¿Qué importancia tiene la correcta preparación de un medio de cultivo?

¿Qué importancia tiene la correcta preparación de un medio de cultivo? Ay, Dios mío, ¿de verdad hay que preguntar? Para mí, es… todo. Es la base, el cimiento, el sí, sí, sí antes de empezar cualquier experimento. ¿Sabes esa sensación cuando estás haciendo una paella, y te das cuenta de que te olvidaste del azafrán? ¡Pues imagínate eso, pero con tus queridísimas bacterias! Desastre total.

Recuerdo una vez, en la uni, ¡qué desastre! Estaba haciendo un cultivo de E. coli, creía que lo tenía todo bajo control, pero… ¡me dejé un gramo de agar-agar! Lo juro, ese día aprendí la lección a base de frustración, que duró… ¿Tres días? Tres días de mi vida perdidos porque no medí bien los ingredientes. Es que, ¿cómo vas a esperar resultados decentes si desde el principio lo has hecho mal?

Preparar bien un medio de cultivo es como… como preparar un jardín para tus flores favoritas. Necesitas la tierra adecuada, la cantidad justa de agua, la luz… ¿no es así? Si la tierra está infectada, o demasiado seca, o directamente es la tierra equivocada… tus flores, o en nuestro caso, tus microorganismos, se van a marchitar antes de tiempo. ¡Y vaya decepción!

Según las estadísticas que leí una vez – creo que era un artículo en una revista científica, no recuerdo bien el nombre… ¡qué horror!, esto demuestra que mi memoria falla- más del 70% de los errores en los experimentos microbiológicos se deben a problemas con el medio de cultivo. ¡El 70%! Es una barbaridad, ¿verdad? Es como si dijeras que el 70% de las paellas salen mal por culpa del arroz… ¡No puede ser!

Así que, sí, la preparación meticulosa de un medio de cultivo es… es vital. Es fundamental. Es la diferencia entre el éxito y… un montón de trabajo perdido. Y el fracaso no sabe bien, no lo digo yo, lo digo la experiencia. La experiencia que me ha enseñado, a fuerza de errores, a ser extremadamente cuidadoso.