¿Qué pasa cuando un ovario está aumentado de tamaño?

¡Uf, un ovario aumentado de tamaño… me da escalofríos solo de pensarlo! A ver, ¿qué pasa ahí dentro? Lo primero que se me viene a la cabeza es: ¿será hormonal la cosa? Porque, vamos a ser sinceros, las hormonas son las que mandan ahí abajo, ¿no? Es como si el cuerpo entero te estuviera diciendo: “¡Oye, necesito un reseteo!”.

Imagino que la cosa empieza con un pequeño desajuste, quizás un quistecito por aquí, un poco más de andrógenos por allá… y de repente, ¡boom! Se arma un lío de campeonato. Y claro, si el ovario empieza a hincharse, pues… ¡Imagínate la incomodidad! Me recuerda a mi prima Marta, que hace unos años tuvo un problema parecido. Estaba hinchadísima, súper dolorida y con unos cambios de humor… ¡Madre mía! Ella decía que se sentía como si tuviera un globo dentro.

Y es que, pensándolo bien, el ciclo menstrual es una orquesta perfecta. Si un instrumento (en este caso, el ovario) desafina, la melodía se va al traste. Y si ese desafine viene con dolor y molestias… ¡Puf, qué fastidio! ¿No os da la sensación de que a veces el cuerpo nos juega malas pasadas?

Aunque claro, no siempre es algo grave. A veces, es solo un quiste funcional que se va solo. Pero… ¿y si no? Mejor prevenir que curar, como dice el refrán. Así que, si notas algo raro por ahí abajo, ¡no lo dudes! Consulta con tu médico. La tranquilidad no tiene precio.