¿Qué pasa cuando la sangre se pone ácida?

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La sangre ácida, o acidosis metabólica, provoca una respiración acelerada y profunda como mecanismo compensatorio. Puede manifestarse con confusión o somnolencia, e incluso, en casos graves, derivar en shock o fallecimiento. No obstante, existen formas leves y crónicas de la afección.

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El Silencioso Desequilibrio: Cuando la Sangre se Acidifica

La sangre, ese río vital que recorre nuestro cuerpo, mantiene un delicado equilibrio químico. Su pH, una medida de acidez o alcalinidad, se sitúa normalmente entre 7.35 y 7.45, ligeramente alcalino. Una desviación de este rango, incluso mínima, puede tener consecuencias significativas para nuestra salud. Cuando la sangre se vuelve demasiado ácida, hablamos de acidosis metabólica, un trastorno que, si bien puede pasar desapercibido en sus etapas iniciales, puede desencadenar una cascada de problemas con consecuencias potencialmente letales.

Contrariamente a la creencia popular, la acidosis metabólica no se debe necesariamente a una dieta excesivamente ácida. Si bien la alimentación influye, la causa fundamental radica en un desequilibrio en la capacidad del cuerpo para regular los niveles de ácidos y bases. Este desequilibrio puede ser consecuencia de diversas situaciones, entre ellas:

  • Insuficiencia renal: Los riñones juegan un papel crucial en la eliminación de ácidos del cuerpo. Su disfunción impide la adecuada excreción, favoreciendo la acumulación de ácidos en la sangre.

  • Diabetes descompensada: La acumulación de cuerpos cetónicos, producidos por la degradación de grasas en ausencia de glucosa, acidifica la sangre. Esta cetoacidosis diabética es una emergencia médica.

  • Diarrea severa: La pérdida excesiva de bicarbonato, una base importante en la regulación del pH sanguíneo, a través de las heces, contribuye a la acidosis.

  • Ingesta excesiva de ciertos medicamentos o tóxicos: Algunos medicamentos, como los salicilatos (aspirina en dosis elevadas), o la ingesta de sustancias tóxicas como el metanol, pueden generar acidosis metabólica.

  • Hipoventilación: Aunque menos frecuente como causa primaria, la disminución de la ventilación pulmonar puede también contribuir a la acidosis respiratoria, que luego puede exacerbar la acidosis metabólica.

Pero, ¿cómo se manifiesta la sangre ácida? La respuesta inmediata del cuerpo es intentar compensar este desequilibrio. El sistema respiratorio se acelera, produciendo una respiración rápida y profunda (hiperventilación) para eliminar dióxido de carbono, un ácido volátil. Sin embargo, esta compensación puede ser insuficiente. Los síntomas pueden variar según la gravedad y la rapidez de la aparición, incluyendo:

  • Confusión mental: Desde leve desorientación hasta somnolencia profunda.
  • Náuseas y vómitos: El cuerpo intenta eliminar los ácidos a través del aparato digestivo.
  • Debilidad muscular: La alteración del equilibrio electrolítico afecta la función muscular.
  • Taquicardia: El corazón intenta compensar la disminución del oxígeno en la sangre.
  • Dolor de cabeza: Una manifestación común de la alteración del equilibrio ácido-base.

En casos graves, la acidosis metabólica puede llevar al coma, shock y, finalmente, la muerte. Es crucial destacar que la acidosis metabólica no es una enfermedad en sí misma, sino un signo de un problema subyacente que requiere atención médica inmediata. El tratamiento se centra en corregir la causa subyacente y restaurar el equilibrio ácido-base.

Existen formas leves y crónicas de acidosis metabólica que pueden pasar desapercibidas durante largo tiempo. Una dieta equilibrada, hidratación adecuada y chequeos médicos regulares son cruciales para la detección temprana y la prevención de complicaciones. Ante cualquier síntoma sospechoso, la consulta con un profesional de la salud es fundamental para un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno. No se automedique, la sangre ácida requiere un manejo médico especializado.