¿Qué pasa si me tomo un suero de más de 24 horas?

Uff, ¿qué pasa si me paso de la raya con el suero? La verdad es que a veces una se confía, ¿no? Uno está con el estómago revuelto, ahí tomando sorbitos de suero como si no hubiera mañana y… ¿realmente sabemos cuánto tiempo es “demasiado”? Me entró la curiosidad.

Lo que pasa es que si te zampas un suero oral más allá de las 24 horas, o si lo bebes ¡rapidísimo!, pueden pasar cosas no tan chéveres. A ver, que no cunda el pánico, pero hay que estar atentos:

• Náuseas: Uy, qué feo es sentirse con ganas de vomitar todo el tiempo. ¿A quién no le ha pasado después de una noche de fiesta o con un virus estomacal? ¡Imagínate eso multiplicado por el suero! No, gracias.
• Vómitos: Peor aún que las náuseas, ¿verdad? El cuerpo diciendo “¡basta!” de la forma más explícita. Y todo por excederse con algo que se suponía que te iba a ayudar. Ironías de la vida.
• Sobrecarga salina: Esto suena un poco a clase de química, pero en realidad es bastante simple. Demasiada sal en el cuerpo no es buena, punto. Mi abuela siempre decía “todo en exceso es malo”, y aquí aplica perfecto.
• Edemas: ¿Hinchazón? ¿Sentirse como un globo? Ya me pasó una vez después de comer sushi con mucha salsa de soya. No es agradable, y definitivamente no quiero revivir esa experiencia por culpa del suero.

Así que ya saben, ¡a tomar el suero con moderación! No se trata de empinar la botella en un segundo, sino de hidratarse con calma y dentro del tiempo recomendado. Que a veces, por querer sentirnos mejor rápido, terminamos complicando las cosas. ¿No les ha pasado? A mí, ¡más de una vez!