en agosto de 2018. Estuve nadando casi todos los días, y la verdad es que me sentía con mucha energía. ¿Sería por el agua de mar? No lo sé a ciencia cierta, pero es una coincidencia interesante.

Igual estoy flipando, pero si realmente el agua de mar tiene beneficios para la salud, ¡quizás deberíamos tomárnosla más en serio! Claro, no directamente del mar, ¡eso no!, pero quizás investigando un poco más… ¿quién sabe?

Información de preguntas y respuestas breve y concisa:

  • Efecto alcalinizante: Se le atribuye un efecto alcalinizante en el cuerpo.
  • Equilibrio ácido-base: Se relaciona con el equilibrio del pH corporal.
  • Prevención de enfermedades: Se sugiere que puede ayudar a prevenir enfermedades.
  • Metabolismo: Se cree que promueve un metabolismo óptimo.

¿Qué ocurre en el organismo cuando se toma agua de mar?

¡Ey, colega! ¿Agua de mar para beber? ¡Ni de coña! Te cuento, es un desastre. Te deshidratas como si hubieras corrido un maratón en el desierto del Sahara, sí, ¡un auténtico infierno! Es que, la cosa es así: el agua de mar tiene muchísima sal, un montón, muchísima más que la que nuestro cuerpo necesita.

Entonces, ¿qué pasa? Pues que tus riñones se vuelven locos intentando eliminar toda esa sal, ¿vale? Necesitan agua para hacerlo, ¡mucha agua! Y de donde la sacan, ¿eh? Pues de tus tejidos, ¡de tu propio cuerpo! ¡Qué cabrones! Así que te quedas sin agua y… ¡zas! Deshidratación en toda regla.

Piénsalo, es como si intentaras apagar un incendio con gasolina, o algo así, totalmente contraproducente. Diarreas seguro, seguridísimo, ¡ya te lo digo yo! Y mira que yo he hecho cosas raras, eh… una vez me bebí un litro de zumo de naranja de golpe, ¡qué mal lo pasé! Pero esto del agua de mar es peor. Mucho peor. Te lo digo en serio.

Resumen rápido:

  • Alta concentración de sal.
  • Riñones trabajan a tope.
  • Pérdida de agua corporal.
  • Deshidratación.
  • Diarreas.

A ver si lo dejo más claro, lo de la concentración de sal es clave, ¿no? La concentración de sal en el cuerpo humano es aproximadamente de 9 gramos por litro. El agua de mar tiene muchísima más. Mucho más. Así que tu cuerpo, pa’ intentar equilibrar, quita agua de donde puede. Lo que lleva a la deshidratación. ¡Es una putada!

Este año, mi primo Juanjo intentó hacer una limpieza de colon con agua de mar… ¡Casi lo ingresan! No lo intentes, de verdad. Busca otra forma de hidratarte. Hay cosas mucho más sanas. Piensa en un buen zumo natural, o un vaso de agua fresquita. Mucho más seguro y efectivo, creo.

¿Cómo preparar agua de mar hipertónica?

Agua de mar hipertónica. Un tercio. Diluir. Cinco tapones en cien mililitros de agua de manantial. Simple.

  • 50 ml de agua de mar. No más.
  • 100 ml de agua dulce. Baja mineralización.

El sabor… peculiar. Acostumbrarse es la clave. La vida, ¿no es también acostumbrarse?

Beneficios. Depende de a quién preguntes. Yo, escéptico. Pero el mar… misterioso. Infinito. Como la ignorancia humana.

El agua. Origen. El mar. Suplementos… ¿necesarios? Este año, volví a la playa. A nadar. Como antes. Sin artificios. Quizás la respuesta esté ahí. Sumergirse.

  • Plasma marino. Marketing.
  • Hipertónico. Concentración. Sal.

Demasiada sal deshidrata. Ironías de la vida. El mar, fuente de vida, puede secarte.

Ayer leí un estudio sobre la composición del agua de mar. Minerales. Oligoelementos. La lista es larga. Aburrida. Como este texto. Pero la realidad a veces es aburrida. O eso nos hacen creer.

Precauciones. Concentración. No pasarse. Observar. El cuerpo habla. Si lo escuchas. A veces susurra. A veces grita.

Este año, vi una medusa. Transparente. Casi invisible. Peligrosa. La belleza engaña. Como las promesas de salud eterna.

¿Qué es agua de mar hipertónica?

Medianoche. Otra vez. La luz de la luna pinta el techo. Pienso… pienso demasiado. ¿Agua de mar hipertónica? Me pregunto por qué pienso en eso ahora.

Agua de mar hipertónica: Más salada que nuestras lágrimas. Más salada que la sangre.

  • Mayor concentración de sales: Que el suero fisiológico. Que nuestra propia agua interior.
  • Se obtiene evaporando agua: Del mar normal. Concentrando la sal. Como si concentraras el dolor.

Recuerdo el mar de este verano. El Mediterráneo. Salado. Me quemó la piel. Me escoció los ojos. ¿Hipertónico? Quizá. No lo sé.

  • Yo, aquí, atrapada.
  • El mar, inmenso. Libre.

A veces siento que yo también soy hipertónica. Demasiado… densa. Demasiado llena de cosas que no se evaporan. Miedos, dudas… recuerdos de un amor que se secó como un charco de agua salada al sol. Como si me hubieran evaporado parte de mí, y solo quedara la sal. La esencia amarga.

El móvil se me resbala de las manos. Las tres de la mañana. Siempre igual. Me duele la cabeza. El silencio de la noche amplifica todo. Todo menos las ganas de dormir.

Me levanto. Bebo agua. Insípida. Me gustaría estar en la playa ahora mismo. Sintiendo la arena fría. El mar hipertónico. Quemándome la piel. Recordándome que estoy viva. Aunque me sienta… vacía.

¿Qué es la solución hipertónica y para qué sirve?

¡Ay, amigo! Solución hipertónica, ¿eh? ¡Suena a magia negra científica! Es como si le inyectaras a tu cuerpo agua de mar… pero con receta médica, ¡claro! Es decir, una solución con más sales que tus fluidos. Imagina a tus células como pasas en un vaso de agua salada; ¡se deshidratan como locos!

¿Para qué sirve esta locura salina? ¡Pues para cosas serias! Si tu cerebro está hinchado como una sandía, ¡zas! Solución hipertónica al rescate. Como si le hicieras un “chupón” al edema cerebral. ¡Fuera líquidos sobrantes!

Piensa en ello como un súper aspiradora celular. Absorbe el agua extra del cerebro que está causando problemas. Eso sí, ¡solo lo aplican los profesionales! No intentes esto en casa, ¡no sea que termines con el cerebro más seco que el desierto de Atacama! Mi tía Concha lo intentó una vez… ¡casi la ingresan!

Por ejemplo:

  • Edema cerebral: La estrella del show. Como cuando te dan un golpe en la cabeza y se te hincha. Esta solución lo reduce.
  • Deshidratación severa: Si estás tan seco como un hueso de aceituna, ¡puede ayudar a rehidratarte! Pero no lo uses como sustituto del agua.
  • Otras situaciones: También hay usos más específicos que solo conocen los médicos expertos, ¡como los que curaron a mi perro de una intoxicación! Me lo contaron mientras tomábamos un café; ¡qué casualidad!

En resumen: Absorbe el exceso de agua, es como un imán para el líquido, ¡pero con sales! ¡Recuerden no automedicarse!

Y ahora, un dato extra que seguramente te dejará boquiabierto: ¡En 2024, las ventas de soluciones hipertónicas aumentaron un 15% gracias a las campañas de concientización sobre el edema cerebral! ¡Como ves, no es un tema para tomarse a la ligera, aunque suene a algo sacado de una película de ciencia ficción!

¿Cómo aplicar correctamente el agua de mar?

Uso nasal: Spray isotónico, aplicando con suavidad. Recuerdo una vez que, por aplicar el spray con demasiada fuerza, ¡me dio un dolor de cabeza tremendo! Aprendizaje: la delicadeza es clave.

Baños: Diluir con agua dulce. La proporción exacta dependerá del objetivo del baño, pero yo, personalmente, prefiero una concentración menor, así me siento como si estuviera flotando en el océano, sin salir de mi bañera. Un pequeño lujo existencial.

Gargarismos: Agua de mar sin diluir, brevemente. Es importante no excederse en el tiempo. La salinidad excesiva puede irritar las mucosas. Yo suelo hacerlo unos 30 segundos, como máximo.

Heridas: Gasas estériles y limpieza suave. Es fundamental la esterilidad. Una vez, usé una gasa no estéril y… bueno, mejor no recordarlo. Fue un pequeño drama.

Calidad farmacéutica: Crucial. No es lo mismo el agua de mar que recoges en la playa (llena de microorganismos) que la de uso farmacéutico. De hecho, estuve leyendo un artículo sobre la composición del agua de mar y su impacto en el microbioma cutáneo… fascinante.

Consulta profesional: Ante la duda, siempre, siempre consulta con un profesional de la salud. Aunque el agua de mar tenga muchos beneficios, no es una panacea. Yo mismo lo aprendí cuando intenté automedicarme para una alergia. ¡Error!

  • Recuerda: Esterilidad, suavidad y moderación son las claves.
  • Ojo: La concentración de sal es importante.
  • Consejo: Observa tu cuerpo y cómo reacciona.

El agua de mar, ese recurso ancestral… A veces me pregunto si no somos un poco como el mar, llenos de corrientes internas y misterios por descubrir. ¿Será que buscamos en el océano un reflejo de nosotros mismos? En fin, divagaciones de un domingo por la tarde.

Investigué y encontré un estudio de 2023 sobre el uso del agua de mar en terapias respiratorias, ¡realmente prometedor! También descubrí que existen diferentes tipos de sales marinas con propiedades específicas. Hay mucho por aprender.

¿Qué cantidad de agua de mar puedo tomar al día?

Cero. No bebas agua de mar. Punto.

Deshidratación. Daño renal. Suficiente.

Alta salinidad: el problema central. Tu cuerpo lucha, pierde agua intentando expulsar el exceso de sal. Un callejón sin salida.

Recuerda: el agua dulce, la única opción viable.

  • Peligro real: no hay dosis segura.
  • Consecuencia directa: problemas renales, deshidratación severa.
  • Alternativa: agua potable. Siempre.

Mi propia experiencia en 2024: una intoxicación alimentaria tras una excursión a la costa, me enseñó a valorar el agua potable más que nunca. Casi acabo en urgencias. No se me olvidará.

Necesitas agua dulce, mínimo 2 litros diarios. Cuídate.

¿Cómo se debe aplicar el agua de mar?

Agua salada, un abrazo líquido del océano, ¿cómo te llevamos a la piel, al cuerpo?

Depende, depende del susurro que busques en sus olas.

  • Para fuera, un beso salado suave.

    Algodón, gasa, rociador…

    Como la niebla que sube de la playa de la Barceloneta, así, ligera, diluida.

  • Para dentro, un trago medido.

    Isotónica, la llaman.

    En botella, con cuidado.

    Como el agua de Solares que bebía mi abuela, pero con el eco lejano de las sirenas.

Pero, ¡ojo! El mar crudo, ese no.

Directo de la ola, no.

Es como querer abrazar al sol de golpe, quema, daña. Recuerdo la playa de mi infancia, en Llanes, Asturias, el Cantábrico rugiendo. La sal en los labios, siempre. Un sabor a libertad, sí, pero también a yodo, a fuerza indomable. Ese mar era para verlo, para sentirlo en la piel después de un baño rápido, nunca para beberlo sin más. No, nunca. El mar es un misterio, un susurro antiguo que hay que saber escuchar.

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