¿Qué pasa cuando un bebé tiene líquido en la panza?

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El líquido acumulado en la barriga de un bebé, conocido como hidropesía fetal, suele conllevar un riesgo elevado de muerte perinatal, especialmente en prematuros o recién nacidos enfermos. La presencia de un defecto estructural o la falta de causa aparente incrementan la probabilidad de fallecimiento.

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El líquido en la panza del bebé: Entendiendo la hidropesía fetal

La acumulación de líquido en la cavidad abdominal del bebé, una condición conocida como hidropesía fetal o ascitis fetal, es una señal de alarma que requiere atención médica inmediata. Si bien no es una enfermedad en sí misma, la hidropesía fetal es un síntoma grave que puede indicar una variedad de problemas subyacentes, y a menudo conlleva un alto riesgo de muerte perinatal, especialmente en bebés prematuros o con otras enfermedades.

Esta acumulación de líquido, que puede ser detectada mediante una ecografía prenatal, no debe confundirse con el líquido amniótico que rodea al bebé dentro del saco amniótico. La hidropesía fetal se refiere específicamente al líquido que se acumula dentro del propio abdomen del bebé, afectando órganos vitales como el hígado, los intestinos y los pulmones.

La gravedad del pronóstico depende en gran medida de la causa subyacente, la cantidad de líquido acumulado y la edad gestacional. Desafortunadamente, la presencia de un defecto estructural congénito o la ausencia de una causa clara aumentan considerablemente la probabilidad de un desenlace fatal, ya sea antes del nacimiento (muerte fetal) o poco después (muerte neonatal).

Entre las posibles causas de la hidropesía fetal se encuentran:

  • Infecciones: Tanto virales (como el parvovirus B19 o citomegalovirus) como bacterianas, pueden desencadenar la acumulación de líquido.
  • Problemas cardíacos: Malformaciones cardíacas congénitas o arritmias pueden interferir con la correcta circulación sanguínea, contribuyendo a la hidropesía.
  • Anomalías cromosómicas: Ciertas alteraciones genéticas, como el síndrome de Turner, pueden estar asociadas a esta condición.
  • Problemas hematológicos: La incompatibilidad Rh entre la madre y el feto puede provocar anemia fetal severa y hidropesía.
  • Tumores: Aunque menos frecuentes, la presencia de tumores fetales puede causar la acumulación de líquido en el abdomen.
  • Malformaciones linfáticas: Problemas en el desarrollo del sistema linfático pueden dificultar el drenaje del líquido, provocando su acumulación.
  • Síndrome de transfusión feto-fetal: En embarazos gemelares con una placenta compartida, un gemelo puede recibir más sangre que el otro, lo que puede resultar en hidropesía en el gemelo receptor.

Es importante destacar que en algunos casos, a pesar de una exhaustiva investigación, no se logra identificar la causa de la hidropesía fetal, lo que se denomina hidropesía fetal idiopática.

Ante la sospecha o diagnóstico de hidropesía fetal, es crucial un seguimiento médico especializado y un manejo individualizado. El tratamiento dependerá de la causa subyacente y puede incluir desde medicación hasta intervenciones quirúrgicas fetales, en casos seleccionados. La consejería genética también puede ser fundamental para las familias, especialmente si se identifica una causa genética.

La hidropesía fetal es una condición compleja y desafiante. Un diagnóstico temprano y un manejo multidisciplinario por parte de especialistas son esenciales para ofrecer las mejores posibilidades al bebé y apoyo a la familia.