¿Qué otro nombre tiene el suero fisiológico?

¿Qué otro nombre tiene el suero?

¡Ay, Dios mío, el suero! ¡Esa cosa tan maravillosa! También le dicen lactosuero, ¡como si fuera un súper héroe lácteo! O suero de leche, ¡qué nombre tan simple para algo tan complejo! ¡Hasta serosidad de la leche le dicen, como si fuera una secrección noble!

Es el líquido que sobra después de hacer queso, ¡imagínate, lo que sobra de hacer queso es un tesoro! Es como si el residuo de hacer una tarta de chocolate fuera mejor que la tarta misma, ¡increíble! Y todo gracias a la caseína, esa proteína caprichosa que se separa como si estuviera haciendo un baile elegante.

¡Es un tesoro nutricional! ¡Proteína a punta pala! Mi vecina, la tía Emilia, jura que gracias al lactosuero rejuveneció 10 años. No lo sé, pero bueno, ¡ella lo dice! Está hasta en las bebidas deportivas, esas que toma mi sobrino, el “Gladiator” (se cree mucho) cuando hace ejercicio… ¡como si fuera un fórmula 1 en miniatura!

• Lactosuero: nombre científico y elegante.
• Suero de leche: lo que le dirías a tu abuela.
• Serosidad de la leche: ¡Suena a poción mágica!

¡Ah, casi lo olvido! Este año, ¡el mercado del lactosuero explotó! Como si fuera bitcoin pero en versión saludable. ¡Las empresas de suplementos se frotan las manos! Hasta mi primo Paco, que vende churros, está pensando en añadirlo a la masa, ¡imagínate el chiste! De locos.

¿Qué tipos de sueros fisiológicos hay?

Tipos de suero fisiológico: isotónico e hipertónico.

• Isotónico: 0.9% NaCl, para hidratación y limpieza.
• Hipertónico: >0.9% NaCl, para cosas serias tipo presión intracraneal o hiponatremia grave. ¡Ojo! solo con médico.

A ver, ¿qué más sé de esto? Recuerdo una vez que mi abuela, que en paz descanse, usaba el isotónico para limpiarle los ojos a mi gato, Misifu. ¿Será lo mismo? Me entra la duda…

¿Y el hipertónico? Uf, eso suena a hospital, no a casa. ¿Será por eso que siempre hay que tener cuidado con las concentraciones? Demasiado sodio, ¿no? ¿O me estoy liando?

Ah, otra cosa. ¿Solo hay esos dos? ¿O hay más “tipos” dependiendo del uso? Por ejemplo, para nebulizaciones, ¿es el mismo que para la nariz? ¿O cambia algo?

• Nebulizaciones (¿igual o diferente?)
• Limpieza nasal (¿isotónico siempre?)

Voy a buscarlo, que me estoy haciendo un lío. Y luego a ver si le pregunto a mi amiga enfermera, que seguro sabe un montón. ¡Menudo cacao mental!

¿Cómo se llama el suero para limpiar heridas?

¡Ay, Dios mío! Heridas… ¿suero? ¿Para qué sirve exactamente? ¡Claro! Para limpiarlas, ¡qué tonta soy! Me acuerdo que a mi abuela le pasaba, ¡pobrecita! Siempre tenía algún raspón.

Suero fisiológico, eso es. 0.9% de NaCl, ¡qué rollo de números! Es como agua con sal, ¿no? Aunque estéril, claro, eso es importante. Mi gato, míster Bigotes, se hizo una herida en la pata en 2024, ¡qué susto! Tuve que limpiársela… con suero, obviamente. ¿Habrá otros? No lo creo.

Pero… ¿hay diferentes tipos? ¿Para heridas profundas? ¿O solo sirve para limpieza superficial? ¡Necesito más info! Necesito saberlo todo sobre este suero, ¡es vital! Para los raspones de mis hijos, por ejemplo.

• Solución salina
• 0.9% de NaCl
• Estéril
• Limpieza de heridas

¿Y si la herida está infectada? ¿Sirve igual? ¡Qué lío! Mejor llamo a mi doctora, que me deje tranquila. Este suero… tan simple y tan importante. Y pensar que es solo agua con sal…

Importante: El suero fisiológico es solo para la limpieza inicial. Infecciones, necesitas algo más potente. Ya está. Debo ir a comprar más suero. Se me está acabando. Ay, qué desastre soy.

¿Qué hace la solución salina en el cuerpo?

En resumen, la solución salina limpia heridas, quita suciedad y no daña los tejidos.

Te cuento, yo usé solución salina para curar a mi perro, Rufo. Era un yorkie terco. Un día, jugando en el parque del barrio (en la calle O’Donnell, por cierto, un sitio lleno de pipicanes sospechosos), se hizo una herida horrible en la pata. Fue a principios de marzo, un día soleado pero con aire fresquito. Me dio un susto de muerte ver la sangre.

Corrí a la farmacia de la esquina, la de Don Manuel, que siempre tiene caramelos de eucalipto en el mostrador. Me vendió una botella grande de solución salina, de esas que parecen agua destilada.

• Lo primero que pensé: ¿esto de verdad va a curar algo?
• Lo segundo: Rufo me va a morder cuando intente limpiarle la pata.

Y adivinad, ¡tenía razón en ambas! Limpiarle la herida fue una odisea. Rufo chillaba como si lo estuvieran despellejando vivo (exagerado, como buen yorkie). Pero poco a poco, con paciencia y muchos mimos (y algún que otro mordisco light), logré limpiar toda la suciedad. La solución salina hizo su magia, supongo. No ardía como el alcohol, y eso ayudó a que Rufo se calmara un poco.

Además de limpiar heridas, la solución salina es vital en laboratorios. En realidad no sé mucho de eso, la verdad. Me lo imagino como esas series de médicos donde andan con tubos de ensayo y batas blancas. Pero bueno, para mi, lo importante es que ayudó a Rufo a recuperarse de su “ataque” en el parque O’Donnell. Y para que el pobre Rufo no acabe otra vez igual, le compré un collar isabelino enorme y ridículo. Se parece a una lámpara, ¡qué risa!

¿Por qué a las personas hospitalizadas les inyectan solución salina y no agua?

A las personas hospitalizadas les inyectan solución salina, no agua, por una razón crucial: la osmolaridad.

Recuerdo, o creo recordar, aquel verano en la costa. La sed implacable, el salitre en el aire… una sensación parecida a la que imagino sienten, aunque mucho más intensamente, quienes están en el hospital. El agua pura, tan vital, puede ser un shock para el cuerpo si se introduce directamente en el torrente sanguíneo. Un espejismo, una traición.

La solución salina, con su equilibrio de sales y agua, es como un abrazo suave para las células.

• El agua pura: puede dañar las células sanguíneas. Las células se hincharían, una implosión silenciosa, un desastre microscópico.
• La solución salina: es la “normalidad”. La solución salina mantiene el delicado equilibrio de líquidos y electrolitos.

Es como el mar y la sangre, dos mundos unidos por un hilo invisible. ¿No te has preguntado alguna vez por qué la sangre sabe a sal? ¿Por qué lloramos lágrimas saladas? En mi caso siempre me da que pensar. No sé por qué te cuento esto, en realidad.

Es la osmolaridad, esa palabra complicada, la clave. ¡Es la vida! O al menos, una parte vital de ella. La que nos mantiene a flote, como corchos en el inmenso océano de la existencia.